El regreso de las vacaciones ha llenado las clases no solo de los colegios o centros educativos sino también de las autoescuelas donde los conductores buscan recuperar los puntos del carnet perdidos tras cometer imprudencias al volante este verano, favorecido por un mayor consumo de alcohol y drogas a consecuencia de las fiestas y celebraciones estivales.
Las autoescuelas, de continuar este ritmo, esperan acabar este 2023 con más que los del año pasado, tal y como describe en uno de estos centros de recuperación de puntos de la ciudad, donde ya denotan un “repunte” de solicitudes para recuperar los puntos perdidos en estos meses. Según los últimos datos de la DGT, correspondientes al 2021, los vigueses perdieron un total de 18.118 puntos al cometer hasta 6.232 infracciones.
En la actualidad, desde la autoescuela Faro denota un incremento de recuperación del carné por puntos por mandato judicial es decir, por la comisión de un delito contra la seguridad vial y no por acumulación de sanciones. “A día de hoy, de las 20 personas que llegan a hacer el curso, 15 vienen por sentencia judicial, y solo cinco porque por haber cometidos múltiples infracciones se ven sin puntos”, valora el responsable de dicha autoescuela de Vigo.
Reconoce que detrás de la pérdida del carné por la comisión de delitos está el consumo de drogas y alcohol, aunque quizás con especial incidencia en lo segundo. “Vemos muchos casos de consumo de drogas, pero porque mucha gente todavía desconoce cuánto tiempo de presencia tienen estas sustancias en el organismo. Por ejemplo, el THC puede ser detectable hasta tres días después de su consumo, y al igual muchos medicamentos. En uno de los cursos de recuperación de puntos del carné nos vinieron cuatro mujeres de más de cincuenta años porque consumen medicamentos con una sustancia que salta en el narcotest, y lo desconocían por completo”, explica el responsable de Faro.
En cuanto a la participación de estos cursos, reconoce que pese a ser solo cuatro autoescuelas en Vigo las que los organizan, no hay lista de espera. “Casi nunca se llenan las plazas; pienso que hay suficiente”, sentencia.