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Encuentran posibles restos de una tumba romana en el centro de Vigo

Patrimonio de la Xunta visitará la ciudad el lunes para inspeccionar los vestigios

Un momento de la inspección del hallazgo, ayer. Ricardo Grobas

En la construcción del Vigo moderno, la ciudad se da la mano con su pasado, sobre todo, en el casco urbano, donde guarda la mayor parte de su ADN. Los trabajos de reforma del Calexón Balado, vial que conecta las calles Areal y Rosalía de Castro, han permitido aflorar los posibles restos de una tumba romana, según los resultados de la primera inspección realizada por la arqueóloga del Concello.

El hallazgo deberá ser estudiado por especialistas de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural, organismo dependiente de la Xunta de Galicia, que visitarán la zona el lunes para inspeccionar los vestigios y determinar la forma de proceder. Este contratiempo podría alterar el calendario de la obra de humanización, cuyo plazo de ejecución es de cuatro meses: empezaron hace poco más de dos semanas.

El entorno del Calexón Balado es especialmente sensible en materia arqueológica. A menos de 200 metros, en la calle Rosalía de Castro, se encuentra el Centro Arqueológico Salinae, que muestra la única salina marina de evaporación solar conservada y musealizada de todo el Imperio Romano. En el número 41 de Marqués de Valladares, donde se da vida a un complejo de viviendas, se descubrieron hace años monedas, restos de una mina y necrópolis y una factoría de salazón romana del siglo I, posiblemente, la primera factoría de la ciudad, que será musealizada en el lugar.

Restos localizados en el Calexón Balado. Ricardo Grobas

En la parcela de un pequeño edificio en la calle Sebastián Elcano, en Bouzas, se hallaron restos de una tumba y un crematorio circular. Más ejemplos: en la recuperación del Palacio de La Oliva, en el Casco Vello, apareció una necrópolis muy bien conservada; y, en la construcción de la promoción de pisos de Cordelerías Mar, ya con residentes, vieron la luz un muro y pavimentos romanos. Se suma a esta lista la villa romana de Toralla.

También se viajó al pasado en las obras realizadas en Porta do Sol. Las rampas hasta Placer descubrieron la Mina de Neptuno, la más antigua de la ciudad. En su humanización, aparecieron la Casa de Mora, la antigua muralla, casas derruidas para la apertura de la calle Elduayen en 1880 o una edificación datada entre los siglos XV y XVII.

El museo Quiñones de León, en Castrelos, cuenta con más de 1.900 restos catalogados. Destacan tejas, ánforas, basas de columnas o incluso monedas: una de las más valiosas se halló en 2010 en la excavación de Marqués de Valterra y pertenece al mandato del emperador Constantino (407-411 d. C.).

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