La celebración del Día Mundial sin automóvil este viernes 22 de septiembre volvió a exponer las carencias y vergüenzas del transporte público en Vigo y su área metropolitana. La estación intermodal de Urzáiz se consolidó como epicentro de este trasiego de estudiantes, trabajadores o turistas que una vez finalizada la semana laboral debían pelear por las plazas del tren y el autobús en medio de la enésima jornada de retrasos, caídas de la web y la aplicación o incidencias.
Y es que la Semana Europea de la Movilidad celebrada desde el lunes no podía tener un final distinto. La terminal de autobuses inaugurada por la Xunta el pasado mes de diciembre y que ya suma más de 1,2 millones de pasajeros en las rutas de su competencia presentaba una situación similar. “Este es el segundo bus y no sé si cogeremos todos, nunca me pasó esto” señala Manuel antes de volver a Ourense mientras se resigna ante la falta de plazas de Media Distancia en Tren ya que “sale más rentable esperar”. Esta solución se repetía al otro lado de la línea en la ciudad de las Burgas, de donde partieron hasta cuatro autocares según se iban llenando. En este caso, hubo gente que aguardó durante más de una hora sin comer a que la concesionaria de la línea enviara más autocares a por ellos.
“Lo de hoy es durísimo” señala Traba mientras aguarda su autobús para el Val Miñor. “Cambiaron los horarios, llegó tarde y lleno, esperé una hora y es lo de siempre, un show porque la aplicación de Renfe no va”. Esta situación llevó a Clara a no poder formalizar su abono aunque no es la práctica habitual: “La gente de Santiago los coge una semana antes, ya tengo para volver varios viernes porque si no se agotan”. A unos metros, Rocío aguarda resignada por autobús durante varias horas debido a la falta de horarios “a horas prácticas” en la ruta por carretera a Pontevedra. “Os que non temos coche teremos que jorobarnos e estar aquí ganchillando” señala mientras calceta tras una consulta médica después del mediodía. En su caso, tuvo que viajar a primera hora de la mañana y aguardar a la vuelta hasta las 16:30 horas ya que la alternativa era ir un taxi desde Arcade hasta Vilaboa.
Y es que esa saturación de las distintas concesiones de autobús se ha agravado por la imposibilidad de programar más frecuencias de tren o la no recuperación de los 89 trenes semanales con origen y destino a Vigo que se suspendieron durante la pandemia.
En el tren con llegada a las 15:30 horas a Urzáiz también viaja Alfonso Marnotes, exportavoz del PP en Vigo reincorporado a su puesto funcionarial en la Xunta. A su caso suma la conexión con el bus urbano lo que provoca que cualquier retraso “se incremente exponencialmente”. Su caso destaca ya que hace un año presentaron una moción de apoyo a los usuarios del Eje Atlántico. “Se pedían más servicios, reposición de los eliminados por la pandemia y mejorar la fiabilidad y puntualidad. Es evidente que hemos ido a peor” reconoce a pie de andén. Aquella moción fue rechazada tras la intervención de la tercera teniente de alcalde, Elena Espinosa, única gallega en el Consejo de Administración de Renfe. “En el debate se llegó a que las protestas eran de una minoría y estaban injustificadas” recuerda cuando ahora la situación “es un clamor”. Al mismo tiempo lamenta que una línea tan costosa como el Eje Atlántico no esté siendo aprovechada por su gestión, algo “realmente difícil de entender”.
En el caso de Nerea, los bonos de Media Distancia le han permitido ir y volver todos los días a su domicilio en A Coruña. “En lo económico ayuda porque es muy caro” señala en referencia al alquiler en Vigo. Sin embargo, en varias ocasiones ha llegado tarde a clase por las mañanas –de tarde asegura no haber tanto problema– y aunque en la universidad se muestran comprensivos le han indicado que debe pedir un justificante a Renfe. Reclama más frecuencias a primera hora y por la noche ya que “cuantos más trenes estén disponibles más gente puede cogerlos y nos repartimos más”.
Más grave es el caso de Fernanda Daniele, quien tras dos años empleando a diario el tren entre Vigo y Santiago este se ha vuelto “completamente inviable”. Esta sanitaria en prácticas en el CHUVI señala que “la falta de puntualidad del tren” le obligó a mudarse al tener un horario fijo de entrada y salida que no puede cumplir, siendo una situación compartida con otros compañeros de Vilagarcía de Arousa. Precisamente en el tren madrugador que este martes registró una hora de retraso es habitual Lorena, quien reconoce que aunque le ha facilitado la vida para ir a trabajar a Santiago y A Coruña “son muchísimas las ocasiones que me ha perjudicado a nivel profesional y familiar”. Ha tenido que solicitar una flexibilidad horaria por las demoras que le obliga a regresar tres horas más tarde a Vigo por la falta de frecuencias, lo que genera una “enorme impotencia” ante la “frustración y el sentimiento de no poder llegar a tiempo”.
Preocupación hacia 2024
Las Asociaciones de Usuarios Recurrentes de las modalidades de servicio público de Ferrocarril de Media Distancia y Altas Prestaciones de Aragón, Castilla y León, Castilla la Mancha y Galicia emitieron un comunicado este viernes en el que trasladan su “enorme preocupación por las informaciones contradictorias al respecto de la continuidad de las ayudas al transporte público colectivo”. Consideran que estos 16 meses “no pueden quedar en una mera experiencia” ya que en las economías domésticas las condiciones que han motivado esta iniciativa pionera no han decaído”. Alimentos, combustibles, energía, gastos escolares y financieros vuelven a incrementar sus precios sin que esta vez el transporte pueda ser gratuito.
Por ello piden “al Gobierno y a todas las fuerzas políticas sensibilidad y responsabilidad” para que a partir del 1 de enero se prorroguen nuevamente o se efectúe “una revisión que ponga en valor el uso recurrente garantizando precios asequibles para usuario en todo el Estado” más allá del Cercanías.