El Hospital Povisa, el privado más grande de España y el responsable de prestar atención especializada a algo más de una quinta parte de las tarjetas sanitarias del área viguesa –en concreto, al 22% de los 567. 516 habitantes, según datos de 2022–, vuelve a cambiar de gerente. La Consellería de Sanidade ya está al tanto de la salida de José David Zafrilla del cargo, así como del nombre de la persona que le sustituirá: la doctora Ángela Guerra Pérez.
Desde el Grupo Ribera, sin embargo, no confirman esta información. Tampoco han realizado ningún comunicado oficial ni a la plantilla ni a sus representantes laborales al cierre de esta información. Mandos medios del hospital concertado sí estaban al tanto de que se habían iniciado entrevistas para cubrir el cargo.
Ribera Salud integró a Povisa en su grupo en diciembre de 2019. Por aquel entonces, ocupaba la Gerencia María Luisa Brandt, que había aterrizado allí en octubre de 2017 procedente de la empresa pública Galaria. No duró ni un año. En octubre de 2020 le sustituyó de forma “transitoria” el director operativo de este gigante de la sanidad privada española, José David Zafrilla. Estuvo nueve meses hasta que, en junio de 2021, cogió las riendas el jefe del Servicio de Anestesia, Rafael Cabadas, un médico de la casa. Se las devolvió casi dos años después.
José David Zafrilla regresó en abril de este año. “Mi ánimo es quedarme”, respondió a mediados de junio en una entrevista concedida a FARO DE VIGO. Sin embargo, ni tres meses después, vuelve a irse. El grupo sanitario valenciano, que ahora sostiene que el nombramiento de Zafrilla era “en funciones”, iniciaba entrevistas en verano para buscar un sustituto, tal y como confirman mandos medios del hospital concertado.
La sustituta será la doctora Ángela Guerra, directora y gerente del hospital Vithas Vitoria desde febrero de 2020 y hasta agosto del presente año, momento en el que se despidió comunicando a su círculo que su nuevo destino sería Vigo, al frente de Ribera Povisa.
La doctora Guerra Pérez está licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Valladolid y cuenta con diversos máster en administración y dirección. Antes de asumir la dirección gerente de Vithas Vitoria, fue gerente de desarrollo empresarial en Prounión, directora gerente del Hospital Recoletas Felipe II y Directora de Sanitas en Castilla y León.
El centro de la calle Salamanca está ahora en un momento delicado, en plenas negociaciones con la Consellería de Sanidade para la renovación del concierto singular por el que unas 126.234 personas –según los datos de la última memoria del Área Sanitaria de Vigo, del año 2022– del área sanitaria de Vigo recibe atención especializada.
El actual concierto, firmado en 2014, tiene una duración de 8 años, con posibilidad de habilitar dos prórrogas anuales. En el momento en que se activa una, ya no se interrumpe hasta que se cumplen los doce meses. En agosto de este año venció la primera, así es que en septiembre se activó la segunda, por lo que ahora ambas partes tienen de margen hasta el mismo mes de 2024 para llegar a un acuerdo. Aunque lo hiciera antes, en principio, no entraría en vigor hasta entonces.
El actual concierto está considerado como deficitario por Ribera Povisa. El hospital lleva ocho años consecutivos de pérdidas en su balance de cuentas y el grupo lo atribuye principalmente al concierto “desequilibrado”. Según lo expuesto en la entrevista concedida a este medio, Zafrilla confiaba en llegar a un pacto para evitar el segundo año de prórroga. Algo que no sucedió. Preguntado por si el centro aguantaría otro año en esas condiciones, respondió: “Estamos en una situación complicada, sí. Porque hemos seguido invirtiendo en las personas con esta actualización de sueldos que es un gasto importante. Estamos en riesgo, no por el hospital, sino por la pérdida de talento. Los profesionales y, sobre todo, los de alto nivel, tienen que ver futuro para apostar por el proyecto”.
La Consellería de Sanidade aseguró ayer que las negociaciones “van por buen camino”. Según diversas fuentes, el departamento autonómico se ha mostrado receptivo a asumir ciertas partidas presupuestarias que en la actualidad paga Povisa. Algo similar al acuerdo alcanzado después de que el centro de la calle Salamanca presentara preconcurso de acreedores, cuando se hizo cargo del coste de los medicamentos de alto impacto y pacientes no ingresados.
La pretensión de Ribera Salud es que la cuantía que la Administración le abona por cada tarjeta asignada tenga en cuenta la edad del usuario, ya que por el centro de la calle Salamanca optan más los mayores de 65 años.