Vigo, la quinta gran ciudad de España con menos puntos de carga de coches eléctricos

Suma casi 70, más del doble que A Coruña, pero lejos de urbes con población similar como Valladolid o Gijón, con un centenar aproximadamente

Se ubican en centros comerciales y párquines, ninguno en la vía pública

Un cargador de vehículos eléctricos.

Un cargador de vehículos eléctricos. / Iñaki Osorio

Resulta bastante curioso que la ciudad de España en la que más vehículos eléctricos se fabrican –en la planta de Stellantis de Balaídos– esté a la cola en el número de puntos de carga. Vigo suma cerca de 70 –con varios cargadores la gran mayoría de ellos–, según los datos que maneja Electromaps, una aplicación colaborativa para el móvil de gran uso en Europa. Esta cifra sitúa a la olívica como la quinta gran urbe del país con menos zonas para alimentar a automóviles eléctricos o híbridos enchufables: solo ve por el retrovisor a Las Palmas de Gran Canaria (con 11), Bilbao (21), Córdoba (44) y Alicante (63). Y territorios con una población similar, como Valladolid o Gijón, le superan en decenas, con 93 y 103.

Se trata de una cuestión preocupante si se tiene en cuenta que la falta de infraestructuras de carga es una de las grandes piedras en el camino de los vehículos eléctricos. También los son los elevados precios y la reducida autonomía, factor que se consigue mejorar con el paso de los años. Son las razones que explican la escasa presencia de este tipo de modelos en Vigo. Según los datos más actualizados de la Dirección General de Tráfico (DGT), del pasado mes de julio, hay 208 motocicletas, 52 furgonetas, 60 ciclomotores, 24 camiones, nueve autobuses y 505 turismos eléctricos. Estos últimos representan el 0,33% del parque total, es decir, algo más de tres de cada mil. Hace tres años, sumaban en la ciudad 225 unidades; en 2011, primer ejercicio con datos al respecto de la DGT, 28. Son guarismos muy alejados de los diésel o gasolina: el departamento de Tráfico registra en la urbe gallega actualmente 82.815 y 67.893, respectivamente.

Las casi 70 áreas de surtidores que se reparten por la urbe se concentran, sobre todo, en centros comerciales y párquines. Como destacó FARO esta semana, no hay ni un solo poste en los aparcamientos de la zona azul –también conocida como ORA (Ordenanza Reguladora de Aparcamiento) o XER (Xestión de Estacionamento Regulado)–a pesar de que, por contrato, debería ofrecer 27 antes de que empiece 2024. Parece difícil que la empresa concesionaria de este servicio municipal, Dornier, cumpla este compromiso a falta de menos de tres meses y medio para alcanzar el límite firmado.

También se necesitan puntos de carga de vehículos eléctricos en las vías de alta capacidad que conectan Vigo con las ciudades gallegas. El Mapa de infraestructuras de recarga de acceso público en España-Objetivos Fit for 55, publicado el pasado mes de junio por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), realiza un análisis de las vías de alta capacidad integradas en la Red Transeuropea de Transporte (TEN-T), de la que forman parte la AP-9 y la A-52. Señala que la autopista del Atlántico debería disponer de 16 puntos de carga con una potencia igual o superior a 250 kW –carga rápida– al cierre de este año, 32 antes de 2026, 91 antes de 2031 y 234 antes de 2036. Para la autovía de las Rías Baixas, establece la necesidad de cuatro puntos de carga con condiciones similares a los que se reclaman para la AP-9 antes de 2024, 13 antes de 2026, 57 antes de 2031 y 185 antes de llegar al año 2036.

Más allá de Madrid y Barcelona, que lideran con 569 y 402 puntos de carga de vehículos eléctricos, las grandes ciudades de España que mejoran las cifras de Vigo rondan o superan el centenar. A nivel gallego, la olívica domina el escenario con mucha diferencia. A Coruña suma menos de la mitad, un total de 28. Santiago de Compostela ocupa la segunda posición, con 36. Continúan la clasificación autonómica Lugo, con 27; Pontevedra, con 21; y cierra la tabla de urbes gallegas Ourense, con 17.

Aumento de la autonomía

La escasa autonomía es una de las pegas más comunes a la hora de rechazar los eléctricos, pero no parece que vaya a ser así siempre: estudiantes de la Universidad Técnica de Múnich batieron este mes el récord Guinness al recorrer durante 99 horas más de 2.573 km con un coche eléctrico y una sola carga de batería.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents