Las residencias de estudiantes rozan el lleno mientras la oferta de pisos escasea
Los centros privados de la ciudad ya han agotado sus plazas o tienen muy pocas libres
Ofrecen precios ajustados, comodidad y ambiente familiar y reciben alumnos, sobre todo, de los primeros cursos

La residencia O Castro, en el campus de As Lagoas-Marcosende. / ALBA VILLAR
S.P.
El curso en la UVigo arranca oficialmente en dos semanas y, a falta de una convocatoria de matrícula –del 2 al 4 de septiembre– y de que muchos alumnos en listas de espera en varias universidades aclaren su futuro, las posibilidades de encontrar alojamiento se reducen. Mientras la oferta de pisos es escasa, con precios desorbitados y condiciones en muchos casos mejorables, las residencias privadas de la ciudad ya han cubierto sus plazas o solo cuentan con alguna habitación disponible.
Los propietarios con los que ha contactado FARO han ajustado márgenes para que la subida de precios sea asumible y ofrecen servicios de limpieza y comida, entre otras comodidades, así como un trato familiar para atraer a los estudiantes. La mayoría son de los primeros cursos y proceden de Galicia y otros puntos de España, pero también de países extranjeros para realizar intercambios.
“Estamos al 100% desde el mes de julio. Los clientes están contentos, son muy bien recibidos y queridos y funciona el boca a boca. Un 40% de ellos se quedan de un curso para otro y la media es que se vayan a un piso con amigos después de 2-3 años porque buscan tener más independencia. Es lógico, pero aquí los seguimos queriendo y ya hemos ido a bodas”, asegura María Teresa Molares, propietaria de la residencia Bitácora, en la calle Carral, donde lleva cuatro décadas recibiendo a los estudiantes con idéntica “ilusión”.
Con precios “asequibles” a pesar del incremento del coste de la vida, una ubicación privilegiada y un “maravilloso” servicio de comida, el establecimiento abrirá sus puertas en septiembre para recibir a estudiantes “de diferentes carreras, distintos puntos de Galicia y España y también erasmus”.
En la residencia Gran Vía solo les queda libre una plaza, por lo que confían en conseguir como en cursos anteriores un 100% de ocupación. “Siempre llenamos, pero este año las listas de admitidos se han retrasado y las reservas han ido más lentas. La mayoría de nuestros estudiantes son de primer año, muchos de Magisterio y Enfermería de Povisa, y el 80% proceden de Galicia”, señala su responsable, Alicia Guimerán.
También han notado la demora en las reservas en El Portal, ubicada en la calle Príncipe. “Nos queda alguna habitación doble, pero confiamos en ocuparlas todas como en cursos anteriores. Este año ha ido todo más lento. La gente espera a que se cierren las listas en otras facultades de España en las que también piden plaza y no reservan hasta el último momento. Antes cerrábamos en julio, pero ahora podemos recibir peticiones hasta en el mes de octubre” , comenta Marta Penido.
“Repiten el 30%”
El alojamiento ofrece pensión completa todos los días de la semana y cuenta con habitaciones dobles e individuales con baño. “Alrededor de un 30% se quedan de un año para otro. La mayoría de estudiantes son de primer curso y alguno de segundo y lo normal es que acaben yéndose a un piso con amigos. Tenemos más chicas que chicos y la procedencia es muy variada, desde Galicia a Madrid y también Brasil”, añade.
Otra conocida residencia viguesa está completa al 100% desde julio con alumnos de ingenierías en su mayor parte. Y, aunque la mayoría de sus inquilinos este curso serán de primero, también han tenido estudiantes que completaron su carrera en el alojamiento.
La oferta de residencias incluye la del campus O Castro, que también es privada pero está adscrita a la UVigo y cada curso agota sus plazas. Y el hotel O Pazo también constituye una alternativa para los estudiantes, a los que ofrece habitaciones individuales para larga estancia, entre septiembre y julio, a media pensión y con los mismos servicios que el resto de huéspedes. “Este año hemos abierto dos nuevos apartamentos, uno de una habitación y otro de dos, y todavía queda alguna plaza. Pero hemos notado una demanda un poco mayor que otros años, quizá porque los alquileres están carísimos”, comenta su responsable, Raquel Lago.
Además de huéspedes de Galicia y del resto de España, el hotel contará este año con universitarios de México e India. “Estamos muy cerca del campus, tenemos una parada de Vitrasa al lado y el ambiente no es de un hotel al uso, somos como una familia”, destaca.

Valla publicitaria del campus residencial de Baiona. / JOSE LORES
El campus de Baiona, una idea que se consolida con universitarios de todo el mundo
El campus residencial de Baiona ha recibido unas 120 solicitudes para el próximo curso procedentes de todo el mundo, desde Latinoamérica a Taiwán e India. La iniciativa impulsada por la Asociación de Empresarios y Comerciantes (Aceba) busca dinamizar la economía y la vida de la villa más allá del periodo estival alquilando viviendas que permanecen vacías durante el invierno. Arrancaron en pandemia y durante el curso pasado tuvieron 50 residentes y las perspectivas para el que está a punto de empezar, a falta de que se concreten las solicitudes, son muy buenas.
“En total, ofertamos 39 apartamentos para todo el curso o por semestre. El proyecto funciona y la demanda crece. La idea es que suponga un empuje económico no solo para los arrendatarios, sino para toda Baiona. De hecho, ya se han conseguido cuatro frecuencias de transporte público, lo que beneficia a los estudiantes pero también a todos los vecinos de nuestro municipio y a los de A Guarda, Oia y parte de Nigrán por los que pasa el autobús hacia el hospital. Y la intención es aumentar la oferta de viviendas y seguir incrementando las frecuencias”, explica Pedro Rodríguez, que colabora con Aceba en la coordinación del campus.
Quienes se deciden por esta opción priorizan la tranquilidad y el entorno: “Hay algunos que se vienen desde Vigo, sobre todo, los de los últimos cursos, que ya tienen otras necesidades. Y también hay gente que ya no quiere compartir piso y la oferta aquí es más asequible”. Además de estudiantes que empiezan su recorrido en la UVigo, el campus también recibe a investigadores o profesores. Y Rodríguez rompe una lanza a favor de los alumnos: “Hay que dejar atrás el concepto de que vienen a hacer fiestas y vandalizar. No hemos tenido ningún problema ni con los propietarios ni con los estudiantes. Llegan con la idea de aprovechar el tiempo y las oportunidades. Son muy coherentes”.
Desde Aceba también promueven la construcción de una residencia en Baiona y, a la vista del éxito, incluso han recibido ofertas de pisos de otros municipios cercanos como Nigrán o Gondomar que no pueden incluir.
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