El juzgado mantiene en prisión al detenido por el crimen de la casa okupa

Su defensa solicitó la libertad provisional pero fue rechazada por riesgo de fuga al no disponer de arraigo | Continúan pendientes las pruebas de ADN

El investigado, durante el registro en la vivienda donde se produjo el crimen, el pasado mes de julio.   | // A. VILLAR

El investigado, durante el registro en la vivienda donde se produjo el crimen, el pasado mes de julio. | // A. VILLAR / e. villanueva

Cuando se cumple poco más de un mes desde que el Juzgado de Instrucción 4 de Vigo ordenó el ingreso en prisión del varón detenido por el apuñalamiento de Jhony A.A., el hombre de nacionalidad boliviana de 39 años, en las inmediaciones de calle Coruña, su defensa ha solicitado la libertad provisional del investigado, si bien esta petición ha sido denegada por el órgano judicial al entender que existe un posible riesgo de fuga.

Y es que el presunto homicida residía con la víctima y un tercer hombre en la vivienda okupada en la que se habrían producido los hechos. El juzgado entiende que esta falta de arraigo y las elevadas penas a las que se expone –tanto si la investigación determina que se trata de un homicidio o asesinato– motiva su continuación en prisión preventiva.

Lo que también continúa pendiente son los resultados de las pruebas de ADN realizadas. Y es que las pruebas genéticas serán claves: junto al cuchillo y la ropa de la víctima, se analizará la sangre de la vestimenta del detenido, para comprobar si, como se sospecha, coincide con la del fallecido. La geolocalización sobre todo, pero también el contenido de los teléfonos de ambos, también serán relevantes de cara a averiguar la verdad sobre lo sucedido.

Todo ocurrió la madrugada del domingo 16 al lunes 17 de julio, cuando el presunto agresor y la víctima regresaban de las fiestas de Bouzas. El ataque se produjo, según todos los indicios, ante la entrada de la casa abandonada. Allí cerca se halló el cuchillo, había sangre y se encontró también la mochila del fallecido con su teléfono móvil. Y hay un testigo clave, el compañero que vivía con ambos, un hombre de origen rumano y que declaró en sede policial que esa madrugada escuchó un ruido en la puerta, una discusión y a Jhony gritar: “Me clavaste”. Al salir, añadió, vio al investigado y al preguntarle por su amigo no le dio explicación alguna. La víctima sería hallada poco después a bastantes metros de allí, tirada en un callejón con unas tres puñaladas en pecho y costado, sin que los sanitarios del 061, pese a los intentos, lograran salvar su vida.

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