Para muchos de sus pacientes, ellas son el enlace que los mantiene en contacto con la sociedad. Son las ocho profesionales que integran el Equipo de Continuidad de Cuidados del Área Sanitaria de Vigo. Integran una de las tres patas de la sección de Rehabilitación del Servicio de Psiquiatría del Complejo Hospitalario de Vigo (Chuvi) y tienen su base de operaciones en el Nicolás Peña, pero se pasan buena parte de la jornada recorriendo el área sanitaria. Este equipo atiende en su domicilio a 110 pacientes con trastorno mental severo que, por algún motivo, no pueden trasladarse hasta la consulta.
“Lo ideal es que ellos se desplazaran a las unidades ambulatorias de salud mental”, explica la psiquiatra de este equipo, la doctora María Puime Míguez. Pero no siempre es posible. Puede que no sean capaces por la gravedad de su enfermedad, porque viven apartados, porque tienen dificultades para llegar...” Este departamento es “una manera de vincular a los pacientes” y continuar con sus cuidados desde el sistema público. Trabajan con ellos para ir “normalizando” su situación hasta que puedan acudir por sí mismos a las consultas. La médica cuenta que “algunos consiguen estabilizarse y ser más autónomos, pero otros no llegan a hacerlo”. El tiempo que están en el programa es variable: “mínimo, de dos a tres años y hasta los diez o quince”.
La psiquiatra cuenta que esta asistencia es “fundamentalmente psiquiátrica”. Con los pacientes hacen un trabajo clínico de seguimiento de su evolución clínica, pero este equipo de profesionales también atiende “otro tipo de necesidades”. Les pueden ayudar a realizar gestiones con diversas empresas, como la contratación de telefonía u otros servicios, o les pueden acompañar a hacer compras, al banco o a consultas, como la de Odontología, Podología... “Lo que necesiten”, añade en referencia al ámbito sociosanitario, de entrenamiento de habilidades sociales o de la intendencia doméstica.
Y es que muchos de sus pacientes tienen un limitado nivel de autonomía y “la mayoría –no todos– viven solos”, por lo que carecen de apoyos y, además, sus recursos suelen ser limitados. Así es que para un porcentaje importante de sus usuarios ellas son “el contacto social que mantienen”. Entre ellos se crea “un vínculo de confianza y respeto”.
Disponibles al otro lado del teléfono
Ellas les ofrecen “disponibilidad”. Los pacientes cuentan con unos números de teléfono a los que pueden llamar cuando lo necesiten de lunes a viernes hasta las 18 horas. Por eso no trabajan con agenda, sino que se desplazan allí donde les necesitan con los dos turismos con los que cuentan en el equipo. La frecuencia con la que los ven también “depende de lo que necesite” cada usuario. “Puede ser de más de una vez por semana, semanal, cada quince días, cada mes, cada dos...”, detalla la doctora Puime.
Son pacientes graves y, a veces, con patología subaguda. Por lo que los profesionales del Equipo de Continuidad de Cuidados tratan de estar “más en contacto, más atentos a si sufren alguna descompensación”, con el objetivo de evitar visitas a urgencias o ingresos.
El equipo cuenta con cuatro técnicos de cuidados auxiliares de enfermería (TCAE), dos profesionales de Enfermería con especialidad en Salud Mental, una trabajadora social y la psiquiatra María Puime. Por el momento, con este equipo logran absorber la demanda que se crea en el área sanitaria de Vigo, aunque cuentan que está previsto que crezca en un futuro.
Hace poco que este equipo recibió un premio en el XIX Simposio Nacional sobre Tratamiento Asertivo Comunitario en Salud Mental por un programa que han puesto en marcha este año de Apoyo a la Continuidad Asistencial.
Con este sistema pretenden mejorar los hábitos en salud mental de pacientes con enfermedad mental grave y, sobre todo, ayudarles en su relación con el sistema sanitario. ¿Por qué lo hicieron? Porque a través de su experiencia detectaron que estos pacientes dejaban de acudir a las consultas porque se olvidaban o por la apatoabulia que caracteriza su enfermedad. Además, su trastorno suele llevar asociado hábitos de vida poco saludables
¿Cómo actúan? Recordándoles las citas pendientes de Atención Primaria o de especialidad hospitalarias y confirmando que han entendido las indicaciones recibidas, en los casos de una elevada autonomía; hablando además con estos especialistas para explicarles la patología que padecen, cuando su autonomía es más limitada; o incluso acompañándolos a las consultas, cuando el deterioro cognitivo ya es más severo y no disponen de cuidadores.
El perfil del usuario: de los 20 a más de 60 años con bipolaridad o esquizofrenia
El Equipo de Continuidad de Cuidados atiende pacientes diagnosticados con algún trastorno mental severo. Según explica la psiquiatra María Puime Míguez, las principales patologías con las que se encuentran son esquizofrenia y trastorno bipolar. Algunos de ellos están en un estado subagudo. La edad es muy variable: Desde los veintipocos hasta más de 60 años. Y no hay demasiada diferencia en cuanto a la cantidad de hombres y de mujeres. Este equipo tiene su base de operaciones en el Nicolás Peña. En el mismo hospital en el que están ubicadas las otras dos áreas de la sección de Rehabilitación de Psiquiatría: el área de hospitalización de pacientes de larga estancia y el hospital de día de Salud Mental.