La UVigo probará un traductor automático para personas sordas en Urgencias del Cunqueiro
La aplicación, financiada por el Ministerio de Ciencia, ayudará a valorar la situación del paciente mientras no llega el intérprete

José Luis Alba, Maribel Pozo y Maruxa Cabeza, ayer en el edificio Miralles. / DUVI
Los avances desarrollados desde hace años por ingenieros y lingüistas de la UVigo en colaboración con la comunidad de personas sordas están a punto de llegar al entorno hospitalario. El proyecto SignaSalud, financiado por el Ministerio de Ciencia en su convocatoria prueba de concepto, testará en 2024 un traductor automático en el servicio de Urgencias del Álvaro Cunqueiro que facilitará la primera clasificación del paciente y permitirá ganar tiempo hasta la llegada de un intérprete en lengua de signos.
El diseño de la aplicación, que utiliza técnicas de inteligencia artificial y aprendizaje profundo, arrancó en diciembre y da continuidad a otro proyecto nacional anterior, SignaMed, financiado por la Fundación Española para la Ciencia y Tecnología (Fecyt) y que dio lugar al primer diccionario de términos médicos y de salud accesible en lengua de signos española (LSE) y que ya cuenta con 320 signos y 231 definiciones. En este nuevo proyecto también participan la Federación de Asociacións de Persoas Xordas de Galicia (Faxpg), Asorvigo y la empresa ELDS y se han unido el Sergas y Balidea.
José Luis Alba, del grupo de Tecnologías Multimedia (GTM) del centro atlanTTic, y Maruxa Cabeza, del de Gramática, Discurso y Sociedad (Grades), expusieron ayer los resultados de SignaMed en el evento de clausura celebrado en el campus vigués y, acompañados de los distintos socios, adelantaron los detalles de su nuevo proyecto.

Investigadores involucrados en el proyecto. / DUVI
“Las personas sordas están muy cansadas de que se les prometan cosas y queríamos hacer algo que tuviese resultados en un corto periodo de tiempo. Llevan muchos años reclamando intérpretes de guardia, algo que no existe, y los que facilitan desde las asociaciones no son suficientes, están saturados de trabajo. La idea de este sistema no es sustituirlos, sino prestar apoyo cuando no hay esa disponibilidad”, destaca Alba.
De esta forma y a través de una tablet, la aplicación realizará una serie de preguntas del protocolo de Urgencias grabadas en LSE, que ya han sido facilitadas por el Sergas e interpretadas por Faxpg y Asorvigo, y las respuestas del paciente serán traducidas automáticamente. Además, cualquier comentario de interés del personal sanitario aparecerá como texto escrito en la pantalla.
La empresa Balidea garantizará la accesibilidad y viabilidad del traductor y ELDS colaborará en la grabación del contenido y un microcurso para el personal sanitario. “El proyecto tiene una duración de dos años y la idea es llevar a cabo la prueba de concepto a la vuelta del verano de 2024. Intentaremos hacer un simulacro lo más real posible en Urgencias del Cunqueiro”, avanza Alba.
El investigador también pide la colaboración de la comunidad sorda para que, a través de la plataforma Signamed, graben sus propios vídeos signando frases para poder entrenar y enseñar a la inteligencia artificial a reconocer la lengua de signos.

Grabación de un vídeo a través de la plataforma SignaMed. / Duvi
Los expertos de la UVigo ya han mantenido varias reuniones con la supervisora de Urgencias, Montse Correa, y ayer Sol Cid reiteró la disposición del Sergas a colaborar en proyectos como éste que facilitan la comunicación en el entorno sanitario y brindan “empoderamiento y autosuficiencia” a las personas sordas, además de señalar la importancia de su implicación en el proyecto.
Los investigadores también contarán con la colaboración del Hospital Universitario Hospiten Rambla de Tenerife, donde la doctora Aleida Castro lidera un proyecto pionero para que personal sanitario sordo y con competencias en LSE atienda a estos pacientes. La facultativa, que intervino en la jornada a través de videoconferencia, participó en un interesante debate sobre las dificultades para incluir en el diccionario conceptos médicos que todavía carecen de su término correspondiente en LSE.
La vicerrectora Maribel Pozo, otra de las asistentes al acto, felicitó al equipo por un proyecto “absolutamente ilusionante” y con un “impacto positivo” en la sociedad.
Tanto SignaMed como SignaSalud parten del proyecto multidisciplinar Speech&Signs, que marcó una fructífera línea de colaboración entre los ingenieros del GTE de la Escuela de Telecomunicaciones y los expertos en lengua de signos del grupo Grades, de Filología y Traducción, con el objetivo de facilitar la convivencia, a través de la tecnología, “de grupos que conviven en la sociedad pero no se ven entre sí".
Los propios ingenieros llevan años formándose en LSE. “Es un tema que hemos cogido con mucho cariño e interés y eso se está notando en los resultados”, destaca Alba. La traducción automática de la lengua de signos está al nivel de la de las lenguas habladas hace 30 años, pero gracias a la inteligencia artificial su fiabilidad se alcanzará “en 5 años”.
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