Una investigadora de la UVigo gana un concurso nacional con un hilo en Twitter sobre su tesis

Vanesa Sanz, seleccionada entre cerca de 400 participantes de 47 universidades: ”Divulgar es una deuda con la sociedad”, asegura

Vanesa Saenz y su hilo de Twitter

Vanesa Saenz y su hilo de Twitter / FdV

Sandra Penelas

Sandra Penelas

Veinte tweets le han servido para revelar las “pócimas mágicas” que le han permitido “transformar la basura en oro” y ganar la tercera edición del concurso nacional de hilos sobre tesis impulsado por la CRUE. Vanesa Sanz Llorens se impuso a los otros 383 aspirantes de 47 universidades españolas con un divertido relato amenizado con vídeos, imágenes y gifs para explicar la investigación desarrollada en el grupo de Biomasa y Desarrollo Sostenible (BioDeSost) del campus de Ourense.

“Ha sido una sorpresa, estoy muy contenta. Los otros hilos tenían muchísima calidad y no me lo esperaba. La divulgación me gusta muchísimo y creo que es necesaria, pero hacerla a través de una pantalla en lugar de cara a cara me parecía raro. De hecho, es la primera vez que hago algo así y de las pocas veces que me he metido en redes sociales. Pero ahora me estoy pensando hacer algo en serio”, admitía ayer entre risas Vanesa, precisamente el mismo día que se estrenaba como investigadora doctora junior en la Universidad de Valencia, su tierra natal.

“No puede haber más buenas noticias en una semana. Estoy en una nube”,

Vanesa Sanz Llorens

Vanesa Sanz Llorens

Vanesa Sanz Llorens / UVIGO

Vanesa se desplazó a Vigo hace unos años para cursar un máster y después desarrolló su doctorado durante otros tres en el grupo ourensano bajo la supervisión de Loly Torres y Herminia Domínguez, que fueron las que la animaron a participar. “Soy valenciana, pero Galicia es como mi segunda casa. También es mi tierra querida”, asegura.

En su investigación utilizó residuos agroindustriales – restos de poda de té, descartes de hojas, lúpulo prensado seco utilizado en la fabricación de cerveza o algas– para elaborar geles con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antibióticas con interés para su aplicación en biomedicina, alimentación o la industria farmacéutica.

Y hacer esta magia requiere de complejos procesos detallados en una tesis de 400 páginas y que ella ha sido capaz de sintetizar en su hilo. “A veces no le damos importancia a lo que investigamos, se hacen muchísimas tesis, pero yo estoy orgullosa de poder dar a conocer mi trabajo y de que la gente lo lea y opine. Cuando haces la tesis la presentas ante el tribunal y ya está, se queda ahí. Pero de esta manera, la sociedad puede descubrir que hacemos cosas chulas. Muchas veces nos preguntan para qué sirve el dinero en investigación o a qué nos dedicamos metidos en los laboratorios. Hay que hacer esfuerzos para divulgar nuestro trabajo y que sirve para algo”, reivindica.

“Me encanta la divulgación y creo que es muy necesaria. Sacar adelante una tesis es muy exigente, pero también tiene esa parte de traspasar el conocimiento a toda la sociedad. Al fin y al cabo, son ellos los que pagan mi trabaja. Es una especie de deuda. Y hay que hacerlo de todas las maneras posibles. En redes, pero también en colegios y con chavales para que ellos también sean partícipes de la ciencia”, defiende.

"Fue muy complicado trasladar el mensaje para que mi primo o mi madre, que no manejan los mismos conceptos científicos, lo puedan entender"

Pero para “acercarse” a los ciudadanos, los científicos deben modificar su lenguaje. “El registro de un catedrático no es el de un chaval de un instituto. Cuando haces la tesis te mueves en un ambiente muy técnico y mi base es escribir artículos científicos. Fue muy complicado trasladar el mensaje para que mi primo o mi madre, que no manejan los mismos conceptos científicos, lo puedan entender. Fue casi como traducir”, explica sobre la complejidad del certamen.

Pese a todo, Vanesa también se divirtió durante todo el proceso, para el que contó como cámara y “referente” con su hermana Xusa, que se dedica a la divulgación en el ámbito sanitario.

“Me grababan ella y mi cuñado y estaban súpermotivados. Me lo pasé genial y me divertí muchísimo. Las tomas falsas darían para una continuación del hilo. Tengo a la familia deseando que los invite a una paella”

La UVigo eligió a Vanesa entre todos sus candidatos para competir en la fase final con los otros finalistas de las otras 46 universidades y el segundo y el tercer puesto recayeron en la Autónoma de Madrid y Castilla La Mancha. Ella estaría encantada de regresar a Galicia para celebrar el premio y reencontrarse con sus compañeros y tutoras, además de volver a disfrutar de una buena empanada. “Lo echo de menos”, admite.

Tras defender la tesis a finales del año pasado, la valenciana tiene la oportunidad de seguir su carrera investigadora y el premio es un impulso más en su trayectoria: “No me puedo sentir más agradecida con todo el mundo. Estoy muy contenta de poder continuar con la ciencia, hacer lo que me gusta y retarme cada día a seguir en este gremio que no es fácil. Ahí seguimos luchando por sacar adelante la investigación en este país”.

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