La lucha más solidaria contra la brecha digital

Voluntarios del proyecto Informática Solidaria recuperaron más de 500 ordenadores, tabletas o televisores en tres años para entregar a organizaciones sociales y ciudadanos con menos posibilidades

Joshua, el primero por la izq.,y González, el primero por ladcha., con participantes enel proyecto.   | // JOSÉ LORES

Joshua, el primero por la izq.,y González, el primero por ladcha., con participantes enel proyecto. | // JOSÉ LORES / José Lores

La pandemia trajo bajo el brazo la explosión del teletrabajo y la teledocencia… y también de la solidaridad. Un claro ejemplo en Vigo es el proyecto Informática Solidaria, que, desde la irrupción del COVID-19, ha logrado resucitar más de 500 dispositivos electrónicos para donárselos a entidades sociales y particulares con falta de recursos: ordenadores de mesa y portátiles, tabletas, teléfonos o incluso televisores. Es una acción que busca disminuir la brecha digital, es decir, la dificultad para acceder a estos medios, que acentúa la desigualdad en un mundo que se entiende cada vez más en clave telemática.

“Recogemos equipos que no funcionan o están rotos. Nos los traen vecinos, pero también empresas o instituciones, como la Universidad”, explica José Carlos Mourelos, más conocido como Joshua, el padre de esta iniciativa, que lleva más de 20 años ligado al mundo del voluntariado. Destaca que en torno al 90% de lo que la gente dona se aprovecha; lo que no vale se lo lleva una empresa de recogida de residuos. “Suelen ser dispositivos en desuso o que no funcionan por algún motivo. Los arreglamos y los damos”, indica. Si se trata de piezas de gran valor, las envían al Museo do Videoxogo de Cangas. “La llegada de equipos siempre se ha equiparado a la demanda”, apostilla.

Para darles una nueva vida, cuentan con un equipo de más de una decena de voluntarios en los que hay gente con y sin conocimientos informáticos previos. “Tenemos lista de espera para apuntarse; necesitaríamos un espacio más grande, el actual se nos ha quedado pequeño ya”, indica con orgullo Joshua en la sede del proyecto, un local ubicado en el número 13 de la calle Barcelona, cerca de la Praza de España: le cede un espacio la asociación A Industriosa. Basta con echar un ojo al lugar para confirmar que precisan un lugar más grande: está repleto de torres de ordenadores de mesa, teclados, portátiles y pantallas.

“Colaboramos con Cáritas, Cruz Roja, Hoy por ti, Diversidades, Provivienda o Aldeas Infantiles. Además, incluimos perfiles de inclusión social para trabajar como voluntarios: personas con trastorno del espectro autista, dificultades en materia de salud mental, víctimas de violencia de género…”, detalla Joshua antes de apuntar que, para echar una mano, no hace falta saber nada sobre ordenadores, pantallas o demás elementos electrónicos. “Unos se enseñan a otros. Lo primero que hacemos es despiezar los dispositivos para que los participantes conozcan los componentes. Y vamos arreglando en función de las peticiones que haya”, señala.

Dispositivos almacenados en el local de A Industriosa, en la calle Barcelona.

Dispositivos almacenados en el local de A Industriosa, en la calle Barcelona. / JOSE LORES

El proyecto cogió un mayor impulso en 2021. La asociación de estudiantes IEEE UVigo, con la colaboración de la asociación Enxeñería Sen Fronteiras, comenzó una iniciativa que fue bautizada como Banco de Reciclaxe Electrónica en un espacio cedido por la Escola de Enxeñería de Telecomunicacións de la UVigo. “Durante ese camino, conocimos a la gente de Informática Solidaria, que llevaba más años metida en este tema, y empezamos a trabajar en conjunto: nosotros, en el espacio que nos cedió Teleco, y ellos, en el de A Industriosa –fomenta el empleo de la tecnología de forma responsable y la apuesta por el software y hardware libres–”, indica José Antonio González, uno de sus miembros.

Los objetivos del Banco de Reciclaxe Electrónica son promocionar las tecnologías libres y la soberanía digital, reutilizar equipos electrónicos para aumentar su vida útil y disminuir los residuos y extracción de materiales, promover la electrónica ética, luchar contra la obsolescencia programada y disminuir la brecha digital. Forma parte de la Rede de Bancos de Reciclaxe Electrónica de Galicia y, a su vez, sus miembros organizan charlas y talleres en institutos de secundaria para concienciar sobre estos temas.

Derecho a la reparación

El sábado 1 de julio, Informática Solidaria, A Industriosa, Enxeñería Sen Fronteiras y la asociación de estudiantes IEEE UVigo ponen en marcha un repair café en el Café Uf, en el número 19 de la calle Placer, entre las 5 y las 8 de la tarde. Se trata de una especie de taller en la que, con un refresco o una bebida caliente sobre la mesa, los organizadores enseñarán a los asistentes a dar una segunda vida a ordenadores u otros aparatos electrónicos que deberán llevar consigo.

Enlaces

- Formulario para donar ordenadores o echar una mano en el proyecto.

- Web sobre la Rede de Bancos de Reciclaxe Electrónica de Galicia con software libre de Galicia.

- Formulario para inscribirse en el repair café.

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