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Ejemplos de que “sí se puede”

Una veintena de adictos a la nicotina que dejaron de fumar con la ayuda de la Unidad de Abordaje del Tabaquismo de Lavadores se reúnen para compartir sus testimonios y animar a fumadores a seguir sus pasos

Exfumadores que lograron dejar esta adicción con la ayuda de la Unidad de Deshabituación tabáquica

Pablo Hernández Gamarra / Pedro Fernández

Natalia –que prefiere no revelar su nombre real– salía de la agresiva quimio que le estaban poniendo contra su linfoma, acudía al baño a cambiarse el gorro por la peluca para que nadie la identificara como paciente oncológica y, en la misma puerta del hospital, se encendía el cigarro. “Y si tardaban en venir a recogerme, ya iba el segundo”. Ahí se dio cuenta de que “había tocado fondo” y que no era capaz de dejar esa adicción sola. Así que recurrió a la Unidad de Deshabituación Tabáquica de su centro de salud, el único de todo el área sanitaria viguesa que cuenta con ella, el de Lavadores –en funcionamiento desde el 2012–. Ayer, una veintena de pacientes que lograron dejar de fumar con su ayuda se reunieron para decirles a los que aún están enganchados que “sí se puede” y que tienen mucho que ganar si lo hacen.

Cuando Loreto Figueroa Caride se reía con ganas, se ahogaba. Tenía una tos crónica que no se quitaba y sus catarros se convertían directamente en bronquitis. “Me vi al límite”, confiesa. “No voy a negar que me costó, pero si llego a saber cómo mejoras, lo hago antes”, asevera. Sabe que fue su decisión la que le llevó a dejarlo, pero también está convencida de que sin el apoyo de la unidad no lo hubiera conseguido. Por lo menos, a la primera. “No son solo pastillas”, subraya. Fue allí una vez a la semana durante tres meses y allí le dotaron de herramientas útiles para anticiparse a lo que iba a sentir y poder lidiar mejor con ello. Por ejemplo, en los momentos de flaqueza, cuando pensaba “una caladita no me va a hacer nada”. En “automático”, se contestaba: “Con lo que me está costando dejarlo, como para tirarlo por la borda por un segundo”. 

El domingo cumple seis años desde que lo dejó y desde que comenzó la transformación “en 180 grados” de su vida. A raíz del programa para dejar el tabaco, le hicieron una analítica en la que le detectaron diabetes y se sometió a una cirugía de reducción de estómago para combatir su obesidad. “Te vas concienciando de hábitos saludables”, cuenta y añade: “Hoy disfruto de la vida como nunca lo había hecho”. Su persistente tos desapareció, no se cansa al caminar, sube cuestas, hace deporte y –algo que le resulta especialmente placentero– sus manos huelen bien. Con lo que ahorró en cigarrillos montó una floristería.

“Es una lucha diaria”

Pilar Martínez

— Adicta a la nicotina

“Dejarlo no es fácil, pero cuesta menos de lo que parece”, asegura Sonia Pérez, una de las exfumadoras que ayer se dieron cita en Lavadores. “Me cuesta más dejar de comer”, le apoya Pilar Martínez. Esta mujer de 57 años llevaba fumando desde los 15, “menos un mes que pasó ingresada”. Su médico le insistió varias veces en que lo intentara, pero ella no pensó “que lo fuera a conseguir”, entre otras cosas, por su hipertensión. Se decidió porque, “cada dos por tres”, estaba con infección respiratoria. “Hasta aquí hemos llegado”, se dijo.

En la celebración de la vida sin humo que ayer les unió en Lavadores, estos exfumadores compartieron experiencias de cómo habían mejorado sus vidas y cómo dejaron atrás las cosas a las que les había llegado a llevar esta adicción: “Despertarme a las 3 de la mañana y salir a comprar tabaco”, recuerda uno. “Fumar colillas”, confiesa otra y puntualiza que eran propias entre las risas cómplices de los que la rodean. Unos destacan los beneficios para su salud. “Había días que consumía un bote de venolín entero, ahora no lo uso”, cuenta una asmática. Otros se centran en la “libertad” que da no depender de una sustancia que te hace dejar lo que estés haciendo y salir para consumir. Sin olvidar el ahorro económico. “Puede llegar a suponer una parte importante del salario”, destaca otro. 

Un hombre que presencia el encuentro pide información para conseguir que su hija lo deje de una vez. “Lo importante es que ella quiera”, le replican. Y es que todos coinciden en que esa es la clave: tener ganas de hacerlo.

Día Mundial sin Tabaco. Centro de Salud Lavadores. 2023

Unidad de Abordaje del Tabaquismo.

  • María Concepción González Ríos-DUE
  • Jorge Quintana Mirón-Médico de Familia
  • Carlos Gabian-Médico de Familia.

El acto de consumir tabaco, es decir, fumar, es una enfermedad crónica y adictiva reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero primariamente el origen es una conducta, que es un factor de riesgo de enfermedad. Además, la conducta lleva asociada una dependencia física de la nicotina, lo que hace muy complejo el abordaje de la cesación tabáquica. Se ha observado que muchos pacientes fumadores tienen enfermedades respiratorias, como asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Fumar se ha convertido en la primera causa de morbimortalidad evitable de España, por lo que el control de esta enfermedad es una prioridad para las administraciones sanitarias. Catorce años después de la primera ley antitabaco, en España se fuma tanto como antes de aplicarla. Tras la Ley 28/2005 –luego vino la 42/2010– que, entre otras cosas, prohibía fumar en bares, la publicidad y endurecía las advertencias acerca de los efectos sobre la salud, el consumo sí se redujo notablemente.

Los datos de la encuesta del SICRI realizada en 2021 indican que, en ese año, fumaba en Galicia el 20,8% de la población con 16 y más años. El consumo fue más elevado en los hombres (23,0%) que en las mujeres (18,9%); y en las personas de 25 a 44 años (27,5%) que en los otros grupos de edad . Así mismo, la prevalencia de personas que fuman a diario fue del 16% en población con 16 y más años, un punto porcentual menos que en 2018, llegando a un 21% en el grupo de edad entre 25 y 44 años, 8 puntos porcentuales menos que en 2018. Según los datos de la Encuesta Europea de Salud en España realizada en el año 2020, el 17,7% de la población gallega fuma a diario frente al 19,8% de la población española. El porcentaje de hombres fumadores a diario es superior al de las mujeres.

En España, estos últimos años se ha avanzado en políticas de control del tabaquismo, destacando la prohibición del consumo de tabaco en espacios públicos cerrados. Como consecuencia de la aplicación de esta normativa, la exposición ambiental de tabaco ha disminuido en lugares de ocio, con reducción de niveles de nicotina ambiental y partículas mayor del 90%. Además, se ha observado una reducción en los ingresos hospitalarios y en la mortalidad por infarto agudo de miocardio (13), descenso de las hospitalizaciones por enfermedad pulmonar obstructiva crónica y asma (14) y disminución del riesgo de nacimiento prematuro y bajo peso neonatal.

Entre los beneficios que aporta la cesación en el tabaquismo se encuentran los económicos, dado el coste que puede suponer el consumo frecuente de tabaco. Más importantes pueden ser los que se producen en la salud, como la reducción en el riesgo asociado para el paciente, la reducción de interacciones con los fármacos y tratamientos que recibe el paciente o el mejor control de patologías concomitantes, así como que aporta una mayor conciencia de la propia salud.

Los programas de cesación tabáquica suponen una manera eficaz de reducir la prevalencia del consumo de tabaco . Muchos fumadores y fumadoras quieren dejarlo pero no tienen recursos disponibles a dónde acudir para hacerlo. Por ello, si se facilitan programas de cesación, las personas acuden más a los mismos y, si están dentro del sistema sanitario, el éxito es aún mayor. En este sentido, una de las medidas de la estrategia MPOWER de la Organización Mundial de la Salud para hacer retroceder la epidemia de tabaquismo, es ofrecer ayuda para el abandono de tabaco, fortaleciendo los sistemas sanitarios para que faciliten asesoramiento en el marco de la atención primaria y apoyar iniciativas comunitarias junto con el tratamiento farmacológico de fácil acceso y bajo costo, cuando sea conveniente.

En 2012 el Servicio de Atención Primaria de Lavadores( Vigo) puso en marca una unidad específica  para la atención al tabaquismo. En la misma se desarrolla el programa de abordaje con dos líneas básicas de actuación: Terapia Grupal e Individual. Los programas multicomponente han surgido en los últimos años para mejorar la eficacia del abordaje del tabaquismo por parte de los profesionales sanitarios. El prototipo de programa multicomponente para dejar de fumar comprende tres fases sucesivas: una preliminar de preparación, la fase central de abandono del tabaco y una fase final de mantenimiento de la abstinencia. El abordaje tradicional del tabaquismo incluye una amplia variedad de herramientas potencialmente eficaces para lograr la abstinencia, entre ellas consejo individual-grupal, material de apoyo y tratamiento farmacológico. Las nuevas tecnologías ofrecen un modelo innovador de interrelación entre los y las pacientes y el personal sanitario y en la unidad del Servicio de Atencion Primaria de Lavadores se integran  como un elemento más en el programa asistencial.

La terapia grupal tiene como principal ventaja el aprovechar las posibilidades educativas y de refuerzo que el grupo aporta al encauzar a los fumadores en un proceso de cambio que requiere un esfuerzo. El grupo potencia y favorece los procesos de cambio, y posibilita que cada uno de los participantes lleve su propio proceso y su ritmo terapéutico. Escuchar y compartir diferentes ópticas amplía nuestras opciones de solución y nos hace más flexibles. Además, en el grupo, la conducta del fumador es confrontada con la de los demás participantes en un clima de respeto, lo que proporciona una sensación de apoyo y sentimiento de pertenencia a un grupo que activa procesos de identificación con los demás miembros. La cesación del consumo de tabaco como meta común es compartida por todos los integrantes.

Las personas adictas a la nicotina se encuentran con múltiples barreras para tomar la decisión de abandonar el consumo . La creencia muy extendida que no van a ser capaz de conseguirlo, la falta de motivación para el cambio y en muchos casos la dificultad de acceso a un dispositivo asistencial que le pueda prestar la ayuda necesaria, llevan a las personas a diferir sine die la decisión.

Aprovechando la celebración del 31de Mayo como el día Mundial sin Tabaco promovido por la OMS, la unidad de abordaje del Tabaquismo pone como protagonistas a los pacientes que a lo largo de los años han abandonado el consumo de nicotina con nosotros. El foco se pone en aquellas personas que tienen dudas y sienten la incertidumbre ante el proceso de abandono. Los ex fumadores toman la palabra en esta sesión grupal para decir públicamente que “SI SE PUEDE”. Una invitación hacer un intento serio para dejar de fumar y solicitar ayuda si lo precisan.

Otro aspecto importante de este evento es celebrar la vida sin humo, recordar los beneficios obtenidos con el abandono y revalidar el compromiso con la abstinencia. Se realizará una puesta en común entre todos los participantes y se cerrará el evento con la entrega de diplomas de exfumador, regalos, material sobre hábitos saludables y finalmente se hará un ágape.

Hospitalaria y Primaria, unidas frente al tabaquismo

“El tabaco mata, pero es posible dejar de fumar”. Ese es el mensaje que lanzaron ayer profesionales de Cardiología, Neumología, Oncología y Medicina de Familia del Área Sanitaria de Vigo, en el Día Mundial sin Tabaco.

Profesionales y directivos del Álvaro Cunqueiro en los actos del “Día sin humo”

Profesionales y directivos del Álvaro Cunqueiro en los actos del “Día sin humo” / Sergas

En el Hospital Álvaro Cunqueiro se organizó una sesión informativa y formativa para abordar el tabaquismo desde diferentes especialidades. Fue un encuentro en el que también participaron la Asociación Española contra el Cáncer y la Asociación de Pacientes Cardiópatas del área sur de Galicia (Sur sur cor). Además, se instalaron mesas informativas en el complejo de Beade, en el centro de salud Pintor Colmeiro y en el Nicolás Peña.

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