La jueza condena al desalojo de las okupas de la vivienda de la calle Pardavila

Otro juzgado sentencia también a un varón que residió ilegalmente en la misma casa antes de que lo hicieran las mujeres que están ahora

Los okupas llegaron a instalar alarma en la vivienda.

Los okupas llegaron a instalar alarma en la vivienda. / Marta G. Brea

Marta Fontán

Marta Fontán

El Juzgado de Instrucción 7 de Vigo ha condenado como autoras de un delito leve de usurpación a las dos mujeres que permanecen de okupas desde septiembre en una vivienda de la calle Pardavila. La magistrada ordena que desalojen la casa una vez la sentencia sea firme: dado que han recurrido el fallo, la abogada de la dueña de la propiedad, una viguesa afincada en Alemania, instará que dicho desalojo se efectúe de forma inmediata como medida cautelar.

La jueza impone a cada una de las condenadas 360 euros de multa, así como que indemnicen a la denunciante en 1.660 euros por consumos realizados de agua y luz, rechazando sin embargo que deban aportar cantidad alguna por los recibos posteriores a la fecha de juicio –entre ellos uno de 700 euros de Aqualia–, así como por los consumos de internet o los daños que se hayan causado en la vivienda, que “por el momento no se han podido determinar” y que “no se pueden atribuir sin más a las denunciadas” ya que, de forma previa a que entraran en la casa, había estado en la misma otro okupa. Un okupa que también acaba de ser condenado, en este caso por el Juzgado de Instrucción 1, que le impone el abono de 720 euros de multa y de 897 de indemnización por consumos de electricidad y agua, sin que se le hayan impuesto tampoco los eventuales daños en la casa.

En ambas sentencias, además, se rechazan las indemnizaciones por el gasto en billetes de avión que hizo la dueña del inmueble para acudir a los juicios a Vigo, así como las que se planteaban por daño moral. “En esa casa está mi ropa, la de mis padres, las fotos familiares... Quiero venirme con mi marido desde Alemania a vivir a España y no podemos entrar en la vivienda”, declaró esta mujer en una de las vistas ante la difícil situación que atraviesa al no poder disponer de la propiedad que heredó de sus padres.

En el juicio también se puso de manifiesto que desde que la vivienda está okupada hay un constante trasiego de gente y de coches de alta gama y que los okupas han instalado una alarma en la casa.