Los grandes retos que afronta el nuevo gobierno de Vigo

El equipo de Caballero encara el nuevo mandato con deberes en materia de infraestructuras, turismo, urbanismo o movilidad

“Concejales y concejalas, esto significa que, mañana a las 8, todos en el despacho para trabajar”. Fue uno de los mensajes que lanzó el alcalde, Abel Caballero, en su primera intervención tras conocer que revalida la mayoría absoluta en el Concello. Y con razón. En las próximas semanas, se constituirá un equipo de gobierno que, como prometió, responderá a la confianza masiva mostrada por el pueblo vigués. Superado con éxito el examen de las urnas, los nuevos pilares del Ayuntamiento deberán hacer frente a retos mayúsculos en materia de infraestructuras, turismo, urbanismo o movilidad.

Aprobar el PXOM

Uno de los grandes desafíos del nuevo equipo de gobierno es aprobar de forma definitiva la revisión del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM). Para lograrlo, deben obtener el visto bueno de la Xunta en los informes pendientes. Trae bajo el brazo la transformación de la ciudad a través de la recuperación del patrimonio industrial, la ampliación del polígono de Balaídos y del Parque Tecnológico y Logístico (PTL) de Valladares o la construcción de más de 50.000 viviendas –14.500, con algún tipo de protección–. La esperanza es que sirva para bajar el precio de los alquileres en la ciudad, en máximos históricos, al aumentar la oferta.

Cerrar las “heridas” del Casco Vello

El lavado de cara al que se ha sometido el Casco Vello en los últimos años es importante, pero todavía quedan dos grandes heridas abiertas en el corazón de la urbe. La Panificadora, tras décadas de abandono, está pendiente de su reforma integral para dar vida a un gran contenedor social. La justicia decretó la nulidad de la modificación del Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Casco Vello en este ámbito, por lo que se intentará encajar de la mano del nuevo PXOM. Otra asignatura pendiente es el desarrollo del Barrio do Cura: la semana pasada, el Concello aprobó de forma definitiva el proyecto de normalización de fincas en el ámbito del suelo urbano consolidado, acción que abre paso a la concesión de licencias.

Potenciar el servicio de bus urbano

El Concello licitó en abril un estudio técnico por 330.000 euros para analizar el futuro de la movilidad urbana sostenible y su concesión municipal, en manos de Vitrasa, con el objetivo de trazar el nuevo mapa de exigencias del autobús hasta el año 2035 una vez expire, dentro de dos años, la prórroga concedida a la empresa concesionaria, que se efectuó en junio de 2020: se amplió hasta 2025 el contrato con la firma del grupo Avanza, que gestiona este servicio desde el año 1994. El informe, que tendrá un plazo de ejecución de 10 meses, deberá incluir las necesidades de nuevo material móvil, las nuevas tecnologías que puedan influir de forma favorable, las técnicas de fidelización o las sinergias con otros servicios. Además, deberá incluir la supervisión de los viajes más significativos sin renunciar a las conexiones con las parroquias, una de las grandes demandas vecinales.

Mejorar los accesos a la ciudad

Es una materia que viene de antiguo. El nuevo gobierno local asumirá la responsabilidad de hacer realidad la humanización de la avenida de Madrid y la urbanización de la AP-9, pendientes del color político que tiña el Gobierno de España a partir del 23 de julio, día en el que se celebrarán las próximas elecciones generales. En el primer caso, el Concello y el Ministerio de Transportes preparan un nuevo convenio –el actual finaliza en 2024– para la reforma de esta arteria de asfalto por 16,2 millones de euros con un nuevo horizonte para su finalización: finales de 2025. Ayuntamiento y Ejecutivo central también se darán la mano para la cobertura parcial de la AP-9, recogida en el nuevo PXOM, y la urbanización de su entorno, actuaciones desgranadas por FARO en las últimas semanas aún sin fechas concretas. Se prevé que abarquen desde Alfonso XIII hasta los pasos de A Xorxa y A Trapa.

Impulsar las conexiones de la urbe

El nuevo gobierno municipal tendrá que avanzar en proyectos clave como la salida sur ferroviaria, la nueva A-52 en túnel hasta Porriño o el AVE directo a Ourense, actuaciones prometidas en numerosas ocasiones por Caballero y que dependen del Gobierno, por lo que, al igual que en el capítulo anterior, habrá que esperar por los resultados de las elecciones generales. También es fundamental potenciar el aeropuerto de Peinador: seguir apostando por las rutas internacionales y mejorar las frecuencias con destinos nacionales, sobre todo, Madrid. Son intervenciones que ayudarían a aupar el turismo en general y el de negocios en concreto, una meta que se han propuesto recientemente los agentes sociales de Vigo.

Instaurar la zona de bajas emisiones

El Concello trabaja en una ordenanza para concretar la aplicación de las zonas de bajas emisiones, que serán cuatro: dos en el centro, una en Bouzas y otra en O Calvario. La Ley de Cambio Climático y Transición Energética establece de plazo este año para que los municipios de más de 50.000 habitantes adopten planes de movilidad urbana sostenible.

Balaídos, la Biblioteca del Estado y el agua

Este mandato está llamado a ser el de la finalización de la reforma del estadio de Balaídos –el cambio de manos de la Diputación, que será presidida por el PP, podría alterar los planes para la grada pendiente, Gol–, pero también el de los pasos en firme para levantar la Biblioteca del Estado –proyecto pendiente de lo que suceda el 23 de julio– y solucionar el abastecimiento de agua. Una tarea más: conseguir que las islas Cíes se conviertan en Geoparque Mundial de la Unesco.

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