El “Ocean Defender”, la peculiar ‘captura’ de un pesquero vigués

El “Castelo” atraca en la ría de Vigo con la embarcación del aventurero Antonio de la Rosa, que ha transportado desde Malvinas

Un barco gallego rescata Antonio de la Rosa, el aventurero que estaba cruzando a remo el océano glaciar antártico grabando para Netflix

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“Sabía que lo dejaba en buenas manos”, cuenta el aventurero Antonio de la Rosa, tras comprobar como la embarcación con la que ha realizado “la expedición más arriesgada” de su vida, el Ocean Defender, entraba el jueves por la noche en la Ría de Vigo, gracias al auxilio que recibió por parte de un armador vigués.

Este empresario madrileño, a lo largo de 26 días, emuló la travesía que el explorador Ernest Henry Shackleton realizó a principios del siglo XX, desde Cabo de Hornos hasta la Antártida por el Estrecho de Drake y, de ahí, a las Georgias del Sur. Una singladura por “el océano más peligroso del planeta”. Lo hizo en el Ocen Defender, una embarcación de siete metros de eslora y 400 kilos de peso, autosuficiente, que surcó estas gélidas aguas combinando remos y vela.

El reto, filmado por Netflix, fue todo un éxito y el Antonio se muestra “muy contento” de haberlo conseguido. El problema llegó a la hora de remolcarlo –no podía ser de otra forma, con la dirección del viento en contra– de vuelta a Chile. El barco de apoyo “lo enganchó” y le hizo “un buen boquete”. Más de un mes estuvo esperando en las Georgias hasta encontrar una solución para traerlo de vuelta a España. Fue un armador vigués, propietario del Castelo, el que le brindó esa salida.

Al terminar la marea –la primera campaña del calamar en las Falklands–, el buque vigués lo trasladó de las Malvinas a Galicia. “Vino en cubierta, viendo el mar”, describe Antonio, que lleva ya un mes en Madrid y que esta semana viajó a Vigo para recoger a su compañero de aventuras. Aprovechó la ocasión para comer con el armador que, sin conocerse previamente, decidió echarle una mano.

El empresario reparará la nave para surcar en 2025 el último océano que le falta, el índico

Con el Ocean Defender sobre un remolque, el aventurero emprendió ayer el viaje por carretera hasta el astillero de Cartagena que construyó su embarcación. Espera repararla para lanzarse al último de los océanos que le queda por surcar: el Índico. Un nuevo desafío que planea llevar a cabo en verano de 2025.

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