Un extraordinario mes de abril a nivel festivo y de ocio ha llevado a los hoteles de la ciudad a anotar sus mejores datos de toda la serie histórica. Según la Encuesta de Coyuntura Hotelera publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) los establecimientos de Vigo registraron 75.955 pernoctaciones y 39.294 viajeros durante este mes, superando de esta forma los datos de 2022 –en los que a partir de marzo comenzó a desaparecer el efecto de la variante ómicron– y los de 2019.
Este dato llega gracias a dos factores clave. La coincidencia de los días centrales de la fiesta de la Reconquista con la Semana Santa en el cuarto mes del año y el notable aumento del turismo internacional, registrando un 48% más de extranjeros que en 2022.
Y es que el mercado foráneo se ha convertido en la principal fortaleza del turismo vigués en el noroeste peninsular. Si hace una década apenas registraban 4.423 viajeros en esta época del año en la ciudad, en este año han alcanzado los 13.973 visitantes, 4.500 más que en el año anterior., y 24.002 pernoctas.
Pese a la falta de rutas internacionales en un aeropuerto de Peinador que continúa con sus mejores registros de los últimos tres lustros –solamente con Londres desde marzo– el propio INE situó a Vigo como la capital del turismo extranjero en el primer trimestre gracias a la medición con teléfonos móviles.
De hecho, los 43.564 visitantes extranjeros en esos cuatro meses suponen rozar la suma de A Coruña (22.548) y Santiago de Compostela (21.361) en ese periodo.
De hecho, el turismo extranjero solamente había superado la cifra de los 10.000 visitantes en Vigo en 2018 (10.094) cuando Ryanair operaba cuatro rutas europeas que desde el año siguiente operaría desde Santiago: Dublín, Edimburgo, Bolonia y Milán.
El turismo nacional, por su parte, se mantuvo con 25.321 visitantes y 51.953 noches de hotel.
Este récord histórico llega de la mano del aumento de establecimientos (de 63 a 75), habitaciones (de 2.498 a 2.641) y plazas (de 4.560 a 4.803), aunque siguen sin ser cifras suficientes para absorber la demanda. Por poner en perspectiva, Santiago de Compostela cuenta con más del doble de establecimientos (162) y un 60% más de habitaciones (4.269) y plazas (7.862).
El único dato en el que todavía no se ha vuelto a superar los mejores valores de la serie histórica es en la estancia media, que se queda en 1,97 pernoctas por viajeros. La simbólica barrera de las dos noches solamente se superó en 2009, 2019 y 2022 durante el mes de abril.
La ocupación media de las habitaciones fue del 60,09% durante todo el mes, llegando al 70,82 –diez puntos más que hace un año– la tasa en las plazas ofertadas durante los fines de semana. Según los datos del Concello, el 53% de los turistas provienen de otras comunidades de España, mientras que los gallegos suponen casi el 11%.
Sin frenazo en el consumo
Después del éxito de las luces de Navidad, el sector turístico de la ciudad mostraba su temor de lo que podría ocurrir en los meses previos al verano. Sin embargo, la cuesta de enero no llegó en este mes ni en los siguientes. Pese al temor a una nueva recesión económica y una escalada aún mayor de la inflación que provocara cierres masivos como en otras ciudades, el consumo en establecimientos de ocio se ha mantenido estable incluso en febrero y marzo, cuando muchos restaurantes aprovecharon la “temporada baja” para tomarse las vacaciones.
Así lo constatan diferentes sectores de la ciudad como taxistas, ocio nocturno y restauración. Según los datos del INE, durante este mes se empleó a 538 personas en el sector de manera directa, recuperando de esta forma los niveles previos a la pandemia.
Máximas expectativas en un verano que puede batir récords
El buen arranque del año durante este cuatrimestre –el primero desde 2019 sin efectos colaterales por el COVID– ha llevado al sector a maximizar sus expectativas con este verano. Sin embargo, será a partir de mayo cuando se verá si realmente el fenómeno turístico en la ciudad durante los últimos años es capaz de consolidarse y tiene capacidad de crecimiento.
La “temporada alta” arrancó en primavera con la celebración de congresos y ferias –algunos de más de medio millar de participantes– y se prolongará hasta octubre con la celebración de Conxemar. Será en los meses centrales de verano cuando las estadísticas hoteleras y de transporte –con Peinador y los cruceros a la cabeza– deberán reflejar el impacto de los conciertos, la expansión de O Marisquiño o las Cíes en la hostelería local.