La UVigo fondea en una batea de Liméns microarrecifes para asentar bogavantes

Los expertos de EcoCost estudian si la materia orgánica que genera el cultivo de mejillón impulsa la biodiversidad | Los primeros organismos colonizarán las estructuras en meses

Sandra Penelas

Sandra Penelas

Los microarrecifes diseñados por investigadores de la UVigo para generar nuevos hábitats e impulsar la colonización por parte de especies como el bogavante ya están fondeados bajo una batea de la ensenada de Liméns. Los expertos del grupo EcoCost del Centro de Investigación Mariña (CIM) siguieron las maniobras en la zona a bordo del barco Fénix de Northcom Diving, la empresa que se encargó de instalar con éxito las ecoestructuras de hormigón.

El experimento forma parte del proyecto europeo Climarest y el plan inicial de los investigadores era ubicar los bloques biomiméticos bajo la batea experimental de Meira, pero tuvieron que abortar la operación hace unos días al comprobar que el primero de ellos se hundía demasiado en el fondo.

Afortunadamente, surgió la alternativa de Liméns gracias a la colaboración de un bateeiro y las labores de instalación de los bloques, de tres módulos cada uno y un peso aproximado de una tonelada, culminaron con éxito en la mañana de ayer.

“El objetivo principal del experimento es aprovechar la nieve orgánica que genera la batea para impulsar la biodiversidad en la zona. Y más adelante introduciremos bogavantes para comprobar si establecen allí una colonia”,

Jesús Souza

— Líder del proyecto

Hasta la costa de Cangas, y tras cargar los bloques en Astilleros San Enrique, también se desplazaron los investigadores Mariano Lastra y Jesús López, así como otros miembros del equipo, entre ellos, la doctoranda Paula Daban Losada, que realizará su tesis en el marco del proyecto y ayer pudo sumergirse tras las labores de fondeo de las estructuras.

“La zona donde se encuentra la batea es buena y tengo buenas sensaciones, no solo respecto a la colonización por parte de invertebrados sino también en cuanto a un aumento de la biodiversidad. Volveremos en tres meses y seguro que ya tendremos resultados”, confiaba ayer Souza.

Las estructuras disponen de cinco pequeñas placas que los investigadores retirarán en diferentes periodos –en 3, 6, 9, 12 y 15 o 18 meses– para comprobar qué comunidades se van fijando en estos nuevos hábitats. Y además de la biodiversidad, medirán la retención de carbono y la respiración.

Los resultados obtenidos bajo la batea se compararán con los de una zona de control, sin el gran aporte orgánico generado por la actividad acuícola. Para ello, los expertos de Northcom Diving también fondearon ayer dos de los doce bloques en una zona de Liméns fuera de los polígonos. Y además los investigadores muestrearán áreas sin microarrecifes tanto en los espacios libres como en los ocupados por el cultivo del mejillón.

Y en una fase todavía por determinar, y en la que colabora la Universidad de Alicante, se soltarán ejemplares juveniles de bogavante para impulsar la creación de una colonia. Los fondos de las bateas no forman parte de sus hábitats habituales, pero los investigadores ya han detectado algún individuo, junto con nécoras y centollas, en las ecoestructuras instaladas en el Puerto de Vigo.

La idea es marcar los ejemplares de Liméns para poder seguir sus movimientos con telemetría acústica y contar con la colaboración de los expertos del Instituto de Investigaciones Marinas-CSIC que ya cuentan con una red de este tipo en Cíes desde hace años para el seguimiento de distintas especies. 

Estructuras de hormigón con diseño propio y casos de éxito en el Puerto

Los microarrecifes de hormigón instalados en Liméns fueron fabricados por la empresa Saexco Galaica siguiendo el diseño de la spin-off de la Universidad BlueStructure. Su tamaño es mucho mayor, pero tienen un aspecto similar a los fondeados por el grupo EcoCost en el Puerto de Vigo dentro de su estrategia de Crecimiento Azul (Blue Growth).

Las estructuras colgadas de cuerdas en la dársena de A Laxe fueron colonizadas en poco tiempo por algas y otros pequeños organismos que atraen a crustáceos, mejillones y peces. Y en vista del éxito, el Puerto también les ha encargado los jardines marinos del proyecto Peiraos do Solpor, en Bouzas.

La iniciativa europea Climarest en la que se inscribe el experimento de Liméns tiene una financiación total de 8,5 millones de euros, de los que 235.000 corresponden a la UVigo. Participan una veintena de instituciones de siete países para diseñar soluciones que restauren y aumenten la resiliencia de los ecosistemas costeros. Entre las propuestas de estudio figuran la restauración de la zoostera y los bosques de kelp o microarrecifes para ostras en puertos.

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