La empresa Ucaglobal se constituyó en el año 2013 en Ourense para prestar servicios de avituallamiento a barcos. Año y medio después trasladó su sede al muelle de reparaciones de Bouzas, próxima a la actual nave de rederos. Un prolífico empresario –por el número de sociedades a las que está vinculado– entra en acción: se llama Eusebio Novás Hay, nacido en agosto de 1985.
Para entonces ya había sido condenado por estafa al Círculo Cultural Deportivo de Sanxenxo, del que era presidente, y estaba en situación de rebeldía procesal por el impago de más de 40.000 euros a una empresa de materiales eléctricos. Y con Ucaglobal empezaría con un negocio que lo ha traído ahora a la palestra, el de la compraventa de pescado, que continuaría con la creación de Congelados Cíes y la quiebra, en escasos seis meses tras hacerse con su control, de la emblemática Hiperxel.

Aunque esas transacciones de pulpos o merluzas con Ucaglobal eran virtuales, de mentira: un juzgado de Vigo acaba de condenar a Novás a 31 meses de prisión por sendos delitos contra la Hacienda Pública y falsedad en documento mercantil. El tribunal considera probado que fue él quien amañó pedidos falsos para recuperar importes de IVA: “No tiene duda esta juzgadora que quien dirigía y tenía el control efectivo es el acusado Eusebio”, reza el fallo, del Penal 2 de Vigo, contra el que cabe recurso de apelación.
Es un dictamen de máxima relevancia para las futuras acciones que habrán de investigar la quiebra de Hiperxel. Oficialmente, Novás no tenía vinculación alguna con la cadena de congelados –Iberconsa consumó su venta en junio de 2021–, aunque este periódico ha probado la existencia de ese nexo a través de Congelados Cíes, Inversiones Vinova o VIP Salnés.
“Es una obviedad señalar que no es necesario ser formalmente administrador de la sociedad para dirigir y gestionar la misma”
De hecho, la jueza exonera en esta causa a las personas que trabajaban en Ucaglobal, porque “sin duda eran meros hombres de paja, al margen de apariciones formales como administradores”. Y abunda: “El acusado ostentaba el control de toda esa operativa en la que participó de modo deliberado, a pesar de no aparecer como administrador”.
Lo que hacía Eusebio Novás era emitir facturas gravadas con IVA que se correspondían a compras ficticias de pescado, y a continuación ventas de esos productos exentas del impuesto “por tratarse de operaciones intracomunitarias o con destino a Canarias”. Así que obtuvo devoluciones por más de 28.000 euros; intentó ingresar otros 107.000 con la misma técnica, pero fue cazado por la Agencia Tributaria.
“Era el administrador de hecho de Ucaglobal. Nadie más se beneficia, no se ha aportado una alternativa lógica y plausible”, continúa la sentencia, del pasado 16 de marzo.
“La defensa ni siquiera afirma la realidad de las obras en la nave de Bouzas a que se refiere en las facturas”, que también usó con interés defraudatorio. En esa misma dirección, en la chabola número A14, constituyó la mercantil Ucasupply SL, en la que tampoco Novás aparece como directivo y que fue a liquidación voluntaria en julio de 2020.