La plantilla de Hiperxel clama en Vigo por una solución a la quiebra

Detrás del descalabro de una empresa hay muchas historias. Más de 300, en el caso de Hiperxel. Son las personas que componen su cuadro de personal, que suman varias nóminas sin cobrar después de que la compañía hubiese incumplido su plan de rescate y solicitado concurso voluntario de acreedores. Xeldist Congelados, sociedad que utiliza Hiperxel como marca comercial y que es propiedad de los fondos Certior y Resilience Partners, acumula un pasivo superior a los 10 millones de euros, sin ninguna garantía de futuro que permita reabrir las tiendas --los trabajadores, la mayoría mujeres, están en huelga-- y reactivar las ventas.

Un grupo de empleadas se ha manifestado esta mañana frente a la Ciudad de la Justicia de Vigo, clamando por una solución para sus puestos de trabajo y para que Hiperxel no desaparezca después de 35 años de trayectoria. Los primeros 33, de éxito y expansión, bajo el paraguas de su antigua matriz Iberconsa.

Congelados Cíes, el parásito que consumió a Hiperxel

La dirección de la empresa solicitó a su cuadro de personal un periodo de gracia para avanzar, en teoría, en unas negociaciones de venta de la cadena de congelados. Esas conversaciones no llegaron a término y saltaron por los aires cuando la Justicia determinó que el plan de reestructuración de deuda debía ser parcialmente anulado por aplicar quitas desproporcionadas a tres acreedores financieros.

Como ha demostrado FARO, fue la integración de Congelados Cíes dentro de la sociedad la que precipitó el colapso, a principios de 2022. Hiperxel se enfangó con esta operación en un complejo entramado empresarial en el que figuran Eusebio Novás Hay y Juan José Villamizar Velásquez. La Agencia Tributaria investiga al menos al primero, como máximo responsable de Congelados Cíes SL, por un presunto fraude contable.