Vigueses con una segunda casa: estos son sus lugares preferidos

El 15% de la población olívica tiene al menos dos viviendas | Sanxenxo, Cangas, Baiona o Nigrán, municipios preferidos para las casas de verano | Ninguno tiene inmuebles a su nombre en el extranjero, según el INE

Edificios al lado del mar en Vilagarcía de Arousa.

Edificios al lado del mar en Vilagarcía de Arousa. / Noé Parga

La primavera ya está aquí, los días van siendo cada vez más largos y los vigueses están pensando ya en las vacaciones. Año tras año, normalmente en torno a estas fechas, son muchos los que se plantean la posibilidad de hacerse con una segunda residencia en la que desconectar y descansar. Para buena parte de la sociedad sigue siendo un sueño, porque obviamente no se lo pueden permitir y solo aspira a a poder alquilar por unos días un apartamento o vivienda turística. Pero sorprendentemente, según los últimos datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 15% de los vigueses tienen una segunda residencia. Concretamente, son 47.719 los vecinos de la ciudad que además de su vivienda principal cuentan con al menos otro piso, apartamento o casa en propiedad.

La gran mayoría, más de 30.000, tienen lo que se conoce como casa de verano en otro municipio de la propia provincia de Pontevedra, fundamentalmente en la costa. Es decir, en todas las localidades turísticas que se le vienen a uno en la cabeza cuando llega el verano: Cangas, Sanxenxo, Portonovo, Nigrán, Baion, Cangas, A Guarda, O Grove, Vilagarcía de Arousa... Esos casi 50.000 vigueses con viviendas no habituales son una cifra considerable y superan por ejemplo con holgura a otras urbes gallegas como A Coruña.

La segunda preferencia de los vigueses a la hora de adquirir una segunda residencia es hacerlo en otras provincias gallegas más allá de Pontevedra. Es decir, en ciudades como Lugo, A Coruña u Ourense o en municipios de los alrededores. Llama la atención precisamente que los que eligen comprar casa de verano en Vigo son la tercera opción, siendo la elegida por 3.994 personas. 3.401, por su parte, tienen esa segunda vivienda en otra comunidad autónoma fuera de Galicia y, según los registros oficiales del INE, ningún vigués tiene propiedad alguna a su nombre en un país extranjero.

Pese a que son conocidas como casas de verano, muchas de estas segundas residencias son pisos que los propietarios compran como una inversión para realquilarlos como viviendas convencionales para inquilinos. Así, en la ciudad por ejemplo, estos pisos secundarios se sitúan en muchos casos en barrios residenciales como Teis, O Calvario o Coia.

Pero también, y cada vez más, los vigueses están apostando por convertir esas segundas residencias en alquileres vacacionales para sacar un mayor beneficio económico de estos inmuebles. Y es que hay que tener en cuenta que si un piso de dos habitaciones en el centro de Vigo se puede rentar como vivienda habitual por unos ochocientos euros al mes, esa cifra se puede triplicar cuando se habla desde el punto de vista turístico y portales como Airbnb. Además, tal y como ha venido informando FARO en los últimos tiempos, muchos propietarios apuestan por pasarse al alquiler vacacional también porque es un mercado mucho menos regulado que el convencional y por el temor a la futura aprobación e la nueva ley de vivienda impulsada por el Gobierno.

Condiciones

Las cifras de vigueses con pisos y casas secundarias son elevadas y relevantes teniendo en cuenta especialmente que para que un banco conceda una hipoteca para primera o segunda vivienda son diferentes, más exigentes en el caso de la vivienda no habitual. En líneas generales, si la vivienda es primera residencia, las entidades financieras suelen conceden una financiación del 80% del precio de las mismas (o incluso mayor si hay avales o el cliente tiene buen perfil en cuanto a solvencia financiera), pero si se trata de una segunda vivienda el porcentaje de financiación suele rondar el 60% del valor de compraventa del inmueble o de su valor de tasación.

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Aunque es cierto que los precios están disparados tanto en el alquiler como en la compra, es posible encontrar buenas oportunidades si se busca bien en el vasto mercado inmobiliario. En A Guarda, O Grove, Vilagarcía o Redondela, por ejemplo, actualmente hay pisos disponibles a la venta por debajo de los cien mil euros que son perfectos para pasar unas vacaciones junto al mar. En Vilagarcía hay un apartamento de 102 m2 a solo 150 metros de la playa que después de una rebaja por parte del propietario se puede adquirir por 95.000 euros. En el mismo municipio se encuentra otro piso listo para entrar a vivir con también unos cien metros cuadrados, vistas exteriores, amueblado, cocina independiente y tres dormitorios que está disponible por menos de 100.000 euros.

Uno de los más baratos está en Redondela, en este caso un ático reformado en el céntrico del municipio que no llega a los 80.000 euros y que dispone de dos dormitorios.

Todas estas propiedades están gestionadas por diferentes inmobiliarias.

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