El centro de chips fotónicos de Vigo, “polo de atracción” de talento e inversión
La fábrica se convertirá en “uno de los hitos más importantes de la transformación de la ciudad”, dice el delegado de Zona Franca, Regades | Firmas de todo el mundo se interesan por el proyecto
Desde la izquierda: Adrián Amoedo, Francisco Díaz, David Regades, Marta Castro y Francisco Soares. / ALBA VILLAR
El pasado septiembre tuvo lugar la constitución de Sparc, la compañía que se convertirá en el primer centro de producción de semiconductores fotónicos del sur de Europa y que tendrá Vigo como sede. El III-V Semiconductor Foundry and Advanced Photonics Research Centre nació con cinco socios promotores y cuatro financieros e institucionales. Para analizar su presente y futuro y lo que significará para la ciudad, la sede del decano de la prensa nacional acogió ayer a los representantes de las partes más reconocidas del proyecto, Zona Franca y la Universidad de Vigo, y a uno de los centros que forman parte del ecosistema tecnológico clave para su nacimiento, Gradiant. “Estamos viviendo uno de los hitos seguramente más importantes de la transformación de la ciudad”, reconoció el delegado de la Zona Franca en Vigo, David Regades, que aseguró que “dentro de otros 75 años [en alusión al aniversario del Consorcio] estaremos hablando de la influencia que tuvo la llegada de la fábrica de semiconductores”.
Regades fue uno de los ponentes del foro organizado por FARO y la propia Zona Franca, en el que también intervinieron Francisco Díaz, promotor de Sparc; Francisco Soares, CTO (responsable tecnológico) de Sparc y experto en fosfuro de indio, y Marta Castro López, responsable de Micro-Nanoelectronics & Photonics de Gradiant.
El delegado de la Zona Franca de Vigo, David Regades, siente como un “orgullo” el nacimiento de Spac y de un nuevo sector en la zona, el de la fotónica. Algo que cree que “no es fruto de la casualidad”. “Es fruto de la combinación de la industria, de empresarios y empresarias, de la universidad y esa capacidad que tiene la universidad de interactuar con la economía, de los centros tecnológicos...”, comentó el vigués, que resaltó la labor del Consorcio “como agente principal que está involucrado en los proyectos”.
Regades estima que la creación de la planta “va a situar en una revolución completamente industrial” a la ciudad “de forma disruptiva”, algo “similar a lo que se vivió cuando llegó Citroën”. “Fruto de ello es que ya en estos momentos nos están llegando empresas vinculadas al sector de los semiconductores buscando espacios en la ciudad para ubicar sus plantas”, remarcó.
El germen de lo que hoy se conoce como Sparc se comenzó oficialmente en marzo de 2021 en un acto en el que se presentó uno de los chips facturados por la Universidad de Vigo. Desde entonces, el proyecto dio pasos de gigante hasta convertirse casi en una realidad de cara a finales de este año, cuando está previsto que comiencen las obras. Según las previsiones, en 2025 la planta producirá de manera operativa la primera tecnología (arseniuro de galio) y a partir de esta misma fecha se iniciarán las actividades del Centro de I+D que permitirá facilitar la incorporación de la segunda tecnología (fosfuro de indio), consolidando además procesos que permitirán la producción de productos propios en la planta.
Eso será el futuro, pero por ahora, es el turno de la planificación. “Ahora mismo estamos elaborando la solicitud para ubicarnos en un terreno de la Zona franca, con la elaboración del anteproyecto del edificio y de la sala blanca para posteriormente solicitar licencia y comenzar la construcción del edificio”, señaló Díaz, promotor y CEO de la fábrica, que avanza negociaciones cerradas “con todos los proveedores” para la compra o la reserva del equipamiento necesario para empezar a trabajar.
Con eso en marcha, tras una primera inversión de 35 millones de euros (escalable hasta los 66 millones de cara a futuras ampliaciones), la otra gran pata son los clientes. El objetivo de Sparc es la fabricación de más de 1.500 obleas anuales, lo que supone unos 90.000 chips. Y los primeros, ya tienen dueño. “Tenemos compromisos de compra ya por escrito”, comentó Francisco Díaz, “fundamentalmente para telecomunicaciones, sensores de imagen y aplicaciones de automoción”.
De hecho, en este momento sus impulsores no están buscando más clientes. “Lo que queremos es ser capaces de abastecer el compromiso con los que ya tenemos y de poder darles un buen servicio”, completó el propio Regades. Además de reconocer que “va a suponer un gran reto para todos”, a su juicio lo mejor es “ir de forma progresiva”, porque así también lo señalan los expertos como Díaz o Francisco Soares, que reconocen haber tenido visitas de empresas de todas partes del mundo para conocer de cerca la iniciativa.
“Vamos a proveer de semiconductores a cualquier sector que lo necesite”
Francisco Díaz es la voz más autorizada para hablar de Sparc. Tanto por conocimientos como ser el principal promotor. “Hay que pensar que esto no es una industria tradicional”, comentó el experto, que asegura que la planta podrá “proveer de semiconductores a cualquier sector que lo necesite”.
La creación de la planta supondrá un imán para toda la cadena de valor al convertirse en “el núcleo que rodee a un grupo de empresas de ese sector, lo que a juicio de Díaz hará que más firmas desembarquen en la ciudad “en dos años”. “Antes de que se produzca la primera oblea veremos acuerdos con empresas grandes y con centros de conocimiento de nivel europeo que se van a ubicar ahí”, resumió.
El investigador recordó que el nombre de Vigo ya figura en las grandes conferencias del sector. “Todo el mundo sabe que Sparc va a estar ahí”, explicó Díaz, que valora que si el proyecto es ya un conocido para responsables de firmas como Google o Intel “es la mejor carta de presentación que puede haber”.
Talento
El proyecto, que incluirá un programa de formación de recursos humanos altamente cualificados, servirá también como polo para atraer conocimiento. Marta Castro lo sabe bien, ya que ella misma acaba de regresar a Vigo tras pasar seis años en Alemania. “Es una muy buena iniciativa para poder retener el talento”, apuntó la investigadora, que cree que “es una muy buena oportunidad para que gente que sale muy bien preparada de las universidades gallegas pueda quedarse y trabajar en investigación puntera”.
“Hay un ecosistema idóneo para Sparc; impulsará Vigo tecnológicamente”
La viguesa Marta Castro acaba de regresar a la ciudad desde Munich. Allí trabajaba nada menos que para Huawei y ahora impulsará una nueva línea de Gradiant con el objetivo de introducir la nanotecnología y la fotónica en los productos de telecomunicaciones del centro tecnológico. Y la iniciativa olívica de chips fotónicos tuvo mucho que ver en su vuelta. “Creo que hay un ecosistema idóneo para Sparc, con el momento perfecto y soporte de Europa. Si se hace bien y con cabeza, creo que la potencialidad del proyecto es muy grande a medio plazo”, estimó.
La investigadora, que cree que Sparc “impulsará Vigo tanto tecnológicamente como a nivel de conocimiento”, indicó que la investigación en fotónica requiere de “procesos bastante caros”_y que el tener una fábrica “en la puerta de casa”, como será esta planta, “no tiene precio”. “Con esto puedes trabajar mucho más rápido, con más confianza, con más puntos de control y de forma colaborativa; una gran ventaja”, explicó.
Soares añadió que la iniciativa que tienen entre manos es de “una industria que será muy importante en el futuro” y que “el mundo está caminando en esa dirección”. “Vigo tiene que estar presente ahí también”, indicó el CTO de Sparc.
El investigador portugués, “una de las personas que más sabe en el mundo de fosfuro de indio”, como lo definió Regades, explicó durante sus intervenciones que los semiconductores que fabricarán están ya “en varios productos que vemos todos los días”, como las luces led o los mandos de televisión. “Pero hablamos de una tecnología que evoluciona muy rápido”, avisó, “y para eso también es muy importante la universidad”.
“Es estratégico, porque es una industria que será muy importante en el futuro”
Según Francisco Díaz, la planta de semiconductores contará con “muchos procesos de fabricación”, por lo que el talento necesario no será todo de físicos o químicos. “Ahí va a haber ingenieros industriales, informáticos o técnicos de FP; Vigo tiene ventaja”, apuntó. Aunque vaticina que “va a ser difícil captar personal inicialmente”, después “va a ser fácil retener” esa mano de obra cualificada.
“Tenemos una universidad muy potente y que colabora directamente con la empresa, que no es lo normal”, recordó David Regades. Para el delegado de Zona Franca, los impulsores no se van “a conformar con la fabricación de los semiconductores fotónicos”, ya que de la mano del centro de investigación previsto podrán “fortalecer y blindar el proyecto para los próximos años”.
Un momento del Foro organizado por FARO. / RICARDO GROBAS
El proyecto crece con una “planta piloto” para nuevos desarrollos e investigación
El proyecto vigués para la planta de chips fotónicos y el centro de investigación asociado crece prácticamente con cada semana. Entre las empresas interesadas, los socios estratégicos y los trabajos propios de su creación, los promotores no paran. Y en breve se publicará la primera convocatoria para poder acceder a fondos Next Generation para microelectrónica y semiconductores, el llamado Perte Chip, del que se espera una movilización de 12.250 millones en inversión pública de hasta 2027. Sin embargo, la iniciativa olívica opta a “dos subvenciones distintas”. El delegado de la Zona Franca de Vigo, David Regades, avanzó que además de los apoyos “que van a ir directamente a la fábrica de semiconductores” están otras asociadas a “un proyecto colaborativo” que surgió incluso desde los propios ministerios implicados en la gestión del Perte. “Se trata de una Pilot Plan, que es una planta piloto de innovación y de nuevos desarrollos”, explicó.
Según comentó Regades en una de sus intervenciones, se tratará de “ayudas europeas distintas”, siendo en este caso de alta intensidad, “por encima del 70%”. “Para nosotros eso es un empuje al proyecto brutal”, comentó Regades.
Los promotores tienen claro que tanto la fábrica como la planta piloto “son dos proyectos paralelos” y “van a ser capaces de traccionar el uno con el otro”, lo que para el responsable de la Zona Franca representa “una doble fortaleza”.
De hecho, la idea es que con ambas instalaciones sobre la mesa Sparc va a tener la capacidad de cubrir tanto el desarrollo demandado por las empresas que se acerquen a España a solicitar soluciones para sus necesidades, como para poder llevarlas a la práctica. “En definitiva, es la gran revolución de un nuevo sector en Europa y que nace con una pata muy importante en la ciudad de Vigo”, resumió Regades.
El CEO de la firma, Francisco Díaz, comentó por su parte que el pasado diciembre se creó una asociación “totalmente privada”, formada por seis empresas y en la que también participa Gradiant “para estimular y dar a conocer la próxima creación de Sparc y las soluciones que puede aportar al resto de sectores”. Bajo el nombre de Aefos y la idea es que sirva para acompañar a la planta “en el desarrollo de tecnologías” y servir para “satisfacer las necesidades del mundo empresarial”.
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