La Universidad de Vigo constata que el ciclo menstrual aumenta el riesgo de lesión de las deportistas

Las autoras del estudio, de la Facultad de Fisioterapia, aconsejan incluir esta variable en los entrenamientos y la recuperación, sobre todo, durante la ovulación, la fase más crítica

Las investigadoras Iria Da Cuña Carrera, Rocío Abalo Núñez y Alejandra Alonso Calvete. |   // CEDIDA

Las investigadoras Iria Da Cuña Carrera, Rocío Abalo Núñez y Alejandra Alonso Calvete. | // CEDIDA / s. penelas

Sandra Penelas

Sandra Penelas

Los temas relacionados con la mujer siguen estando infrarrepresentados e infravalorados en la literatura científica y el impacto del ciclo menstrual en el rendimiento deportivo es uno de ellos. Investigadoras de la Facultad de Fisioterapia de la UVigo acaban de publicar un estudio en el que analizan los escasos estudios publicados hasta el momento en todo el mundo y concluyen que los cambios hormonales, sobre todo, durante la ovulación, que es la fase más crítica, incrementan el riesgo de lesión.

“Es un riesgo inherente a las mujeres y que los hombres no sufren. Tanto los profesionales de la salud como los del ámbito deportivo deberían tenerlo en cuenta y diseñar entrenamientos y programas de prevención y recuperación específicos. Los hombres tienen un rendimiento más lineal, pero las deportistas se sienten con más o menos fuerza, flexibilidad o energía en determinados momentos que están relacionados con su ciclo menstrual. Y esto es algo que no se está teniendo en cuenta”, destaca Alejandra Alonso, autora del trabajo junto con las investigadoras Iria Da Cuña y Rocío Abalo, y la exalumna Núria Martínez Fortuny, ya egresada de la facultad.

Partido de la Segunda Federación de Fútbol Femenino entre el Sárdoma  y el Getafe.

Partido de la Segunda Federación de Fútbol Femenino entre el Sárdoma y el Getafe. / JOSE LORES

Las cuatro realizaron una revisión sistemática de la literatura científica publicada desde 2011 hasta el año pasado y, de los 138 artículos seleccionados, solo ocho cumplían los criterios de selección.

Los estudios abordaban los efectos del ciclo menstrual en diferentes variables –laxitud, fuerza, control neuromuscular o temperatura, entre otros–. Las mujeres participantes estaban en edad de ovular, practicaban diferentes deportes al más alto nivel –solo en dos de ellos eran semiprofesionales o aficionadas– y las conclusiones obtenidas siempre eran las mismas. Las mujeres tienen que adaptarse a los cambios hormonales y esto las hace más vulnerables a lesionarse.

“Da igual las variables que se estudien, la edad de las mujeres y el deporte. El patrón se repite en futbolistas, gimnastas y atletas. Está científicamente demostrado que hay un mayor riesgo de lesión y que la fase de ovulación siempre influye en el rendimiento. Los resultados son muy claros. El control neuromuscular y la autopercepción disminuyen y también es menor la fuerza y la resistencia, por eso son más frecuentes las lesiones”, subraya Alonso.

Más cansancio y lesiones

Los propios fisioterapeutas son conscientes de esta realidad, pero faltan estudios científicos en este ámbito: “Hay variables sugerentes de lesión tanto en hombres como en mujeres. Pero en nuestra práctica profesional ya nos damos cuenta de este patrón cuando formamos parte de equipos deportivos. Durante la ovulación, las mujeres están más cansadas y acuden con mayor frecuencia a nosotros porque se lesionan o tienen alguna molestia. Sin embargo, faltan evidencias científicas que expliquen por qué ocurre esto”, reclama la investigadora.

“Lo que queremos con este estudio es que se empiece a prestar atención al ciclo menstrual, que se adapten los entrenamientos y se hagan programas específicos de prevención y tratamiento para poder atender a las deportistas de la mejor manera. Sobre todo, porque si se reduce el riesgo de lesión habrá mejoras en su rendimiento, llegarán a puestos más altos en sus competiciones o defenderán mejor su posición dentro del equipo”, argumenta Alonso.

El trabajo de las investigadoras de la UVigo acaba de ser publicado en International Journal of Environmental Research and Public Health , pero su intención es que también llegue a la sociedad. “Es importante que los profesionales de la salud divulguemos a la sociedad los resultados de estas investigaciones para que las propias deportistas los tengan en consideración y acudan a profesionales para asesorarse. Un ejemplo muy claro es el trabajo postparto. Hace unos años, pocas mujeres acudían al fisioterapeuta tras dar a luz y ahora existen clínicas específicas”, argumenta Alonso.

Una brecha por cubrir en los estudios sobre el funcionamiento y la salud de la mujer

El estudio de la UVigo se inscribe en una línea de investigación relacionada con la salud en la mujer y que aborda desde aspectos relacionados con la obstetricia y la ginecología, hasta el deporte y las disfunciones sexuales. “Desde nuestra experiencia, vemos que hay muchos temas que no se abordan en la literatura científica o que están infravalorados. Y ahí es donde queremos aportar. Intentamos promover que se conozca mejor el funcionamiento del cuerpo y la salud de la mujer”, señala Alejandra Alonso.

La musculación abdominal y su evolución es una de esas lagunas que quieren cubrir junto con los efectos del ciclo menstrual. Ya han publicado varios estudios clínicos en los que evalúan diferentes variables para determinar cómo se modifica con el paso del tiempo. Y en breve publicarán un artículo en el que comparan diferentes ejercicios para trabajar estos músculos después del embarazo.

“La musculatura es diferente en hombres y mujeres. Ya simplemente por el hecho de que hay diferentes vísceras en la cavidad abdominal. Pero esto no se ha estudiado en profundidad, ni tampoco qué ocurre en el postparto”, reconoce.

Además considera “trascendental” que los alumnos tengan acceso a todos estos estudios: “Es muy interesante que les enseñemos el impacto del ciclo menstrual, por ejemplo, porque cuando lleguen a ser profesionales en un equipo deportivo lo tendrán en cuenta”.

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