La histórica "Danmark" hace un alto en Vigo durante su viaje de estudios

La fragata de tres palos, que cumple 90 años, es una digna superviviente de la era de los grandes veleros

La fragata "Denmark" a su llegada al Puerto de Vigo

La fragata "Denmark" a su llegada al Puerto de Vigo / Foto cedida

Parafraseando la letra de la vieja copla, podía decirse que “llegaron en un barco de nombre extranjero y que eran rubios como la cerveza”. Se trata de los alumnos y alumnas del buque-escuela danés Danmark, que desde este lunes se toman un respiro de tres días en Vigo, haciendo un alto en su viaje de estudios organizado por la Escuela Marítima Politécnica de Frederikshaven, al norte del país, en el que el alumnado recibe clases teórico-prácticas de navegación. El curso es un paso intermedio entre la ESO y la universidad y consta de 20 semanas, de las cuales 13 son en tierra, y las siete restantes a bordo de esta preciosa fragata de tres palos y 26 velas construida en 1932 como buque de adiestramiento de aspirantes a oficiales de la marina mercante danesa. A bordo viajan 60 estudiantes y una tripulación de 15 personas según información de la agencia Pérez y Cía., que llegaron a Vigo provenientes de Cartagena.

Para participar de esta experiencia en la que se mezclan estudios y aventura dentro de un espacio reducido, lo que conlleva a tener que ensanchar la mente para socializar empatizando, los aprendices han pagado precios desde unos 1.800 euros para los menores de 18 años, hasta cerca de los 3.000 los que superen dicha edad, tasas que también dependen del nivel de aprendizaje que se desea adquirir. Aquí se asientan las bases para que los y las futuros marinos mercantes daneses puedan desarrollar sus carreras universitarias.

La Danmark, ya había pasado por Vigo en 1996 dentro de otro viaje de instrucción. Pertenece a la Autoridad Marítima Danesa y mide 77 metros de eslora por 10 de manga. En 1939, durante su visita a la Expo de Nueva York, fue sorprendida por el estallido de la II Guerra Mundial, por lo que se le ordenó permanecer en aguas estadounidenses para evitar ser capturada por los alemanes. En 1945 regresó a su país iniciando de nuevo sus viajes de prácticas de adiestramiento, un cometido que la mantiene activa hasta hoy como en sus mejores tiempos cuando acaba de cumplir 90 años, lo que la convierte en una digna superviviente de la era de los grandes veleros.