“Programadas” para cualquier desafío

Alumnas de Las Acacias rompen con la brecha de género en formación STEM al lograr el 1º y 2º puesto en la “First Lego League”, con dos proyectos de robótica sobre la eficiencia energética

Integrantes de los equipos STEAM GIrls y Las Acacias bot con sus inventos y las mesas de programación con los robots.   | // E.V.

Integrantes de los equipos STEAM GIrls y Las Acacias bot con sus inventos y las mesas de programación con los robots. | // E.V. / e. villanueva

Si se junta talento con ganas de trabajar, el resultado son dos trabajos que aúnan robótica, programación, tecnología y valores de premio. Como el que se han llevado trece alumnas del Colegio Las Acacias de Vigo que, divididas en dos grupos, se han alzado con el 1º y 2º puesto en la First Lego League con sendos proyectos científicos que resuelven un problema del mundo actual, en este caso, la eficiencia energética.

Dos alumnas, en un instante de la competición.   | // LAS ACACIAS

Dos alumnas, en un instante de la competición. | // LAS ACACIAS / e. villanueva

Y lo han hecho desde sus clases de Tecnología, rompiendo con la brecha de género que desde hace año impera con los conocimientos y formación STEM (acrónimo en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) pero que niñas como ellas han roto a base de trabajo, inteligencia , tesón y, en muchos casos ya, pasión y verdadero interés, despertando en ellas a su todavía muy corta edad vocaciones científicas y tecnológicas.

Equipos

El equipo STEAM Girls está formado por las alumnas de 2º ESO Blanca Longa, Julia Colsa, Marta Barreiro, Gala Lloves, Victoria Romero, Carlota Lorenzo, Alexandra Froiz y Antia Álvarez-Buylla y, gracias a su proyecto para producir energía al caminar, se han alzado con el 1º premio del certamen. “Consiste en generar energía con piezoeléctricos que al caminar o al roce, cuando ejercemos presión sobre ellos, generan energía que podemos conectar a cualquier cargador para luego conectarlo a cualquier otro dispositivo”, comenta una de las alumnas. “Se trata de una plantilla que tiene piezoeléctricos tanto por arriba como por la parte de abajo que rodeamos con goma eva para que a la hora de caminar no haga daño y para protegerlas”, amplía otra de las jóvenes.

Prototipo

El trabajo en equipo es fundamental para este tipo de proyectos, donde tan importante es el conocimiento en programación como el diseño del prototipo, la idea en sí misma o incluso la presentación del mismo. El 2º premio fue para el equipo de Las Acacias bot, conformado por Uxía Silva, Paula Terrón, Cayetana Silva, Alejandra Kozarzewski y Daniela Piñeiro, de 3º de la ESO. En su caso, su idea consistió en el prototipo de un brazo que produce energía con el calor del cuerpo. “Cuenta con unas placas Peltier que, por un lado cogen el calor del cuerpo y por fuera el frío del exterior. Llevarían la energía a un amplificador y luego a la batería que permitiría cargar el móvil. La idea es reutilizar toda la energía que perdemos en el día a día por nuestro cuerpo”, defienden sus integrantes.

Docentes

Al frente de ambos se encuentra Bernardo Longa, su profesor de tecnología y docente especializado en esta materia desde hace ya una década en el colegio concertado vigués. “Intentamos ya inculcarle estos conocimientos desde Primaria, empiezan a programar ya desde pequeños. Esta es su base, conocer los algoritmos y entenderlos. Luego el nivel ya cambia pero también es el momento en el que ven que estos conocimientos pueden tener aplicaciones en su día a día. Y ahí es donde empieza el verdadero interés”, defiende Longa, quien matiza la formación en valores que tienen la programación y robótica. “Hay niñas con más talento para la programación, pero hay otras con más talento para el diseño, otra al montaje de acoples... Cada una tenía su función y la clave aquí es ayudarlas a encontrar su función”, insiste.

Vocaciones

“Al final tenemos que exprimirnos al máximo y que si queremos hacer algo vamos a intentarlo una y mil veces hasta que lo hagamos”, comentan las alumnas, avales máximo de la necesidad de estas clases desde cursos cada vez más inferiores. “Las clases son muy importantes porque sin esa formación inicial no podríamos llegar hasta aquí, no podríamos haber hecho ni la mitad de cosas a la hora de programar, a la hora de diseñar, de pensar ideas... Es muy útil saber entender cómo funciona todo. Íbamos cambiando cosas, ideas, posibilidades; utilizamos la mayoría de nuestros recreos porque de verdad nos interesaba, dedicamos unos 70 minutos al día. No sé si esto será mi vocación pero sí quiero seguir aprendiendo”, concluyen al unísono las alumnas.