La unidad de demencias alerta: aumentan los pacientes solos y complica su atención

Las familias son una parte fundamental en el diagnóstico y cuidado | El recién estrenado dispositivo reserva dos consultas ante el “exponencial” crecimiento de la demanda

Desde la izq., la auxiliar administrativa Paloma, la enfermera Nuria Carrera, la neuróloga María José Moreno, la psicogeriatra Águeda Rojo, la neuropsicóloga, Lorena García, los enfermeros Andrea Fernández y Rodolfo Méndez y la neuróloga Marta Saavedra. |   // ALBA VILLAR

Desde la izq., la auxiliar administrativa Paloma, la enfermera Nuria Carrera, la neuróloga María José Moreno, la psicogeriatra Águeda Rojo, la neuropsicóloga, Lorena García, los enfermeros Andrea Fernández y Rodolfo Méndez y la neuróloga Marta Saavedra. | // ALBA VILLAR / A. Blasco

“Es un problema tremendo”, advierte el equipo multidisciplinar que compone la recién estrenada Unidad de Demencias del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi). Estos profesionales perciben que cada vez llegan más pacientes solos o con familias desestructuradas, lo que retrasa la detección de su patología, dificulta su diagnóstico y complica su tratamiento y cuidado. “Con un entorno formado e informado van a tener más posibilidades de llevarlo mejor”, destacan.

La familia del paciente es una pieza fundamental en la actuación de la Unidad de Demencias. “Trabajamos al unísono con ambos”, destaca la neuróloga María José Moreno. Los valoran por separado porque es tan importante lo que cuente el paciente, como la información que aporta su entorno. No es menor el papel que jugará luego: se le informará del diagnóstico –que se intenta alcanzar en ese mismo día–, de los pasos a seguir y de los recursos a su disposición. Asimismo se le formará en terapias no farmacológicas.

Como “la demencia no solo afecta al paciente, sino también al entorno” y “hay que cuidar al cuidador”, le ponen en contacto con la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer y otras demencias de Galicia (Afaga), cuya colaboración es esencial para la unidad.

El problema llega cuando no hay un entorno implicado para poder asumir estas funciones. En este punto tiene una gran importancia la labor de Trabajo Social. La creación de la Unidad de Demencias ha permitido que cuente con la colaboración oficial de una profesional en este ámbito.

El Chuvi dispone desde 2019 con una consulta de demencias dirigida por la doctora Moreno a la que podían derivar pacientes de forma directa centros de salud que cubren una población de 150.000 personas. El resto, se mandaban a Neurología. En septiembre del año pasado, el Sergas cumplió con una antigua promesa y creó en el Meixoeiro una unidad multidisciplinar destinada a estas patologías. Al equipo se incorporaba una segunda neuróloga, la doctora Marta Saavedra, y se podía abrir así el acceso directo a la población de toda el área sanitaria –se activó en noviembre, tras la formación en centros de salud–.

Por el momento, están percibiendo un aumento “progresivo” de casos, pero no el “bum” esperable. ¿Por qué? Para tratar de lograr un diagnóstico en el mismo día, los pacientes deben llegar de Primaria con una analítica y un TAC. Estos últimos tienen una demora de 60 días si son preferentes y 105 si no. “Empezarán a llegar en un par de semanas”, estiman las neurólogas, que por el momento atienden con una demora de menos de un mes.

Cuentan que el aumento de las personas con demencia es “exponencial” y que en 2050 se espera que el número se haya triplicado. Será esta demanda la que determine la ampliación de la unidad, pero la Gerencia del Área Sanitaria ya ha reservado dos consultas para ello. Una para el tercer especialista en Neurología y la otra para el profesional de Enfermería que trabajará con él. Las neurólogas estiman que se necesitará a medio plazo.

La unión de varios servicios

La gran ventaja de esta unidad, que está en sus primeras fases, es la multidisciplinariedad. Cuando las neurólogas tienen dudas en sus diagnósticos y es necesario evaluar las funciones cognitivas del paciente –memoria, lenguaje, atención, orientación...–, mandan al paciente a la neuropsicóloga Lorena García. Si se necesitan valorar trastornos conductuales severos de difícil control farmacológico o si la demencia cursa con patología psiquiátrica como la depresión –algo que es “frecuente”–, los remiten a la psicogeriatra, la doctora Águeda Rojo, que está integrada en la unidad dos de los cinco días de la semana. Además, atiende a aquellos pacientes psiquiátricos que, con la edad, también se demencian. La auxiliar administrativa Paloma, tiene la compleja tarea de coordinar sus agendas. El equipo destaca la importancia de la unidad de varios servicios: “Son diferentes puntos de vista que favorecen el abordaje y manejo y redundan en una atención muy personalizada”.

Atención Primaria es una “pieza clave” en el funcionamiento de este proyecto. Son los médicos de familia los que derivan los casos cuando detectan señales de alarma, enviándolos con analítica y TAC realizados. A ser posible, en la unidad del Meixoeiro se diagnosticará y se empezará el tratamiento en el mismo día. Tienen seis casos nuevos citados al día. Al terminar, la inmensa mayoría –salvo pacientes muy jóvenes, no controlados conductualmente o de causa genética– se derivan a su referente en Medicina de Familia, Enfermería y Trabajo Social de Primaria, para su seguimiento. Estos pueden remitir consultas telemáticas –e-consultas– a la unidad para resolver dudas. Las atienden en el mismo día y hacen una media de 30 semanales.

Investiga la evolución de aquellos con quejas cognitivas sin respaldo de test

A la Unidad de Demencias llegan pacientes con dos niveles de estas patologías. Se denomina demencia cuando ven afectado su día a día. Es moderada si tiene problemas, por ejemplo, para vestirse, y es grave cuando les afecta a la hora de hablar, de moverse o, incluso, de tragar. El otro nivel es el deterioro cognitivo leve. Sucede cuando los test empiezan a fallar y el entorno también se ha dado cuenta. Pero hay un tercer nivel de pacientes que acuden a su médico por sospecha de esta patología: yo creo que estoy perdiendo memoria, pero ni mi entorno ni los test respaldan esta hipótesis.

El equipo del Meixoeiro no ve a estos últimos, sino que recomienda a Primaria que los siga. Sin embargo, sí ha iniciado un estudio sobre ellos junto a la Unidad de Psicogerontología de la Universidad de Santiago. Harán un seguimiento en el tiempo para ver qué factores influyen para acabar en un deterioro cognitivo leve o demencia. También firmarán un convenio con la Facultad de Telecomunicaciones de la UVigo para aplicar TIC al diagnóstico y seguimiento de deterioro cognitivo.

El 40% de los casos se puede prevenir controlando doce factores de riesgo

Retrasar o prevenir la demencia puede estar en nuestras manos en cuatro de cada diez casos. Tal y como la Unidad de Demencias del Hospital Meixoeiro está tratando de difundir, los últimos estudios internacionales han identificado doce factores de riesgo en los que se puede actuar para reducir la incidencia de estas enfermedades.

Son mantener una dieta saludable; hacer ejercicio físico; controlar la hipertensión, la obesidad y la diabetes; no fumar; evitar el consumo de alcohol; dormir bien; tratar la hipoacusia –sordera parcial–; sortear el aislamiento social; esquivar la depresión; evitar los traumatismos craneoencefálicos; la polución del aire; estimular la mente y subir el nivel educativo de la sociedad –sobre todo, en los primeros años de vida–. En este último caso, las personas con mayor nivel de formación tienen una reserva cognitiva mayor que les da más recursos para que se perciban menos los efectos de las demencias. Desde la unidad defienden la necesidad de hacer campañas de prevención en este sentido.

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