El tirón de las luces eleva a casi 110.000 los afiliados en Vigo en su mejor diciembre

Además de los intangibles como el ocio y el impacto internacional, la Navidad de Vigo sigue sumando datos que afianzan su éxito e impacto en la ciudad. Y es que el tirón de las luces, junto a la estabilización económica, elevó a 108.577 las afiliaciones a la Seguridad Social en el mes de diciembre, convirtiéndose así en el mejor de la serie histórica.

Así se desprende de los datos del Instituto Galego de Estatística publicados este miércoles, logrando casi 1.200 más que hace en las últimas navidades anteriores a la pandemia.

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Y es que el fenómeno social y económico que se ha generado alrededor de las fiestas ha permitido unos niveles de contratación similares a los del resto del año, a pesar de que las previsiones de los gurús económicos eran más negativas . El máximo de afiliación de esta serie se registró en el mes de noviembre con 109.387 empleados, seguido de los 109.125 de junio.

Esta tendencia recogida en el IGE se mantiene también en el resto de la comarca, que se queda al borde de la cifra de los 160.000 contratos que se ha resistido durante la última década con 159.541.

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Además, el dato de afiliación en Vigo supone el 31,4% del total de la provincia. De esta forma, la hostelería y comercio local suman un nuevo logro dentro del que ha sido su mejor año de facturación a pesar del encarecimiento de todos los materiales, combustibles, alimentos o energías en los últimos meses.

Las buenas cifras del primer mes con el alumbrado, la “invasión lusa” que coronó a la ciudad como la primera urbe gallega en visitantes extranjeros en año Xacobeo o el ahorro contenido durante la pandemia resultaron claves para este récord.

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En diciembre de 2013, con los efectos de la crisis financiera de 2008 en su peor momento, la afiliación tocaba fondo con 95.919 personas en las listas de la Seguridad Social. Tres años después se volvía a rebasar la barrera de los 100.000 afiliados durante ese mes y, ya con la Navidad de Vigo como una marca propia, mantendría una tendencia que solamente el 2020 con las graves medidas de distanciamiento social frenó.

Desde entonces, este crecimiento ha sido mayor en las mujeres –7.421 empleos y una subida del 15,5%– en gran parte gracias al crecimiento del sector servicios y sanitario en la ciudad. La otra cara de la moneda, con la progresiva pérdida de empleo industrial, deja la recuperación del empleo masculino en un 10,8% lo que supone unos 5.217 empleos más que hace nueve años.

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Si hay un grupo de edad que se ha visto favorecido por este aumento en las afiliaciones son los menores de 25 años con 4.313 beneficiados. Estas cifras, solamente por debajo de las de los meses estivales en los que muchos pueden compaginar los estudios con los primeros trabajos, algo que sumado a la nueva reforma laboral les deja en una posición radicalmente distinta a la de la generación anterior.

Si hasta hace un año eran los que más sufrían la tasa de temporalidad en Galicia, los menores de 25 años han multiplicado por ocho sus contratos fijos, adelantando de esta forma la edad media de entrada en el mercado laboral a los 22,9 años.

De esta forma, durante todo el 2022 han superado la cifra de los 4.000 afiliados en esta franja de edad en la ciudad a pesar del envejecimiento de la misma, por lo que se confirma como un centro de oportunidades para los más jóvenes.

En el resto de grupos de edad, la contratación se mantiene acorde a la evolución de la pirámide poblacional. De esta forma, las afiliaciones a la Seguridad Social han ido envejeciendo durante los últimos años: los cincuentones han pasado en una década de los 21.038 afiliados a los 29.021, mientras que los mayores de 60 años dan el salto de los 7.545 a los 11.113.

Solamente la franja de edad entre los 35 y los 49 años desciende en cifras globales.

Comienzo suavizado de 2023

Este buen comportamiento se ha mantenido una vez se han apagado los once millones de LEDs que decoraron la ciudad. Y es que la temida cuesta de enero, en la que todos los ingredientes apuntaban a un frenazo en el consumo y la actividad económica, no ha sido tal.

Restaurantes y comercios de la ciudad lograron gracias a los dos meses navideños un importante colchón con el que evitar cierres y despidos, una situación que aseguran que ya se vive en otros puntos como Pontevedra al no haber adaptado sus precios. “La cuesta de enero se notará en febrero” asegura la nueva presidenta de la Asociación Vigo Gastronómico, Elena Garmendia.

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En su establecimiento de Bouzas también han constatado como un cambio en los hábitos de consumo, ya que si hasta la fecha este mes era habitual para cerrar por vacaciones y la bajada de la actividad, han mantenido un importante nivel de reservas los fines de semana.

Si la metereología acompaña, se espera que este fin de semana de Carnaval vuelva a dejar una imagen diferente a una crisis económica en el centro de la ciudad, algo que ya se pudo comprobar en la celebración de San Blas en Bembrive durante varios fines de semana.

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