Las pymes viguesas se blindan con seguros anti-hackers por la ola de ciberataques

Numerosas empresas solicitan información sobre pólizas tras el robo de datos | Estos contratos cubren indemnizaciones por la paralización del sistema sufrida por el malware

Los hackers, entre las grandes pesadillas de las empresas.

Los hackers, entre las grandes pesadillas de las empresas. / Carlos Ponce

El Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) viene alertando en los últimos años del aumento de los ataques informáticos a empresas, especialmente a pymes. Los hackers saben que los pequeños y medianos negocios son los que más desprotegidos están a nivel de seguridad en la red y son sus víctimas favoritas. En Vigo, estos ataques están provocando un auténtico caos en muchas empresas, que ven cómo los hackers paralizan su actividad, roban su información y provocan cuantiosas pérdidas económicas. Por eso son cada vez más las firmas que están acudiendo a las corredurías de seguros a solicitar información para firmar una póliza de ciberseguridad que las proteja ante ataques informáticos. “Están viniendo empresas de todo tipo, pero fundamentalmente pymes, y de todos los sectores”, explica Juan Barreras, responsable de la correduría de seguros viguesa Bessgé, ubicada en Policarpo Sanz.

Entre las principales coberturas, tal y como apunta este profesional vigués, este tipo de pólizas cubre la responsabilidad civil que le pueda ser imputada por las actuaciones, omisiones o negligencias que produzcan un daño cibernético a un tercero, incluidas las sanciones en materia de Ley de Protección de Datos. La compañía también sería indemnizada por los daños propios sufridos, el coste de reconstrucción de datos y programas. Además, cualquier fallo informático que provoque pérdida de beneficios y por tanto reduzca el rendimiento de la organización, también será compensado. La aseguradora además pone a disposición del cliente un elenco de especialistas informáticos, profesionales del derecho y de la imagen corporativa, que asesoran al cliente en sus especialidades para afrontar la crisis, tratando de minimizar sus efectos.

Hay no obstante dos circunstancias fundamentales que marcan la contratación de este tipo de pólizas. En primer lugar es que las aseguradoras son muy exigentes con las empresas a la hora de firmarlas, es decir, tienen muchos requisitos. Por ejemplo, comprueban que la compañía interesada cuenta con copias de seguridad de su información, que tienen estudios de control para hacer frente a hackers y obviamente que cuenten con un sistema de protección informático actualizado frente a virus y todo tipo de malware. Es por todo ello que muchas pólizas son rechazadas, porque las pymes no cumplen con lo que piden las aseguradoras.

La otra clave es que las empresas que están acudiendo a solicitar información sobre pólizas de ciberseguridad lo hacen tras haber recibido el ataque de algún hacker, es decir, a posteriori, salvo que algún asesor empresarial le recomiende rubricar una póliza de este tipo antes de poner en marcha el negocio.

Las grandes aseguradoras han sumado a su cartera de servicios la protección en la red. Entre ellas, Allianz, que explica que las empresas están expuestas a malware, ransomware, virus, pérdida o filtrado de datos con consecuencias de riesgos en reputación, o reclamaciones económicas. Muchas veces, estos delitos además, vienen acompañados de extorsión. Es decir, un hacker puede bloquear datos de clientes o proveedores o las cuentas en redes sociales y luego pedir dinero para restablecerlas.

Y es que un ciberataque puede conllevar altos costes debido a la necesidad de contratar de expertos legales, reparación informática, gastos en investigación, gestión de la reputación de la imagen de una empresa, reclamaciones, pérdidas de clientes actuales y potenciales.

A diario se dan múltiples intentos de ciberataques para obtener datos o dinero que los hackers y las organizaciones criminales lanzan a los teléfonos móviles inteligentes, tabletas y portátiles. En Galicia, cada día 360 equipos informáticos como estos son atacados, hasta sumar 43.255 con problemas de seguridad durante el segundo cuatrimestre del año pasado. Estos datos señalan cualquier equipo, sistema, servicio o red que pueda verse afectado o estar relacionado con alguna actividad maliciosa. A modo de ejemplo, el Incibe apunta “alojar páginas de redirección a un phishing, descarga de malware, envío de spam, exfiltración de datos, sistemas expuestos y/o vulnerables, etc...”.

Vigo, la ciudad más poblada de la comunidad, lidera la tabla de las diez localidades con mayor número de casos.

Suscríbete para seguir leyendo