Las rampas de la Gran Vía estarán en funcionamiento por completo en un mes

Después de 12 meses de obras y graves problemas de suministros o encarecimiento de los costes, las rampas mecánicas de la Gran Vía ya tienen horizonte definitivo para su puesta en funcionamiento: dentro de un mes. Así lo ha confirmado el alcalde de la ciudad, Abel Caballero, quien ha asegurado que a pesar de este nuevo plazo la obra "va viento en popa".

La segunda fase de esta construcción entre las calles Bolivia y Nicaragua ya cuenta con todos sus coloridos pórticos instalados, procediéndose al sellado de los vidrios que servirán de cubierta en su interior. De esta forma, solamente quedarán los remates finales del mobiliario instalado para ponerlas en funcionamiento "a mediados de marzo".

El regidor olívico destacó que el conjunto de la inversión desde la primera fase -que une Urzáiz con la calle Venezuela- llegará a los diez millones de euros. En estas dos últimas cintas se han recibido 3,14 millones de euros del Gobierno de España a través de los fondos europeos de recuperación, cubriendo de esta forma el 75% de su coste.

Al mismo tiempo, Caballero volvió a señalar a la Xunta como culpable de los retrasos en la puesta en funcionamiento de unas cintas "de utilización masiva" ya que recurrieron su construcción a través de la Dirección Xeral de Patrimonio, obligando a separar en dos fases la obra y "obstaculizar el tráfico más tiempo del debido".

A su vez, se comprometió a que habrá también un "sistema de transportes de este nivel entre Plaza América y Plaza de España", permitiendo recorrer a pie sin sufrir los desniveles de la principal espina dorsal del casco urbano.

Esta actuación se acometerá "durante el próximo mandato" y deberá coordinarse con la reforma de la Avenida de Madrid. En este caso, y según señaló en entrevistas previas, se muestra favorable a instalar las rampas en el margen impar de la calle.

Un acuario virtual e interactivo

Para coronar esta actuación, el Concello ha decidido reforzar el entorno del Pezseto, la estructura floral inspirada en el perro Puppy del Museo Guggenheim de Bilbao.

Es por ello que en él han instalado una gran pantalla que simula el mar y un acuario con peces virtuales. Gracias a sus mecanismos interactivos, cuando alguien se acerca al mismo los peces "huyen" al recrearse las olas en el agua. "Va a tener un éxito extraordinario" resumió Caballero en referencia a uno de los sucesores del Dinoseto.