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Joya modernista busca comprador: el Edificio Mülder, en venta por 3 millones

Construida en 1910, es un diseño de Manuel Gómez Román, que incorporó paneles de cerámica a la fachada y exhibe una cúpula ovalada que lo ha hecho inconfundible

Vista exterior del Edificio Mülder, en As Avenidas.

Vista exterior del Edificio Mülder, en As Avenidas. / JOSÉ LORES

Lara Graña

Lara Graña

Las cuestas son inherentes a Vigo. Como lo son también las Cíes, el Castro, el mirador de A Guía, O Berbés o Samil. Partes indivisibles de una ciudad que sería ahora irreconocible sin el legado de arquitectos como Michel Pacewicz, Jenaro de la Fuente, Antonio Palacios o Manuel Gómez Román. De la mente y los planos de este último (1876-1964) salieron proyectos como el del edificio Simeón, la fábrica de conservas de Alfageme o la Casa de Correos y Telégrafos. Uno de sus legados, la inconfundible casa Mülder, busca ahora comprador. El precio es acorde a su clase: 2.925.000 euros, como reseña el portal inmobiliario al que le ha sido encomendada la tarea de localizar a un inversor. Ubicado en el número 22 del paseo de As Avenidas, su cúpula ovalada ha tatuado este inmueble en el argot popular vigués como la casa del huevo.

Gómez Román firmó su diseño en 1910, cuando tenía 34 años. Para entonces no había obtenido todavía el título de arquitecto –lo recibiría siete años después, debido a una vocación tardía que también había explorado su hermano Benito–, de ahí que los planos lleven la firma de Manuel Felipe Quintana. La edificación fue un encargo del promotor Enrique Mülder Palmer, de ascendencia probablemente holandesa, que presentó la documentación para la licencia de obra con Manuel Diego Santos como regidor de la ciudad. Se erigió así la casa Mülder sobre una parcela de 294 metros cuadrados, con tres alturas y un bajo comercial. El inmueble está ocupado a día de hoy, como refiere el anuncio de Engel & Volkers, de modo que se trata de un proyecto de inversión para obtener rentabilidad como arrendador. De acuerdo a los datos facilitados por el Catastro, la superficie construida total ronda los 1.400 metros cuadrados, con una planta destinada a uso residencial, oficinas y un local dedicado a la hostelería.

Es un activo para la inversión, con cobro de alquiler, y está ocupado

La fachada del edificio está decorada con –entonces novedosos– paneles de cerámica, que representan seres mitológicos, motivos vegetales o pináculos. Está coronado, en la cúspide, con una cúpula revestida de cerámica cobriza que aporta a la construcción un extra de distinción y color. “Es una de las obras con carácter más modernista del arquitecto, aunque también presenta influencias eclécticas, vienesas y belgas”, resume el Concello en su página web oficial. Con toda la fachada elaborada en cantería, entre los elementos más están el chaflán –con formas curvadas y que termina en la inconfundible cúpula– y la fachada de Montero Ríos, en la que “se puede observar un gran arco carpanel, apoyado en pilares que enmarca el amplio vano de la planta baja”.

La figura de Manuel Gómez Román trascendió lo arquitectónico, con una fortísima impronta en Vigo en terrenos como el político o sociocultural. Formó parte de la corporación olívica, fundador de la Agrupación ao Servízo da República y candidato, en 1936, en las listas del Frente Popular. Presidió entidades como el Ateneo, el Rotary Club o la Sociedade A Oliva. En el 32, y con la Agrupación ao servizo da República, fue anfitrión del poeta Federico García Lorca. Su fallecimiento causó un gran pesar en la ciudad, como recoge la edición de FARO DE VIGO del 12 de diciembre de 1964. “En el capítulo de grandes pérdidas humanas que nuestra ciudad va acumulando en estos últimos años, tenemos que lamentar hoy la de un gran vigués: don Manuel Gómez Román, arquitecto de extraordinaria valía, autor de numerosas obras de recia personalidad, herederas originales de una gran tradición, bien asentadas en nuestro paisaje, y que hoy son gloria del tesoro artístico regional. Fue –continuaba la crónica del decano– un verdadero creador en el arte de la construcción. Enamorado de la piedra –el noble material gallego por excelencia– a ella ha dedicado la parte más destacada de sus creaciones, cuyas obras llevan el sello de la longevidad que del maestro Mateo dimana, y a la arquitectura genuina de Galicia da el señorío que ningún otro podría concederle”.

El inmueble, en Marqués de Valladares, está a la venta por Aliseda.   | // JOSÉ LORES

El inmueble, en Marqués de Valladares, está a la venta por Aliseda. / JOSÉ LORES

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Son 400 metros escasos los que median entre el Edificio Mülder, número 22 de Montero Ríos, y el número 23 de Marqués de Valladares. Aquí, otrora a nombre de una empresa denominada Edificio Torre de Cristal, quebrada, se asienta otro inmueble que busca comprador para un nuevo proyecto. Totalmente distinto al primero: se trata de una construcción del año 1954, con unos 6.000 metros de superficie construida, y está en venta al completo por parte de Aliseda. Ocupado parcialmente por empresas en régimen de alquiler, cuenta con 69 locales para oficinas, dos comerciales –antes había un bingo en la planta baja–, cuatro trasteros y 46 plazas de garaje. Fuentes de la entidad vendedora –es una de las grandes propietarias de activos inmobiliarios de España, del fondo norteamericano Blackstone y Santander– eludieron aportar información adicional sobre el estado del proceso de venta.

No es la primera vez que este inmueble sale al mercado. La inmobiliaria Engel & Volkers, en el año 2019, anunció la comercialización de pisos en preventa a partir de 171.000 euros; tendrían entre una y tres habitaciones. Es un vestigio más de la compleja digestión del estallido de la burbuja inmobiliaria. La mercantil Edificio Torre de Cristal, que solicitó el concurso de acreedores en el año 2016, figura como una de las morosas de Hacienda, con un pasivo superior a los 1,7 millones de euros. 

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