Cielos despejados, furanchos llenos y devoción por la gran romería de las parroquias viguesas. Bembrive volvió a celebrar por todo lo alto la festividad de San Blas. Si hace un año el santo pudo volver a procesionar aunque los últimos coletazos de la variante omicrón no permitieran reabrir los furanchos, en esta ocasión las mascarillas han dejado su sitio al arcoiris de colores que forman todos los pañuelos de las peñas, bandas y vecinos participantes, aunque el “oficial” fuera en esta ocasión morado.
El sol de invierno reinante y la llegada de decenas de personas del resto de la ciudad y Galicia propiciaron que desde antes del mediodía, el reguero de gente desde el CEIP Mosteiro hacia la zona acotada fuera constante.

El fervor por el también patrón de los otorrinos, sin embargo, es distinto al de otras procesiones. “No llevan tantas velas, principalmente gargantas y cuerpos”, señala Montserrat en su puesto a la puerta de la iglesia. El templo románico del siglo XII y sus alrededores se encontraban abarrotados para la misa cantada por la Coral Polifónica Helios de Bembrive y la posterior procesión, que comenzó pasada la una de la tarde.
Tras las figuras del Apóstol Santiago y San Blas, el obispo de Tui-Vigo, monseñor Luis Quinteiro Fuiza, encabezaba el desfile en el que la representación institucional se limitó al concejal socialista Sántos Héctor. Entre el público estarían presentes la delegada de la Xunta y candidata a la alcaldía, Marta Fernández--Tapias, así como el portavoz local del Partido Popular, Alfonso Marnotes.
También estuvo presente el alcalde de la ciudad, Abel Caballero, quien se atrevió a tocar el bombo con una de las agrupaciones y recorrió los furanchos y calles de la parroquia atendiendo selfies y reclamaciones de los vecinos a partes iguales. Y es que a pesar de que las pancartas y pegatinas en contra del vial PO-010 o la autovía a Porriño continuaban presentes, el ambiente fue principalmente festivo. Junto a él estaría la nueva alcaldesa pedánea, Patricia Otero, quien hacía un balance “muy positivo” de su debut en San Blas al frente de la entidad local menor, ya que asumió el puesto el 14 de diciembre.
El presidente de la Comisión de Fiestas de San Blas confirmaba el éxito organizativo que ha supuesto alargar la programación de actuaciones durante cuatro fines de semana. David Otero señalaba que la aportación municipal, tanto en lo económico como en planes de seguridad y tráfico, ha sido imprescindible para sacar adelante una fiesta que ya es imprescindible más allá del río Eifonso.
La fiesta continuará durante esta última jornada durante toda la tarde y la noche entre cuncas, gaitas, panderetas, bailes, pulpo, zorza, choripanes con recetas y precios “anti-crisis”. Bembrive cierra así la tríada de romerías del mes de enero con San Amaro y las Candelas, mientras Carnaval y la Reconquista calientan motores.