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Nicholas A. Kotov Químico de la Universidad de Michigan y nuevo honoris causa de la UVigo

“La naturaleza nos proporciona pistas para hacer realidad materiales imposibles”

“Hay muchas áreas científicas de fortaleza única en Vigo, me gustaría conocer más sobre ciencias marinas”

Nicholas A. Kotov, en The Thinking Institute, celebrado el pasado verano en el campus. DUVI

De su laboratorio en la Universidad de Michigan han salido “materiales imposibles” que han permitido mejorar las baterías de litio, fabricar pinturas más seguras o diseñar herramientas más precisas para el diagnóstico del cáncer. Nicholas A. Kotov (Moscú, 1965) es una referencia internacional en el campo de la nanotecnología biomimética, que busca emular el funcionamiento de los organismos vivos con materiales inorgánicos a nanoescala. La Universidad de Vigo le va a conceder su máxima distinción –será el 29º honoris causa– a propuesta de los profesores Miguel Ángel Correa y Luis Liz Marzán, con el que colabora desde hace más de 25 años. El homenajeado confía en que este reconocimiento le permita intensificar estas relaciones e incluso abrir nuevas líneas de trabajo con los expertos del área de ciencias marinas.

–Sus padres, un físico y una química, alentaron su curiosidad desde que era niño. De hecho, tiene una cicatriz en la mano a raíz de uno de aquellos explosivos experimentos. ¿Qué papel ha jugado esta curiosidad a lo largo de su carrera científica?

–Además de la cicatriz en la mano, a mi madre le gustaba contar la historia de mi curiosidad. Estuvo ahorrando dinero para un sofá nuevo durante mucho tiempo. Al día siguiente de que apareciera en nuestro apartamento, le hice un agujero. Cuando me preguntaron por qué diablos lo había hecho respondí que quería saber qué había dentro. Ella no se enojó. La curiosidad ha jugado un papel importante en mi carrera, pero mi madre jugó uno más grande.

–Sus avances en el ámbito de las nanoestructuras biomiméticas se han traducido en importantes aplicaciones para la electrónica, las baterías de litio, el diagnóstico del cáncer o la robótica. ¿Por qué son tan interesantes estos materiales?, ¿en qué proyectos está trabajando actualmente?

–Para hacer realidad todas estas maravillas tecnológicas, teníamos que tener materiales “imposibles”. Y fue necesario combinar numerosas propiedades a la vez. Las nanoestructuras que se encuentran en la naturaleza nos proporcionaron pistas sobre cómo hacer realidad estos materiales “imposibles”.

Kotov, fotografiado por una de sus hijas. Cedida

–Además de su labor como investigador, usted también ha creado de cinco start-ups. .¿Es importante impulsar la creación de empresas para garantizar que el conocimiento se transforma en mejoras para la sociedad?

–Trabajar en una start-up es viajar hacia lo desconocido. Es difícil y estresante, pero alguien tiene que hacerlo. Si no eres tú, ¿entonces quién?

–Ha colaborado con los investigadores de la UVigo Luis Liz Marzán, Miguel Correa e Isabel Pastoriza a lo largo de los años. ¿Cuál es el nivel de la institución en nanociencia?

–La Universidad de Vigo hizo sabias inversiones en el pasado en buenas personas y ahora dan sus frutos. Estas personas impulsaron a la institución a las posiciones más destacadas del mundo en muchas áreas de la nanotecnología y, en particular, en nanoestructuras bioinspiradas, que se autoensamblan y tienen propiedades biosimilares.

–¿Su nombramiento honorífico contribuirá a intensificar estas relaciones?

–Espero que sí. Este nombramiento me permitirá expandir estas relaciones para incluir a más personas talentosas. Hay muchas áreas científicas interesantes de fortaleza única en la Universidad de Vigo, incluidas las ciencias marinas. Espero aprender más sobre esta área y conocer a más personas de esta disciplina.

–Estuvo el pasado mes de julio en Vigo para participar en The Thinking Institute, una nueva iniciativa para reunir a los mejores expertos de todo el mundo impulsada por Liz Marzán. ¿Fue su primera visita a la ciudad?

Kotov, en el laboratorio. Universidad de Michigan.

–He estado en Vigo y en las localidades de su entorno en múltiples ocasiones. Es una zona que tiene encanto y orgullo. Es una joya escondida y me gusta la comida, el aire y las vistas.

–Ha recibido numerosos e importantes premios a lo largo de su carrera. ¿Qué significa para usted ser nombrado honoris causa por la Universidad de Vigo?

–Algunos premios son importantes pero los disfrutas solo una vez. Sin embargo, este premio es diferente. Espero disfrutarlo muchas veces pasando tiempo con la gente que me gusta y haciendo la ciencia que amo.

–Las reseñas sobre su carrera también incluyen su faceta como defensor de los científicos con discapacidades.

–Desde pequeño tengo tartamudez. No hace falta decir que algunas escenas del pasado tenían mucha pintura oscura debido a eso. Abogo por las personas que son diferentes y que algunos llaman discapacitados.

Nanopartículas para resolver retos de la medicina o la energía

Los materiales inspirados en los fenómenos de la naturaleza que desarrolla Kotov a partir de nanofibras y nanopartículas podrán resolver los grandes retos de la medicina, la energía o la ingeniería. El profesor e investigador lleva años aplicando sus resultados a todo tipo de ámbitos, desde la biología y las ciencias ambientales al farmacéutico.

El 20% de sus artículos han aparecido en las revistas de mayor impactoScience, Nature o Journal of the American Chemical Society– y posee numerosos reconocimientos internacionales otorgados por el Departamento de Defensa de EE UU, la American Chemical Society o la Royal Society of Chemistry. En 2020 su universidad le nombró Irving Langmuir Distinguished University Professor of Chemical Sciences and Engineering.

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