Crece la presión social, política y económica para que España y Portugal se coordinen en la construcción de la línea de Alta Velocidad entre Vigo y Oporto. El novedoso proyecto avalado por la Comisión Europea para impulsar un nuevo servicio ferroviario entre Galicia y Lisboa nace con el mismo deseo que evitó que la propuesta de Arriva -convertida en márketing por su inconsistencia en 2018- no prosperara.

Una vez que se ha confirmado que la conexión propuesta por Iryo para unir ambos países figura entre las diez escogidas por Bruselas, desde la empresa hispanoitaliana -el 55% pertenece a Trenitalia, el 31% a Air Nostrum y el 24% a Globalvia- aseguran que se trata de un momento "demasiado incipiente" para dar respuestas concretas.

De esta forma, solamente se puede confirmar lo que ya figura en las bases de la propuesta: deberá estar en funcionamiento antes de diciembre de 2029, operar durante al menos un año y ofertar billetes más rápidos, con más frecuencias, más baratos o con mayor confort.

Sin embargo, el principal competidor privado a la marca AVE deja un recado crucial a ambos gobiernos para superar los obstáculos presentes: "la necesidad de elaborar un proyecto conjunto de desarrollo de infraestructuras que implique a España y Portugal".

Y es que esa fecha de puesta en servicio, anterior a la prevista para la finalización de la Salida Sur o el nuevo trazado entre Braga y Valença, supone un obstáculo que requerirá diálogo, inversiones y una apuesta en firme por parte de todos los actores públicos y privados.

Y es que desde Iryo tienen la "convicción" de que el tren terminará por ser "primera opción para todos los viajeros por ser la más sostenible y confortable". Actualmente ya opera en las líneas Madrid-Barcelona y Madrid-Valencia, y está previsto que en antes del verano se estrene hacia Sevilla, Málaga y Alicante.

Las mismas fuentes de la empresa inciden en el "marcado carácter europeísta" de la compañía, ya que Trenitalia ya une en la actualidad el país transalpino con París y Lyon. En un futuro también cuenta con la capacidad para operar de forma directa entre Madrid y Barcelona con el sur de Francia y Milán, al disponer sus Frecciarossa 1000 de todos los sistemas necesarios.