Un fatal accidente, principal hipótesis sobre la muerte de Albano Manso

La autopsia determinará las causas del fallecimiento, aunque todo apunta a un siniestro | Protección Civil y bomberos rescataron el cuerpo con gran dificultad en medio del fango

Trágico final para la desaparición de Albano Manso Núñez tras diez días de incertidumbre. El cuerpo sin vida del vecino de Gondomar de 48 años que faltaba desde el día 19 apareció ayer en la desembocadura del río Miñor, en pleno estuario en A Ramallosa. Será la autopsia la que determinará las causas de la muerte, aunque todo apunta a un fatal accidente.

Un vecino que paseaba por la senda litoral alertó a los servicios de emergencia sobre la presencia del cadáver en medio de A Foz en torno a las tres de la tarde. Enseguida se presentaron tres voluntarios de la Agrupación de Protección Civil do Val Miñor. Se metieron en el fango para tratar de sacarlo y necesitaron la ayuda de los bomberos del Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) Val Miñor al quedar uno de ellos atrapado en el barro. Entre todos, con cuerdas, lograron sacar el cuerpo de Albano y trasladarlo al paseo, a unos cien metros. La tarea resultó complicada dada la dificultad para moverse en un terreno tan inestable, según explicaron.

Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local de Gondomar se personaron también en el lugar para confirmar la identidad y aguardar la llegada de la comisión judicial que ordenase el levantamiento del cadáver. Fue a las cinco y media de la tarde cuando fue trasladado al hospital Nicolás Peña de Vigo para practicarle la autopsia.

A la espera de que el informe forense establezca cuándo habría fallecido Albano y cómo, la investigación mantiene todas las hipótesis abiertas. Aparentemente, según indican fuentes cercanas al caso, el cuerpo no presenta signos de violencia. Dado el estado de deterioro en que fue encontrado, las primeras impresiones de las fuerzas de seguridad apuntan a que podría llevar varios días sumergido en el agua.

Albano se había marchado de casa el jueves 19 de enero a las once de la mañana. Dejó la comida hecha para sus padres y se fue sin teléfono y sin dinero, según indicaron los progenitores, que se temían lo peor después de tantos días sin noticias suyas. “¿Qué imos pensar? Cousas malas”, comentaban ante las cámaras el pasado jueves, día en que arrancaron los rastreos en su busca.

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Alba Villar

Fue visto esa misma noche en A Ramallosa, a pocos metros del lugar donde fue localizado su cadáver, y también la noche siguiente en el casco histórico de Baiona con otra persona, según los datos que maneja la Guardia Civil.

Las alarmas saltaron cuando no se presentó el sábado a su puesto de trabajo como camarero en un establecimiento de hostelería de Gondomar. Nunca había faltado tantos días y la familia denunció la desaparición en el cuartel de la Guardia Civil de Gondomar, que convocó las batidas para dar con él cuando se cumplió una semana de la desaparición.

Decenas de vecinos participaron en los rastreos que se organizaron desde este jueves, con salidas de mañana y tarde de la Casa Veciñal de Couso, parroquia donde Albano residía con sus padres. Vecinos y amigos peinaron los montes en torno a la casa y los agentes de las fuerzas de seguridad recorrieron viales y riberas de ríos. Voluntarios de Protección Civil se desplazaron incluso a la costa de Baiona y a la Serra da Groba, dado que había sido en esa localidad donde se le había perdido la pista.

Albano Manso.

Albano Manso. / Cedida

El operativo se amplió el fin de semana con más participación vecinal y la Guardia Civil incorporó equipos de la Policía Fiscal y de la Unidad de Seguridad Ciudadana de Comandancia (Ucesic), además del equipo Pegaso con drones para intensificar la búsqueda. Uno de los aparatos había supervisado precisamente ayer por la mañana la marisma del río Miñor, pero fue unas horas más tarde, al bajar la marea, cuando se avistó el cadáver.

La noticia del fallecimiento de Albano Manso causó conmoción en la comarca del Val Miñor, donde era una persona muy conocida, dado que había trabajado como camarero en diversos negocios de hostelería de Sabarís, A Ramallosa y Gondomar.

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