Vecinos demandan una ampliación de la zona azul para sumar nuevas plazas de residentes

Trabajadores de la XER apoyan la reclamación y proponen extender el servicio en tramos cortos: Taboada Leal, Nicaragua o Cachamuíña | Desde la implantación de este servicio en los 90, se han perdido unos 1.000 sitios

Encontrar sitio para aparcar en el centro de Vigo es cada vez más complicado debido, sobre todo, a las humanizaciones, que restan protagonismo a los coches para dárselo a los viandantes o los ciclistas y usuarios de patinetes con el carril bici. Se convierte en una tarea doblemente difícil en épocas como la Navidad o la Reconquista.

Los vecinos de zonas en las que no hay suficientes plazas de garaje –o sus precios están disparados– ni espacios en la vía pública reclaman que se amplíe el número de huecos de zona azul –es decir, regulados– para paliar la falta de aparcamiento: les permitiría tener más sitio para residentes, un distintivo que posibilita dejar el coche en estas áreas restringidas por un precio más reducido sin límite de tiempo.

La petición se la trasladan los vigueses afectados a los trabajadores de la zona azul, también conocida como XER (Xestión de Estacionamento Regulado), que pasan el día entero recorriendo la calle. Les muestran su desesperación por encontrar un lugar para estacionar sus vehículos y la falta de esperanza de que se amplíe la cifra de garajes. Fuentes conocedoras de la situación destacan que los empleados del servicio han pedido “muchas reuniones” al alcalde, Abel Caballero, desde hace años para abordar esta cuestión y algunas más. “Desde que sucedió el conflicto en 2018 y 2019 -hicieron huelga 120 días ante los intentos de despido de la empresa-, parece que quedamos en el olvido. Pedimos empatía”, lamentan.

Actualmente, según fuentes conocedoras del estado del servicio municipal, hay unas 1.700 plazas de zona azul repartidas por el casco urbano. Desde su puesta en marcha en los años 90, se han perdido unos 1.000 sitios regulados: había unos 2.800.

En el contrato del Concello con la empresa adjudicataria, Dornier, que se llevó el servicio por 23,4 millones de euros en diciembre de 2017 –el acuerdo se publicó en el Boletín Oficial de la Provincia de Pontevedra a mediados de 2018–, se indica que las reducciones permanentes superiores al 10% de las plazas –como es este caso, ya que, en 2018, la cifra oficial era de 2.132, de las que 201 son en zonas de carga y descarga– serán compensadas con la ampliación de un número equivalente en otras calles.

Las mismas fuentes antes citadas dejan claro que, con la ampliación de plazas, no se pretende en absoluto recaudar más dinero, sino potenciar el servicio. Indican que hay ciudades con áreas de zonas verdes para residentes que se activan en una parte determinada del día y otras rojas, en los puntos más céntricos, en las que solo se puede estacionar un máximo de media hora. Creen que son medidas que ayudarían a que la XER mejorase su imagen hacia los usuarios. “Hay demanda de espacios en el entorno de González Sierra, por ejemplo. La idea no es crear nuevas áreas de zona azul, sino ampliar las existentes en tramos cortos”, apuntan.

La propuesta de los trabajadores es ganar plazas estirando las franjas actuales o estableciendo lugares restringidos en calles próximas: en la calle Nicaragua desde Marqués de Alcedo a Taboada Leal, Cachamuíña con Falperra, Fernando Conde desde Caracas a la Praza Elíptica, Simón Bolívar desde Ecuador a Doutor Colmeiro Laforet, Vicente Risco, Taboada Leal desde Nicaragua a Pilar, López Mora desde Pintor José Frau a Pintor Lugrís, Zaragoza desde Tarragona a Sevilla, Barcelona desde Tarragona a Sevilla, Zamora desde Tarragona a Sevilla, Gran Vía desde Tarragona a Sevilla, González Sierra desde López Mora a Gran Vía y Arquitecto Xosé Bar Boo desde López Mora a la calle Coruña.

Propuesta para ampliar la zona azul 2

Simón Espinosa

Los usuarios siguen a la espera de poder utilizar la PassVigo y la tarjeta de prepago

Este refuerzo contribuiría, además, a evitar despidos, “como se hizo en 2018”, al necesitar más efectivos y generar más ingresos. “Esto tendría que conllevar una campaña informativa muy importante”, aclaran.

Dornier planteó en su oferta para la gestión del aparcamiento en superficie nuevas zonas azules en los entornos del hospital de Fátima, Fernando el Católico, A Florida o Praza América. El contrato, de hecho, indica que, durante su ejecución, se podrán aumentar hasta un 40% las plazas de pago para recuperar el número al que se llegó en su momento. La partida destinada a identificar las plazas libres en la calle para incorporar a la XER alcanza los 73.000 euros, según concreta el documento.

Otros temas pendientes en relación al servicio de la zona azul es el uso de la PassVigo para pagar, anunciado a finales de 2019, y la puesta en marcha de las tarjetas de residentes –incluida en el bloque de actuaciones iniciales, es decir, que debían efectuarse en los tres primeros meses desde la entrada en vigor del contrato– y prepago, que figuran en el pliego, así como la mejora del funcionamiento de los parquímetros, que “siguen dando muchísimos problemas”.

También se espera la gratuidad del aparcamiento para los coches eléctricos y la instalación de puntos de recarga o la extensión hasta cuatro horas del tiempo máximo de estacionamiento en la XER, decisión que ven con buenos ojos los residentes, pero que no convence a los comerciantes ni los trabajadores al reducirse la rotación: “Sería inviable con tan pocas plazas de zona azul”. Ahora, cada plaza es ocupada por 4 o 5 coches al día.

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