Bernie Mitchell: “Londres me asfixiaba. En Vigo me siento como en casa, se respira autenticidad”

Este inglés y su familia consumaron su particular “Brexit” el pasado agosto al abandonar Inglaterra cansados de una gran capital que "te fagocita”. Han asentado su hogar en la urbe olívica, de la que destacan “su fuerte identidad”

El inglés Bernie Mitchell se ha mudado a Vigo con su familia cansados del "asfixiante" Londres.

El inglés Bernie Mitchell se ha mudado a Vigo con su familia cansados del "asfixiante" Londres. / MARTA G. BREA

La primera vez que pisó Vigo quedó fascinado. El viento marero confortó sus pulmones y su mente, asfixiados de la vida en Londres. Esa sensación de ahogo, empeorada con el paso de los años, llevó al inglés Bernie Mitchell y a su familia a despedirse de la gran capital británica para establecerse en la urbe olívica. Su particular “Brexit” se consumó el pasado agosto.

“Amo Londres pero es una ciudad muy grande, donde no hay sentido de comunidad y la vida va demasiado rápido”, explica Mitchell. “Se está convirtiendo en un lugar muy complicado, asfixiante por momentos. Te fagocita”, lamenta.

El idilio de Bernie con Vigo comenzó hace once años, a raíz de una visita a su cuñado. Desde entonces, él, su mujer Lorena y su hijo Oliverio regresaron cada verano y, en alguna ocasión, en invierno. “Me encantó la ciudad desde el primer momento. Siento que estoy genuinamente en España, no en un lugar concebido para turistas”, expone.

“Me encantó Vigo desde el primer momento. Siento que estoy genuinamente en España, no en un lugar concebido para turistas”

Este consultor de coworking de 48 años es la antítesis del estereotipo del inglés que visita o reside nuestro país: huye de las colonias de británicos diseminadas por la costa mediterránea, que le producen cierta desazón. “Hay una comida típica que es el sándwich de bacon y huevo, y en Vigo no lo puedo encontrar. En otros lugares sí. Esto me hizo sentir que estaba en un lugar más auténtico”, relata con humor.

“En Vigo me siento como en casa”

Frente a la sensación de ahogo que le infligía de la ciudad del Támesis, Mitchell respira ahora la reconfortante brisa de la ría. “Me siento como en casa”, resume con rotundidad. Celebra el vivir con “más calma, más espacio, más tiempo… Puedes ir andando a todas partes, y el aire es puro y fresco”.

Bernie nació en Southampton, famosa por ser el puerto de partida del malogrado Titanic, por lo que el olor a salitre lo conecta con su infancia y con esa sensación de hogar.

"Vivimos con más calma, más espacio, más tiempo… Puedes ir andando a todas partes, y el aire es puro y fresco”

Él y su mujer destacan la hospitalidad de los vigueses, que les ha hecho sentirse muy arropados. Desde la panadería al supermercado al que van a hacer la compra, se sorprenden con la “calidez” de la gente, especialmente con Bernie, que ahora ya se maneja en castellano para cuestiones básicas. Lorena es argentina y el hijo de la pareja, Oliverio, es bilingüe, por lo que el idioma nunca les ha supuesto ninguna dificultad.

Bernie Mitchell posa en el mirador de O Castro con las islas Cíes al fondo.

Bernie Mitchell posa en el mirador de O Castro con las islas Cíes al fondo. / MARTA G. BREA

Además, Bernie está tejiendo su red de contactos a través de su trabajo. Es consultor de espacios de coworking y en cómo usar estos para el desarrollo de la economía local y de la comunidad. Una vez al mes viaja a Londres para continuar con su actividad profesional, pero también ha entablado muy buena relación con la gente de espacio colaborativo Fento, en Matamá.

“No hay nada en este momento que me llevaría a marcharme, pero todo depende de la situación burocrática"

Aunque la familia se muestra dispuesta a establecerse definitivamente en Vigo, el Brexit acota su estancia en España a los límites del visado por estudios concedido a Lorena, que está cursando un máster en la USC.

“No hay nada en este momento que me llevaría a marcharme, pero todo depende de la situación burocrática", puntualiza mientras comenta la confusión que todavía genera el Brexit entre los británicos en Europa. Pero ante un horizonte incierto se aferra al presente y bromea: "Tomaré esa decisión después de 10.000 tortillas”.

La “fuerte identidad” olívica

Mitchell se confiesa maravillado por la “fuerte identidad” viguesa. Como consultor en desarrollo de comunidades y economías locales a través del coworking ensalza que Vigo mantenga su esencia y no haya sucumbido a la presión turística. Cree que posee un gran potencial por su personalidad y también destaca la cantidad espacios de trabajo colaborativo que han aflorado en los últimos años.

Por su trabajo conoce localidades de Portugal que han perdido su tradición y sus vecinos en aras de los visitantes: “Han sido arruinadas por el turismo masivo. Sería muy triste que Vigo se convirtiese en un lugar lleno de franquicias de comida rápida y cartelería en inglés”.

Así, destaca la autenticidad de la urbe, con sus mercados, panaderías, restaurantes, fiestas… Y, por supuesto, su gastronomía.

"Nuestro entorno en Londres no conocía la ciudad hasta que les dijimos que nos mudábamos. Tenemos que guardarlo en secreto para que se mantenga así", comenta entre risas.

Marisquiño, Navidad, Cíes y cuestas

Tanto Bernie como su hijo son fanáticos de O Marisquiño. Durante sus visitas veraniegas disfrutaron del festival de deporte urbano, especialmente del espectacular descenso en MTB desde O Castro hasta el Náutico.

Tampoco faltó la visita a la Cíes para descubrir el archipiélago que The Guardian encumbró entre los más paradisíacos del mundo.

Pero si hay un evento multitudinario que el inglés ha disfrutado especialmente es la Navidad. “La odio en general pero en Vigo me encanta”, confiesa. “En Londres estas fechas se resumen en Disney y Coca-Cola, pero aquí es luces y comida”, contrapone.

Es tal su amor por Vigo que hasta se declara encantado con las cuestas. Como “runner” ha participado en maratones como la de Dublín y se siente feliz corriendo por las empinadas calles de la ciudad o subiendo las escaleras de O Castro. 

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