La nave calcinada de la antigua Pescanova pertenece al mayor “fondo buitre” del país

Es la mayor construcción industrial en la calle Jacinto Benavente | La reforma de la ex Fribesa, sujeta de nuevo a una prórroga

Fachada de la antigua Frigodis, que era la filial de logística de la pesquera. |   // LG

Fachada de la antigua Frigodis, que era la filial de logística de la pesquera. | // LG / L. Graña

Lara Graña

Lara Graña

Con casi 21.000 metros cuadrados de superficie construida, el antiguo brazo logístico de Pescanova es la mayor edificación industrial en la calle Jacinto Benavente. Una mole azul de hormigón que exhibió tiempos mejores, bajo la marca de la filial Frigodis, y que fue construida durante el proceso expansivo de la pesca industrial, en 1970. Desde hace unos meses, las enclenques vallas que salvaban su acceso dejaron de funcionar; ya dentro, recibe una enorme sala diáfana que ha ido almacenando colchones o cajas de cartón.

Todo tipo de útiles y desperdicios que, previsiblemente, fueron los que avivaron el incendio declarado el pasado sábado. Un siniestro más en una zona que opera bajo el paraguas del suelo portuario y municipal, y que suma media docena de inmuebles en estado de abandono o sin casi actividad. En el caso de la de Pescanova, además, la propiedad de la nave está bien lejos de Vigo: el edificio figura a nombre de la mercantil Inversiones Inmobiliarias Canvives, controlada por el gigante financiero norteamericano Blackstone. Es el mayor fondo buitre que opera en toda España.

Tras el concurso de acreedores de la multinacional pesquera, la administración concursal activó la desinversión de activos no estratégicos, con su venta o entrega como consecuencia de su enorme deuda. En los registros municipales, Canvives figura como propietaria desde el año 2014, un año después de protagonizar una de las mayores quiebras de la historia del país. Esta sociedad está vinculada a un galimatías de empresas, en una raigambre que desemboca en Quasar Investment y que fue articulada para liberar a Banco Santander del ladrillo tóxico heredado de Banco Popular. Está al día en el pago del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), como confirmaron fuentes de Praza do Rei.

El edificio se erige sobre una superficie de poco más de 4.300 metros cuadrados y dispone de cinco alturas. Y tiene uso industrial, lo que no ha atraído el interés de ningún inversor, como ha sucedido también con el antiguo frigorífico de Frivigo –que será expropiado–, la fábrica de salazón contigua a Cordelerías o la nave de Flex. La planta de Pescapuerta en esta calle fue la última que operó como punto de logística de frío, hasta que la pesquera desvió esta actividad a la nave de Frioya (ahora Frialia), en Teis. La salida de Hijos de Carlos Albo a la Plisan ha aumentado los espacios disponibles para ser sometidos a una reformulación completa.

Es la que prevé el Plan Xeral, con el que se prevén nuevas dotaciones públicas, viviendas –un 30% serán de protección– y áreas verdes en la zona. En suma, el ámbito de Jacinto Benavente tendrá un uso residencial (75%) y terciario (25%), y que permitirá la edificación de unos 50.000 metros cuadrados. Pero este espacio es el que corresponde a la demarcación municipal, ya que la fachada al puerto es suelo portuario. Allí yace, de momento, la antigua nave frigorífica de Frigoríficos Berbés (Fribesa), asignada en régimen de concesión administrativa a Centro Loxístico Porto de Vigo (CLPV) para la construcción de un nuevo punto logístico.

La empresa ha solicitado una prórroga a la Autoridad Portuaria de Vigo para iniciar las obras, que tenían que haber comenzado antes del cierre de 2022. El objetivo de la compañía participada por Atunlo o Chymar es de disponer de capacidad para 3.800 toneladas, con una inversión que rondará los 3,8 millones de euros. Pero la salida de Albo hacia la Plisan también dejará vacío un espacio en suelo portuario, contiguo a la planta que comparten Frigalsa y la propia Atunlo, con más de 4.200 metros cuadrados de superficie construida.

Mayor espacio

Sus cinco alturas convierten a la nave de la desaparecida Frigodis en la mayor edificación industrial de la calle Jacinto Benavente, con casi 21.000 metros cuadrados.

Propiedad

La titularidad corresponde a la mercantil Inversiones Inmobiliarias Canvives, que está bajo el control del fondo buitre norteamericano Blackstone. Está al corriente del IBI.

Futuro

La actividad industrial en la zona, en lo que concierne a suelo municipal, ha perdido fuelle. La salida de Albo amplifica ese vacío.

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