Vigo celebra de la mano de los chinos su segundo Año Nuevo

Vecinos del país asiático residentes en la ciudad se reúnen en familia para conmemorar la cita | El conejo es el animal que representará los próximos meses

Jil, en su restaurante, el Gran Vía 122; Lou (a la derecha), al lado de su hermano, en el Bazar Amistad; y Sheng Qi, en la tienda de alimentación Super Rebeca Sol.

Jil, en su restaurante, el Gran Vía 122; Lou (a la derecha), al lado de su hermano, en el Bazar Amistad; y Sheng Qi, en la tienda de alimentación Super Rebeca Sol. / E. Melchor

En China, para saber la edad de una persona, no se le pregunta la fecha en que nació, sino qué tipo de animal es. El nuevo ciclo anual que hoy estrena el gigante asiático estará amparado por el conejo de agua, que caracteriza a quien bajo su sello nazca, según marca la tradición, por la inteligencia y por ser un amante de la paz, entre otros rasgos. Así lo determina su calendario lunar, que inaugura el 4721 y lo prolonga hasta el próximo 9 de febrero. La realidad es que, desde 1912, la nación se rige por el almanaque gregoriano –el que se emplea en España–, pero mantiene su forma propia de contar los meses para definir diversas celebraciones, como esta de Año Nuevo, a la cual también se suman oriundos emigrados a Vigo, los cuales conforman en total una colonia de 498 personas.

“Nos juntamos todos los familiares para comer”, relata a FARO el joven Lou, que aterrizó en Vigo hace una década y ahora apoya a su padre en el Bazar Amistad, situado en As Travesas. Mientras ayuda a una clienta a encontrar lo que busca gracias a su buen español, abunda que los suyos siempre tratan de incluir “comidas típicas de China” para conmemorar la cita, con las limitaciones que supone vivir a 9.000 km de distancia. “Se sirve arroz, pato, pollo, pescado…, pero aquí no podemos hacer mucho más”, esgrime. Los alimentos los consiguen tanto en los supermercados más habituales como en las propias tiendas de productos asiáticos. 

Desde 1912, China se rige por el almanaque gregoriano –el que se emplea en España–, pero mantiene su forma propia de contar los meses para definir diversas celebraciones, como esta de Año Nuevo

En su familia, el recibimiento del Año Nuevo lunar –también llamado Fiesta de la Primavera– “es más tranquilo” en comparación a lo que suele acontecer en un hogar español el 31 de diciembre y el 1 de enero, comenta Lou. Para él, cada uno de los 12 animales del zodiaco chino tienen “sus cosas” y evita decantarse por un favorito. Finalmente, tras estos 10 años en la Ciudad Olívica, valora positivamente el cambio de cultura y asegura que le gusta Vigo.

En el mostrador del Bazar Balaídos se encuentra Yan Fen, quien, tras cobrar a un vecino, cuenta a FARO con una sonrisa en la boca que su familia le da la bienvenida a la Fiesta de la Primavera siguiendo a pies juntillas la tradición. Su prácticamente perfecto castellano da fe de sus casi 20 años residiendo en Vigo, “media vida”, como ella misma admite. 

"Lo festejamos para que mis hijos, que nacieron aquí, sepan cómo es la tradición en China"

Yan Fen

— Empleada de un bazar en Vigo

“Nos reunimos el sábado por la noche para cenar, y la celebramos sobre todo por los niños, para recordarles cómo es la tradición en China, porque mis hijos nacieron todos aquí”, sostiene. Describe ilusionada cómo “mucha gente” coloca elementos rojos en su casa durante estos días, parte esencial de esta festividad. Narra la leyenda que este fue el color que ahuyentó al voraz y gigante monstruo Nian –miedoso asimismo de la luz y el sonido–, que antiguamente, en el último día de cada año, acudía a los pueblos para tratar de devorar tanto el ganado como a los humanos. De ahí, la representación de una bestia que se realiza en los pigmentados y ruidosos desfiles del Año Nuevo chino.

A los más pequeños del hogar, “se les entrega un sobre rojo con un poquito de dinero dentro para desearles suerte” –el denominado hongbao o lai see–, continúa Yan Fen, que también acoge en su domicilio a una prima que “vive cerca”. Su hermano no ha podido estar presente con todos ellos para compartir la alegría: “Él reside en Madrid y no compensa por un día”. 

Tras estas dos décadas afincada en tierras gallegas, su familia ya se ha integrado completamente en la cultura nacional: “Celebramos igualmente Fin de Año, ya es costumbre, lo hacemos todo como los españoles”. Al hilo, su experiencia en la urbe con la población viguesa ha sido generalmente muy positiva. “Aquí la gente es muy maja y cariñosa, cuando me preguntan por algún producto, siempre me echan una mano”, refiere para terminar y regresar al trabajo. 

Ciudadanos chinos regentan la tienda de alimentación asiática y latina Super Rebeca Sol, emplazada en la Gran Vía. Manifiestan al periódico que no han registrado especialmente en los últimos días mayores ventas a raíz de la Fiesta de la Primavera. El pequeño de todos ellos, Sheng Qi, que acompaña a su madre en el local, detalla que en su casa siempre “se ponen muchos platos en la mesa, todos muy tradicionales”, y que aprovechan el encuentro para efectuar “una videollamada con el resto de la familia”. Curiosamente, el joven recibió su hongbao “en el Año Nuevo de aquí de España”, el cual festejaron igualmente, concluye. 

Sheng Qi, que acompaña a su madre en la tienda Super Rebeca Sol, detalla que aprovechan el encuentro para efectuar “una videollamada con el resto de la familia”

Jil está al frente del restaurante asiático Gran Vía 122 desde hace tres años. En su caso, su familia conmemoró la celebración más significativa y social de su nación en el propio establecimiento el pasado viernes por la noche, ya que el sábado es un día “de mucho trabajo”, sentencia para volver a la cocina del local y proseguir con el preparo de la comida del día. 

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El comienzo del Año Nuevo chino lo rige la salida de la segunda luna nueva tras el solsticio de invierno, que coincide con este 22 de enero –siempre se enmarca entre el 21 de enero y el 20 de febrero–. Su celebración se alarga durante dos semanas, durante las cuales en la propia China se registran millones de desplazamientos. En este 2023, además, el país asiático ha restablecido la libre movilidad después de tres años de restricciones debido a la pandemia del COVID-19. El conejo de agua –cada ciclo anual se relaciona también con un elemento de la naturaleza– deja atrás al tigre de agua para encetar una etapa en la que el país asiático deberá afrontar su primer descenso poblacional desde 1961. 

“De carácter moderado e indulgente, amante de la paz y la concordia, el conejo odia la guerra y la violencia. Su gran clarividencia y su desenvoltura ante situaciones delicadas lo convierten en un excelente diplomático y mediador”, reseña el Instituto Confucio de la Universitat de València, ciudad en la que se organizan múltiples actividades para conmemorar la Fiesta de la Primavera, entre ellas, una cabalgata, al igual que en Madrid y Barcelona, que acogen a la mayoría de inmigrantes asiáticos llegados a España.

El calendario lunar es el registro cronológico más largo de la historia y el horóscopo chino incluye 12 animales: rata, buey, tigre, conejo, dragón, serpiente, caballo, cabra, mono, gallo, perro y cerdo, en este mismo orden. Hay dos leyendas predominantes para explicar esto. La primera de ellas cuenta que Buda reclamó la presencia de todos los animales de la Tierra y aparecieron los citados en esa misma disposición. La segunda relata que Yu Huang, el emperador de Jade, figura de la mitología popular autóctona, retó a la fauna al completo a trazar una carrera a través de un río y fueron esos 12 los que consiguieron finalmente comparecer ante él.

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