Gran Vigo
Una estatua recordará para la eternidad a Domingo Villar en la Alameda
El escritor, fallecido de forma repentina en mayo, será homenajeado con una figura en la Praza de Compostela antes de 2024 | La futura Biblioteca del Estado llevará su nombre
Familia, amigos, lectores, compañeros, calles y todos los personajes que acompañaban al inspector Leo Caldas continúan llorando ocho meses después el adiós a Mincho. Es por ello que el Concello ha decidido cumplir una de las promesas tras la muerte de Domingo Villar Vázquez (Vigo, 1971-2022) e instalará este año una estatua en la Alameda que honrará al escritor que puso en el mapa a la ciudad.
La figura del malogrado autor se ubicará en el entorno de la fuente que preside los jardines de la Plaza de Compostela. Junto a ella habrá varios libros y estará en una posición que facilite sentarse y fotografiarse a su lado.
Desde el gobierno inicial indican que se está iniciando el expediente para poder encargar la obra y que en cualquier caso dependerá de los plazos de su elaboración, pero que el objetivo es que esté lista antes del 2024.
La ubicación del monumento no es casual, permaneciendo para siempre entre la estación marítima donde el inspector Leo Caldas tomaba el barco a Moaña y su querido restaurante Eligio.
Además, los jardines de la Plaza de Compostela –por los que acostumbraba a pasear– están cerca de la casa familiar.
Se cumplirá así lo anunciado por el alcalde de la ciudad el 18 de mayo, cuando además avanzó que solicitaría que la próxima Biblioteca del Estado –de más de 8.000 metros cuadrados y 20 millones de euros de inversión– llevara su nombre.
“Es nuestro homenaje de la ciudad a un gran escritor” resume Abel Caballero quien también tiene previsto realizar un gran acto en su memoria.
Tras su repentino fallecimiento, el Real Club Celta instaló en las dos butacas de las que disponía como abonado en el estadio de Balaídos unas placas recordando la figura del escritor y de su alter ego literario. “Sempre na nosa memoria. Sempre con nós” resumía el club a la hora de agradecer a uno de sus más reconocidos hinchas y su “legado de un escritor y personaje universal”.
“El Celta era el vehículo con el que Domingo Villar conducía cómodamente hacia pasiones compartidas”, escribía la autora viguesa Lucía Taboada recordándolo tras su fallecimiento.
Villar es el principal exponente del bum de la novela negra en Galicia gracias a la saga de obras protagonizada por el inspector Leo Caldas. Esa trilogía está ambientada en distintos escenarios de la ría de Vigo y su área.
“La ciudad de Vigo, la ría, el clima, esa doble manera de ser ciudad rural y urbana a la vez, ser territorio de frontera... Todo ello hace una implosión en mi manera de escribir”, reflexionaba Villar en la última entrevista que concedió a FARO, el pasado mes de marzo, con motivo de su reconocimiento como Vigués Distinguido.
Pero la huella de Villar se extiende más allá de su ciudad natal. Nigrán y Moaña se anticiparon al fenómeno literario y turístico y establecieron visitas guiadas y paneles de información en los escenarios que Inspector Caldas recorrió por Tirán o Panxón, valorando también otras acciones simbólicas como darle su nombre a un paseo.
El Concello encargará dicha obra a Pedro Dobao, reconocido escultor ourensano pero afincado en Vigo desde hace medio siglo. Suyas son la Peneireira, ubicada en el parque de A Bouza en honor a la mujer trabajadora, así como Proa, que recuerda en la zona portuaria de Teis a los náufragos en el mar.
Después de tres años sin producción artística por problemas cardíacos, el pasado mes de mayo regresaba a la actividad y se ofrecía para este homenaje ya que “sabía lo que Villar significaba para esta ciudad”.
De esta forma seguirá los pasos de Julio Verne, el otro gran escritor que puso a la ría al más alto nivel literario, y junto al que posaba para FARO en 2019 en la imagen que encabeza estas líneas.
Rosalía de Castro en la calle a la que de nombre, los trovadores medievales en el Paseo de Alfonso XII, el vendedor de periódicos Manuel Castro en Príncipe o las de los jardines del Puerto son otros ejemplos de cómo la ciudad ha inmortalizado a algunos de sus personajes.
Oviedo ya explota ese filón turístico
Si hay una ciudad en la que las estatuas forman parte de su propuesta de cultura y turismo es Oviedo con más de un centenar de elementos decorando sus calles, parques y plazas del centro.
Entre las más fotografiadas se encuentran la de Woody Allen, Mafalda o el primer alcalde de la democracia en la capital asturiana, Luis Riera Posada, que se tomará como modelo para la de Domingo Villar.
Otras figuras ya inmortalizadas
- Julio Verne en As Avenidas
El padre del Capitán Nemo preside el paseo de As Avenidas con el que es uno de los símbolos de la ciudad. Obra de José Molares, se instaló en 2005 por el centenario de la muerte de Verne.
- Rosalía de Castro como figura materna
La pieza de granito de 4,20 metros representa a la autora leyendo un libro a sus hijos. Diseñada por Armando Martínez, se inauguró en 1995 en la calle homónima.
- Manuel Castro y su FARO presiden Príncipe
El icónico vendedor de periódicos fue uno de los grandes atractivos de la milla de oro del comercio vigués a pesar de los numerosos actos de vandalismo que sufrió desde su instalación en 2011.
- Monumento a poetas, trovadores y cantores
El grupo escultórico de Xaime Quesada inaugurado en 2006 honrar a quien escribió en gallego durante la Edad Media. Su ubicación en el Paseo de Alfonso es una de las más privilegiadas de la ciudad
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