La Policía vigila ya la Ciudad de la Justicia al arrancar el traslado de los juzgados penales

Las salas de vistas del edificio son muy pequeñas, sobre todo para los juicios penales | La Xunta valorará ampliar algunas cuando finalice la mudanza

Dos policías nacionales junto a un vigilante de seguridad privada, esta semana en la Ciudad de la Justicia.   | // ALBA VILLAR

Dos policías nacionales junto a un vigilante de seguridad privada, esta semana en la Ciudad de la Justicia. | // ALBA VILLAR / m. fontán

Marta Fontán

Marta Fontán

La Policía Nacional ya se ha incorporado a la vigilancia de la Ciudad de la Justicia de Vigo. Coincidiendo con el inicio del traslado de los órganos judiciales penales, dos agentes están destinados desde el lunes en la nueva sede –junto a los efectivos de seguridad privada que ya estaban en el edificio– para encargarse de las labores de seguridad y de control en el acceso principal, el único que está habilitado por el momento. A lo largo de las próximas semanas irán llegando más policías nacionales hasta alcanzarse los 13 con los que contará la gran torre de Pizarro. Tres guardias civiles, mientras, se encargarán de la seguridad en el edificio del Casco Vello al que, previsiblemente en abril, se trasladará el Registro Civil, que hasta ahora se ubica en el edificio judicial de la calle Lalín.

Tras el traslado de los juzgados contenciosos, civiles y laborales a la Ciudad de la Justicia, ahora es el turno de la jurisdicción penal: tras los dos de lo Penal que se moverán esta semana –otro se mudó el pasado año–, se irán trasladando las salas de la Audiencia –una penal y una civil–, la Fiscalía, los juzgados de Instrucción o el de Violencia sobre la Mujer. La presencia policial es clave por el pase a disposición de detenidos o por la comparecencia de acusados y víctimas en los juicios por todo tipo de delitos.

La llegada de los órganos penales evidencia que la mayoría de salas de vistas son demasiado pequeñas, incluida la zona de estrados, por el cariz de los juicios que acogen, en los que muy frecuentemente hay varios acusados –con sus respectivos abogados–, público o víctimas que declaran protegidas por un biombo, para lo que se necesita espacio. Hay una macrosala de vistas, pero es para grandes juicios o los de jurado popular. La Xunta afirmó ayer que la adjudicación de las salas aún es provisional y que no se descarta “alterar el sentido del estrado o la ampliación en alguna de ellas”, pero las mejoras que sean “posibles” se “estudiarán” cuando acabe el traslado, algo que se producirá el próximo abril.

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