A modo de gota que colma el vaso, dos vecinos de Espiñeiro, en Teis, estallaban ayer en los pasillos de los juzgados de Vigo al ver salir tranquilamente en libertad a un ladrón del lugar que, desde hace años, tiene atemorizado a todo el barrio. C. M.A.M., de 49 años y conocido como “Cocó”, se sentaba en esta ocasión en el banquillo acusado de entrar a robar hace ya casi un año en la casa de un vecino. Un acuerdo de conformidad redujo de tres a dos años la condena de prisión así que, dado que sus antecedentes penales no son computables a efectos de reincidencia, se libraría de ir a la cárcel. El dueño de la vivienda, Ángel, y el vecino que iba de testigo, Fernando, no pudieron disimular su enfado. “Salió de rositas, es que por encima se ríe de nosotros”, afirmaban, sacando a la luz, con su indignación, el grave problema de seguridad que se vive en esta zona de Vigo desde hace años a causa presuntamente de este delincuente. Y es que, tras poner la problemática en conocimiento de la Asociación de Vecinos de Teis, la Policía Nacional llegó a reunirse el año pasado con este colectivo y con los propios afectados por los robos, garantizando mayor presencia policial en la zona y aconsejando a los perjudicados que denunciasen cada vez que hubiese un nuevo caso. “Pero de poco o nada ha servido, porque todo sigue igual o peor; hace falta más vigilancia policial y más prevención y, a nivel judicial, que le impongan condenas que impidan que siga en la calle haciendo de las suyas pese a su reincidencia”, claman.
El caso que fue ayer a juicio ocurría la madrugada del 13 de marzo de 2022, cuando “Cocó” entró en la casa de su vecino Ángel tras saltar el muro y romper el pestillo de una puerta corredera. Una vez dentro arrampló con lo que pudo: una cartera con documentación personal y tarjetas de crédito, un teléfono móvil y todo tipo de herramientas que su legítimo propietario tenía guardadas en una habitación. Después fue al coche del perjudicado, que estaba abierto, y se hizo con más documentación y una copia de las llaves de la vivienda. Un vecino lo sorprendió cuando huía y, a esta prueba se unió en esa ocasión que la Policía Nacional halló en poder del ladrón varios de los efectos robados. Diagnosticado de trastorno debido a su dependencia a la cocaína y los opiáceos, la Fiscalía le tuvo en cuenta una circunstancia atenuante de toxicomanía y solicitaba inicialmente para él tres años y tres meses de cárcel por un delito de robo con fuerza en las cosas en casa habitada. Pero la conformidad, finalmente, redujo la pena a dos años que, sin antecedentes computables a la fecha del escrito como es el caso, le permitiría evitar la entrada en un penitenciario.
Los vecinos, confiesan, ya no pueden más y ahondan en que un familiar también lo suele acompañar en sus fechorías. “Parecen los hermanos Dalton”, describen. “No hay forma de meterlo para dentro, no hay casa en la que no entre a robar, lleva así años y últimamente ya es un desfase”, añaden, incidiendo en que la oleada de asaltos que sufren no se centra solo en viviendas de Espiñeiro, sino que también se producen en otros lugares de Teis e incluso en comercios. Hablan también del robo a una vendedora invidente de lotería en Sanjurjo Badía o en una iglesia de la parroquia. “Y de cobre en Vulcano”, aseguran. “Y hay gente que no quiere denunciar por miedo, por temor a represalias; estamos atemorizados, nos sentimos amenazados; hay que tener en cuenta que aquí hay personas mayores, de 80 y 90 años, y también menores”, exponen. “Porque incluso los niños lo conocen; cuando lo ven ya dicen ‘ahí viene Cocó”, relatan a modo de anécdota sobre la situación que se vive en el barrio. “Hasta hemos llegado a comentar la idea de montar una patrulla ciudadana; es que no puede ser, nos tienen que dar una solución a esto”, suplican.
Un problema ya abordado en una reunión entre la Policía Nacional y la asociación vecinal
La Asociación Vecinal de Teis, consciente de lo que está sucediendo por las constantes quejas de los residentes del lugar, considera que es necesario poner solución a este grave problema. “Hay un problema de constantes robos que se atribuyen a este hombre; el pasado verano nos reunimos con la Policía Nacional, demandamos presencia policial, algo se hizo, pero lo cierto es que la situación sigue sin estar resuelta”, afirmaba ayer el portavoz de este colectivo, Anxo Iglesias. Él mismo estuvo presente en esa reunión a la que acudió un inspector jefe de la comisaría viguesa y en varias ocasiones se volvió a poner en contacto con este mando policial para “insistirle” en la necesidad de encontrar una solución que devuelva la seguridad y la tranquilidad a Espiñeiro y su entorno. El consejo policial, afirma, es que los vecinos denuncien. El problema, muchas veces, es que pese al convencimiento de la autoría, no se logran pruebas contra el autor. Y cuando lo detienen, denuncian los afectados, vuelve a quedar libre: “Entra por un lado y sale por otro”.
Otros hechos
Y, casualmente, el dueño de la casa del juicio celebrado ayer sufrió horas antes de la vista, de madrugada, otro robo en su domicilio. “Rompió el cristal, que con este temporal entró todo el aire por la cocina, y se llevó la televisión, unos prismáticos...”, relata. Además, se encontró con las cuatro ruedas de su coche pinchadas, por lo que lo tuvo que llevar al juzgado su hija. Y el vecino que iba de testigo en la vista, que también sufrió en otras ocasiones robos en su casa, se topó ayer por la mañana con su vehículo en idéntica situación. No tienen dudas de quién es el autor de los hechos. “Demasiada casualidad que nos pase esto a los dos que veníamos a declarar”, evidencian.
La comisaría de Vigo es conocedora de la situación y confirma que el individuo tiene “numerosos” antecedentes policiales, sobre todo por delitos de robo con fuerza en viviendas. “El grupo de Participación Ciudadana ya estuvo con vecinos de la zona y se le dará aviso para que contacten de nuevo con los perjudicados”, confirman las fuentes policiales, que, sobre la situación de este ladrón y el que esté en libertad, afirman que es una “cuestión judicial” y que, por la parte policial, han trasladado a los juzgados las denuncias que se presentaron contra esta persona en todas aquellos casos en los que se logró recabar indicios o pruebas sobre su presunta autoría.
Los residentes ponen cámaras de seguridad o encadenan sus pertenencias
Prueba de la difícil situación que se vive en Espiñeiro y su entorno por el aluvión de robos es que hay vecinos que han decidido adoptar sus propias medidas. Al menos un residente ha puesto cámaras de seguridad, como ha recomendado la Policía Nacional, según relata, a varios afectados. Otros, como Ángel, el vecino perjudicado del juicio de ayer, tiene encadenadas las bombonas de butano para evitar que se las lleven. Los vecinos atribuyen a “Cocó”, del que señalan que en alguna vez ya estuvo en prisión, otros graves problemas de convivencia, como un incidente que, aseguran, tuvo hace poco con una vecina ante la que se bajó supuestamente los pantalones e hizo comentarios impropios, hechos que fueron denunciados, o la presencia de toxicómanos en torno a donde reside. “Hasta se dio el caso de hacer sus necesidades en cubos y después tirar todo al campo, donde los vecinos plantan sus legumbres; es que es tremendo”, relatan.