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La joven a la que su expareja intentó atropellar en Vigo: “Es injusto que él ande libre y sin pulsera”

La jueza solo impuso una orden de alejamiento al hombre, para el que la Fiscalía pidió prisión o el control telemático | La Policía califica el caso de riesgo extremo y vigila a la víctima las 24 horas

Jennifer muestra los daños que su expareja causó en la casa a raíz del intento de atropello. // ALBA VILLAR

En pleno repunte de la violencia machista en Vigo, el miércoles por la noche un hombre intentó atropellar a la que hasta ese día había sido su pareja, así como a un primo y a una prima de la joven. Afortunadamente, no logró alcanzarlos. Fue el violento colofón de una tensa tarde en la que, a raíz de una discusión tras la que esta relación sentimental de cuatro meses llegó a su fin, el varón también la golpeó a ella y a sus familiares. Esta mujer, Jennifer, de 27 años y madre de dos niños, está ahora protegida las 24 horas por la Policía Nacional al tener su caso la calificación policial de riesgo extremo. El viernes, cuando el detenido pasó a disposición judicial, la Fiscalía pidió para él prisión preventiva o una pulsera de control telemático. La magistrada del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo, pese a investigarlo por la presunta autoría de un delito de intento de homicidio, solo le impuso una orden de alejamiento de 500 metros y de prohibición de comunicación. La víctima lo ve claramente insuficiente: “No entiendo porque yo tengo que estar controlada y con escolta policial las 24 horas y él anda totalmente libre y sin pulsera; ahora tengo a la Policía día y noche, sí, pero llegará un momento en el que no sea así; el simple alejamiento no me sirve de nada en la zona donde vivo, en medio del monte, ya que puede aparecer por cualquier lado”.

Una de las lesiones sufridas por la joven debido a la agresión de su expareja. Alba Villar

El presunto agresor ya tiene antecedentes con respecto a otras víctimas. En el caso de Jennifer, que reside con sus hijos fruto de otra relación en una vivienda unifamiliar de la parroquia viguesa de Zamáns, durante el noviazgo ya habían tenido discusiones y, describe, la “anuló” como persona. “No podía hablar con nadie..., lo que pasa es que esto no lo vi hasta ahora”, reflexiona.

Violento episodio

Nunca la había agredido físicamente hasta el episodio del miércoles que acabó derivando en el arresto del hombre. Ese día poco después de comer, cuenta la joven, él se puso muy violento al enterarse de que ella había hablado con su expareja. “Es muy celoso y ahí empezó la discusión, la gresca, los gritos y los golpes hacia mí; me zarandeó contra la mesa y me cogió del cuello”, recuerda. A lo largo de esa tarde, añade, la golpeó más veces – “recibí por todos lados, me dio puñetazos, patadas, me enganchó por la cabeza, me cogió del pelo, me hizo de todo”, describe– y también, antes del episodio final del intento de atropello, agredió a una prima y a un primo de ella que residen en los alrededores y que habían acudido en auxilio de la mujer. De hecho los tres fueron asistidos en el Hospital Povisa.

Ante la agresión sufrida la relación se rompió esa misma tarde y él, cuenta Jennifer, se puso violenta para que ella le diese las llaves del coche o una manta que también la fue a pedir. Cuando sus primos, ante el cariz que tomaba la situación, dieron la alerta a la Policía él siguió reaccionando con agresividad. Y en un momento se dirigió al vehículo y se produjo la tentativa de arrollamiento. “Cuando se subió al coche ya le vi las intenciones”, relata la joven. En una primera ocasión dirigió el automóvil hacia sus primos y lo “embistió contra la casa”, causando daños materiales en la misma. “Y después volvió a embestir el coche, yo también estaba allí, pero nos echamos para atrás y no nos alcanzó”, afirma. Era ya de noche. Ahora, indica esta vecina de Vigo, luchará judicialmente para que “se haga justicia”. “Él debería tener prisión preventiva o la pulsera, la orden de alejamiento no es suficiente”, clama desesperada esta víctima de la violencia machista.

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