Vigo recibe a los “pretorianos” del mar

Vigo tuvo la oportunidad, tras consumarse la salida de Reino Unido de la Unión Europea (Brexit), de acoger el laboratorio comunitario de referencia para los contaminantes de los moluscos bivalvos. Una calamitosa gestión desde el ministerio que entonces comandaba Isabel García Tejerina privó a la ciudad de reforzar todavía más su condición hegemónica en el sector pesquero continental. Incluso sin haber logrado convencer ahora a Madrid del traslado del Instituto Español de Oceanografía (IEO), son múltiples las credenciales que convierten a Vigo en un pulmón económico e institucional para esta actividad en toda Europa. Y uno de ellos es la Agencia Europea de Control de Pesca (European Fisheries Control Agency, EFCA), creada en el año 2005 que tiene su sede oficial en la calle García Barbón. Un organismo capital para la gestión, control e inspección y que el pasado verano consumó la firma del mayor contrato desde su puesta en marcha: el arrendamiento de tres patrulleras multipropósito que prestarán servicio en el Atlántico Norte, Atlántico Oriental, Mar Negro y el Mediterráneo. Las dos primeras ya han llegado a Vigo; esta guardia pretoriana al completo se presentará este jueves, según pudo saber FARO.

Las ya instaladas en el muelle de comercio se llaman Ocean Guardian y Ocean Protector. No fue el nombre con el que salieron del astillero chino que las ensambló (Cosco Shipyard) –de allí salieron como Biscay Sentinel y Malin Sentinel–, pero fueron rebautizadas tras el contrato con la Agencia de Control de Pesca. La tercera unidad, que inicialmente llevaba Bailey Sentinel en el casco, llegará a la dársena olívica como Ocean Sentinel. La Agencia Europea que dirige Susan Steele no ha adquirido estas embarcaciones, sino que prestarán un servicio público a cambio de una copiosa remuneración. El contrato de arrendamiento, por dos años y prorrogables hasta seis, se formalizó por 90 millones de euros más IVA con el grupo escocés Sentinel Marine. Eso sí, el acuerdo se formalizó a través de su filial en Países Bajos, con la sociedad Sentinel Marine Netherlands. El de Vigo será su puerto matriz por ser la sede de la agencia comunitaria, y será la ciudad anfitriona para su puesta de largo. Llevarán pabellón portugués.

La Agencia Europea de Pesca del futuro: más barcos y un centenar de trabajadores

El contrato establece que las patrulleras tendrán tareas de lo más heterogéneo, razón por la que la EFCA eligió un diseño de barco multipropósito a la hora de buscar una empresa contratista. Cada una será una plataforma “desde la cual los inspectores de pesca autorizados llevarán a cabo el seguimiento, abordaje e inspección de los buques pesqueros y los buques de apoyo y transporte relacionados en aguas internacionales, de la UE y de países no pertenecientes a la UE”, fijaban los pliegos. “En vista de posibles operaciones polivalentes en el marco de la cooperación europea en funciones de guardacostas –prosigue el documento–, el buque también podrá destinarse a operaciones distintas de la inspección y el control pesqueros. En particular, las operaciones polivalentes podrán consistir, entre otras cosas, en prestar asistencia y apoyo en situaciones de búsqueda y salvamento”. Serán fiscalizadores y guardianes en el mar en toda su dimensión y a lo largo de una extensísima área marítima.

Nuevos nombres

La agencia comunitaria probó en el pasado la fórmula del charteo, en vez de encargar sus propios barcos, para realizar estas tareas. Lo hizo, de hecho, con la propia Sentinel Marine y con un viejo conocido de los diques de amarre de Vigo, el Lundy Sentinel. “El cambio en los nombres de los barcos –indicó la armadora británica– refleja su nuevo rol en tanto ayudarán a proteger los océanos del mundo”. Sentinel, Guardian, Protector; centinela, guardián y protector. La compañía, cuya labor principal se centra en comercializar y operar buques de apoyo offshore en la industria marítima del petróleo y el gas, se encuentra en estos momentos realizando una fuerte inversión para expandir su flota. En concreto, la firma recibió en el primer trimestre del año pasado el Cromarty Sentinel, la décima nueva construcción de la firma, al a que se unirán otras dos unidades a finales de 2022. En total, la armadora invirtió 62 millones de libras (74 millones de euros al cambio actual) para su fabricación en un astillero del enorme emporio chino de Cosco, con segmentos de actividad que van desde el transporte marítimo a la construcción naval.

A cierre de esta edición, el último de los barcos contratados por la EFCA (Ocean Sentinel, ya con bandera lusa) completaba el tránsito por el Canal de la Mancha, procedente del puerto danés de Frederikshavn.

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