El izado del ascensor HALO cortará por completo un mes la AP-9 desde el 15 de febrero

Una de las grandes obras en marcha de la ciudad sigue alcanzando hitos. La UTE conformada por Ferrovial y Oreco encargada de levantar el ascensor HALO acaba de iniciar la cimentación del pilar que acogerá los dos elevadores. Y es que después de cuatro meses de trabajos en la zona, el que está llamado a ser uno de los iconos arquitectónicos de Vigo inicia ya su ascensión de casi 50 metros. Este proceso, sin embargo, obligará a cortar durante un mes de forma total el tramo final del la AP-9 en la ciudad.

La estructura diseñada por el prestigioso estudio de Arenas y Asociados, los vigueses de AM2 y los portugueses de NOARQ comienza a vislumbrarse de forma clara en Serafín Avendaño. Desde el comienzo de las obras el 10 de agosto se han instalado 2,5 kilómetros de micropilotes y retirado 2.000 metros cúbicos de tierra en el talud que hay a los pies de la autopista.

El HALO podrá mover a casi 4.000 personas por hora y evitará el atrio central de Vialia

De esta forma ya se puede adivinar la futura planta baja desde la que se accederá a los ascensores que conectarán directamente García Barbón con Vía Norte. Estas dos cabinas tendrán capacidad para 17 personas cada una, por lo que podrán mover a casi 4.000 personas por hora entre los dos barrios de la ciudad separados por un mayor desnivel.

El acceso inferior se realizará “bajo tierra” en un vestíbulo que contará con bancos y 2,80 metros de altura. En caso de emergencia será posible evacuar a los usuarios hacia la otra cabina o a las escaleras interiores de emergencia.

Este pilar será el primero de los tres en los que se apoyará el anillo superior de 90 metros de diámetro, partiendo los otros de los siete “provisionales” de hierro que se han instalado ya en la calzada de la Autopista del Atlántico. Estos soportes metálicos de entre 13 y 25 metros de altura ya obligaron a retrasar la apertura del túnel de Lepanto y la estación intermodal de autobuses a mediados de diciembre.

Corte total por las obras, también en la intermodal

Sobre esos dos pilares finales descansará el anillo superior que permitirá conectar el elevador con la plaza pública situada sobre el centro comercial Vialia. En su proceso de izado se empleará una grúa capaz de levantar 500 toneladas y con un radio de acción de 40 metros desde su eje central. Este “reto tecnológico” se dividirá en nueve secciones y, según adelantó este lunes el alcalde de la ciudad, obligará a cerrar por completo el último kilómetro de la AP-9 antes de Alfonso XIII.

El ascensor HALO ya tiene su primera piedra: "Va a dar la vuelta al mundo"

Abel Caballero señalaba que el tráfico rodado “tendrá que ir por las otras entradas” ya que “por la complejidad y el peso no puede haber ningún vehículo” circulando bajo el mismo. Este cierre está previsto que dure un mes entre el 15 de febrero y el 15 de marzo, aunque dependerá de los avances actuales.

A pesar de que la memoria constructiva entregada a las posibles adjudicatarias de la obra se aseguraba que estos cortes serían en horario nocturno para reducir al máximo su incidencia en la ciudad, finalmente serán totales; por lo que los autobuses con destino a la intermodal deberán ser desviados por el centro urbano.

Si bien el cronograma de trabajo establecía en 12 meses el tiempo necesario para completar las obras desde sus trabajos previos, el Concello siempre ha ubicado su horizonte de finalización “antes de que finalice el 2023”.

Esto se debe a las condiciones impuestas por la Unión Europea para recibir fondos Next Generation y a las precauciones tomadas por el consistorio después de los retrasos producidos en todas las obras públicas el año pasado por las crisis de suministros. En cualquier caso, el avance de los trabajos permite adivinar que podrán estar completados a finales de verano o comienzos del otoño.

Dos aerogeneradores gigantes para alimentar al ascensor HALO

Su presupuesto final asciende a 12,56 millones de euros, de los cuales 5,99 llegarán a través de los fondos europeos Next Generation concedidos por el Gobierno de España para la reducción de emisiones.

Una de las principales sorpresas que guarda el HALO será la colocación de dos aerogeneradores de 3,81 metros de alto en sus pilares. Con un coste de apenas 55.876 euros, estas dos hélices proveerán de energía a los elevadores y a los sistemas de iluminación gracias a los 4,74 metros por segundo de viento registrados de media en la zona; contando con un rotor de 3,10 metros de diámetro.