El 20% de viviendas disponibles para alquilar en la ciudad tienen menos de 60 metros cuadrados

Los minipisos se afianzan como principales protagonistas del mercado inmobiliario local | Hay estudios de poco más de 20 metros que cuestan más de 600 euros

Piso de unos cuarenta metros cuadrados ubicado en la calle Aragón.

Piso de unos cuarenta metros cuadrados ubicado en la calle Aragón. / Pablo Hernández

La oferta de viviendas y su elevado precio sigue siendo uno de los principales problemas a los que se enfrenta la sociedad en la actualidad. Muchos jóvenes que se quieren independizar tienen que conformarse con estudios en muchos casos inferiores a 35 metros cuadrados por la imposibilidad de no poder pagar algo mejor. Solo hay que echar un vistazo al actual mercado del alquiler en la ciudad.

De los 564 pisos disponibles en arrendamiento en Vigo, 118 tienen menos de sesenta metros cuadrados. Es decir, dos de cada diez apartamentos en alquiler se engloban en lo que se conocen como minipisos, viviendas en las que la cocina está integrada en el salón y solo en ocasiones la habitación es independiente, además del baño. Y es que en muchos casos se trata de estudios en los que la vivienda es un único espacio y lo único que cuenta con una puerta separada es el aseo.

El porcentaje de este tipo de apartamentos ha ido creciendo exponencialmente en la última década. Si en 2010 había 9.775, ahora el último dato registrado en la ciudad es de 18.800. Es decir, en diez años se han producido un auténtico bum de minipisos, habitados por jóvenes que no pueden acceder a un apartamento con mejores condiciones. Paradójicamente, este tipo de viviendas y las que tienen más de 120 metros cuadrados, es decir, los hogares con un mayor poder adquisitivo, son las únicas que han crecido en la última década.

Lo que llama poderosamente la atención sigue siendo los precios absolutamente desorbitados de estos minipisos. Por ejemplo, en Idealista hay un estudio en la calle Zamora de solo 25 m2 (solo 18 son útiles) por el que piden un alquiler de 650 euros al mes, un piso además que cuenta con un mobiliario considerablemente antiguo.

Hay que tener en cuenta que muchos de estos minipisos son los únicos que se pueden permitir la mayoría de personas que acaban de entrar en el mundo laboral o que deciden independizarse junto a sus respectivas parejas. Precisamente, el gancho de las inmobiliarias para “colocar” estos minipisos es el eslogan “ideal para parejas jóvenes”, pese a que vivir dos personas en espacio de treinta metros cuadrados es o incluso menos es realmente complicado. Estudios, apartamentos, buhardillas... son algunos de los estilos de vivienda más populares para aquellos que pueden -o tienen- que arreglarse con pocos metros cuadrados. Un dormitorio, un baño, un salón-cocina todo en una en muchos de los casos y entre uno y dos armarios en toda la vivienda, esta es la radiografía general de los pisos de menor tamaño que se alquilan en la ciudad olívica.

Hay que tener en cuenta también que el precio del alquiler no se reduce pese la antigüedad de las viviendas, que la gran mayoría tienen ya entre veinte y 49 años, y hay más de 35.000 hogares de más de cincuenta años de antigüedad. En este sentido, la respuesta es evidente. El ladrillo se ha recuperado en los últimos años con una creciente construcción de vivienda nueva pero la mayoría de los hogares de Vigo se han construido en el siglo pasado, cuando el sector vivió un auténtico bum que acabaría desembocando en la explosión de la burbuja inmobiliaria de 2008 y que derivó en la brutal crisis económica de los siguientes años.

Pero más allá de las características generales de los inmuebles de la ciudad, las encuestas estructurales a hogares elaboradas por los institutos de estadística apuntan a la existencia de importantes deficiencias con las que los inquilinos tienen que lidiar en su día a día en relación a su vivienda. Por ejemplo, problemas de accesibilidad, como la ausencia de rampas para minusválidos, y otros advierten de los crecientes episodios de vandalismo, como pintadas y grafitis, en el entorno en el que viven.

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