El túnel de Lepanto hacia la AP-9 absorbe ya el 25% de coches que bajan por Gran Vía

En las tres primeras semanas operativo lo utilizaron 3.500 conductores diarios para salir de la ciudad | La mayor intensidad se da entre las dos y las cuatro de la tarde

Varios vehículos acceden a la autopista AP-9 a través del túnel de Lepanto.

Varios vehículos acceden a la autopista AP-9 a través del túnel de Lepanto. / RICARDO GROBAS

El acceso más céntrico de Vigo hacia la autopista AP-9 a través del nuevo túnel de Lepanto, inaugurado el pasado 12 de diciembre, comienza paulatinamente a trasvasar el tráfico rodado desde otras entradas (Buenos Aires, Isaac Peral o Beiramar) y a agilizar poco a poco la circulación en este entorno. En las tres semanas que lleva abierto lo han utilizado de media casi 3.500 vehículos diarios en jornadas laborables.

Este subterráneo, que ha sustituido al conflictivo puente por el que se accedía a la AP-9 y que formaba parte del histórico y polémico scalextric, está también contribuyendo a que baje el número de vehículos en Alfonso XIII o García Barbón, viales que tenían que utilizar muchos conductores para poder llegar a la entrada de la autopista de Isaac Peral mientras se construía el túnel en Lepanto.

Pero también la circulación en Gran Vía comienza a beneficiarse de este nuevo acceso. De hecho, según las cifras que maneja la Concejalía de Tráfico, actualmente uno de cada cuatro conductores que bajan desde Plaza de España lo hacen ya para abandonar la ciudad por el recién estrenado túnel.

Pero la cifra actual de casi 4.000 vehículos diarios tiene visos de multiplicarse en los próximos meses. Actualmente la circulación en esta zona —al margen de los días de gran congestión por el efecto de la Navidad— es más baja de lo habitual. Varios factores lo explican. Por un lado, los cortes por las obras de las rampas mecánicas de Gran Vía, lo que ha provocado que muchos conductores se desvíen temporalmente hacia otras calles. También resta intensidad de vehículos el hecho de que buena parte de diciembre sea no lectivo.

A tenor de los datos históricos, todo apunta a que el túnel de Lepanto llegará a superar los 9.000 vehículos diarios. Esta era, según el proyecto del subterráneo, la cifra que soportaba de media el antiguo paso elevado sobre Alfonso XIII. A mayores, y según el citado documento oficial, el túnel se planteó para soportar una intensidad de casi 14.000 automóviles diarios.

El túnel lleva abierto casi un mes. El día que más tráfico tuvo fue el pasado viernes 23 de diciembre, cuando accedieron a la autopista 3.700 vehículos. Al margen del día de su inauguración, cuando solo lo hicieron poco más de 1.000, la jornada con menos demanda fue el festivo 1 de enero, con 1.600.

En diciembre (no es mes de mayor tráfico del año pese a las retenciones puntuales en determinadas fechas por el efecto de la Navidad) bajaron por Gran Vía hacia Urzáiz unos 13.500 vehículos diarios. De ellos, la mayoría entran en Lepanto para continuar hacia Alfonso XIII y para acceder al Centro Comercial Vialia. Según cifras oficiales del Concello, este es el recorrido que realizan aproximadamente el 60% de los conductores que llegan al cruce de Urzáiz desde Gran Vía. Otro 25% se está desviando ya hacia la AP-9 por el túnel de Lepanto. El 15% restante gira a la izquierda o a la derecha para seguir por Urzáiz hacia República Argentina o Pizarro.

  • Un entramado de túneles de 24 millones

    Este nuevo entramado de túneles costó 24,6 millones de euros que fueron costeados por Adif, Concello, Xunta y fondos europeos.

  • Velocidad limitada a 30 km/h

    La velocidad en el interior del subterráneo está limitada a 30 km/h. Su longitud, en forma de tres curvas enlazadas, es de 250 metros.

  • Hasta 14.000 vehículos diarios

    Aunque ahora soporta una media de 4.000 coches al día, todo apunta a que llegará a 9.000 como el antiguo acceso. En el proyecto se estiman hasta 14.000.

Según los datos del primer estudio realizado por el Concello de Vigo, la franja horaria en la que más vehículos salen de la ciudad por la autopista AP-9 a través del nuevo túnel de Lepanto es entre las 14.00 y las 16.00 horas, coincidiendo con el fin de muchas jornadas de trabajo de mañana. Solo en esas tres horas hubo días en los que entraron en el subterráneo casi un millar de vehículos de los 3.500 de media que lo hacen en todo el día.

También a primera hora, sobre las nueve de la mañana, está registrando más de 300 coches. La tercera franja del día con más demanda es ya entre las siete de la tarde y nueve de la noche, con algo más de 200 vehículos por hora.

Cerrará un mes desde febrero para levantar el HALO

Lo cierto es que numerosos conductores todavía no han cambiado sus hábitos y rutas de los dos últimos años, conscientes de que este estreno es provisional. Está previsto que a mediados de febrero se vuelva a cerrar al tráfico el enlace desde Lepanto para avanzar en la construcción del ascensor HALO entre Serafín Avendaño y Vía Norte.

Si este otoño fue la instalación de sus apeos sobre la autopista –seis andamios de gran tamaño ya visibles– la que obligó a retrasar su apertura y la de la intermodal, en esta ocasión será el izado del anillo de 90 metros de diámetro que coronará la icónica y futurista estructura la que condicionará la salida hacia la AP-9 durante un mes, finalizando antes de abril.

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El nuevo nudo de comunicaciones de Urzáiz quedará completado cuando se finalice el túnel “gemelo” del de Lepanto que conecta el final de la AP-9 con el Centro Comercial Vialia. Este vial discurre justo por debajo del anterior, presentando una curva mucho más pronunciada antes de llegar a Alfonso XIII.

Por el momento no hay fecha para su apertura, ya que se coordinará con la salida directa desde el aparcamiento de Vialia hacia la autopista, donde los trabajos han avanzado de forma notable este mes. Al mismo tiempo, el Concello ha mejorado la señalización en Lepanto que indica el acceso al túnel.

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