Un torrente mágico de ilusión inunda Vigo

Más de 150.000 personas –según los datos del Concello– presenciaron las siete horas de la Cabalgata de los Reyes Magos de la ciudad y recuperando la normalidad y la fantasía en la noche más especial para los niños

Decenas de miles de personas abarrotan Vigo para seguir la Cabalgata de los Reyes Magos

R. V.

Los Reyes Magos ya conocen el verdadero alcance de la Navidad de Vigo. Sus Majestades participaron ayer en la que ya es la cabalgata más larga de la historia de la ciudad con siete horas de duración repartidas en dos formatos y que permitieron a más de 150.000 personas presenciar un espectáculo de música, luz, bailes y mucha, mucha ilusión. La ocasión no era para menos, ya que después de dos ediciones condicionadas por la pandemia miles de niños volvían a vivir su noche más especial del año.

La cabalgata estática matinal en la Avenida de Castelao superaba todas las expectativas y rozaba los 35.000 visitantes en las casi 4 horas en las que se pudo pasear entre Plaza América y la rotonda del Bernardo Alfageme. El buen tiempo y la posibilidad de vislumbrar sin prisas ni agobios espoleaba el “primer plato” de un 5 de enero que muchos pequeños no olvidarán al ser su primera cabalgata “normal”.

Y es que el aspecto de As Travesas desde antes de las cinco de la tarde dejaba atrás cualquier mal recuerdo del coronavirus. Las cinco toneladas de caramelos lanzadas al público hicieron las delicias de los niños, que volvían a sentir uno de los componentes más emocionantes del desfile. Las vallas de acero montadas sobre la marcha delimitaron el perímetro del público y del desfile, dejando miles de golosinas lejos del alcance de los niños pero evitando al mismo tiempo situaciones de peligro o amontonamientos. Aún así, y como viene siendo habitual durante los últimos meses en cualquier evento celebrado en la urbe, se volvió a registrar una participación de récord con 115.000 personas según los cálculos del alcalde.

La mágica comitiva real era encabezada por los miembros de Discamino y el sargento Javier Pitillas, optando en esta ocasión por adornar sus bicicletas adaptadas con formas de barcos, trenes y otros cuentos infantiles. Una representación de Star Wars o la guardia de honor de la Policía Local engalanada para la ocasión serían los encargados de preceder a la primera carroza –protagonizada por una constructora– por las calles. Precisamente dos de los vehículos del cuerpo municipal, una motocicleta y un Citroën “retro”, fueron de los más aplaudidos por la ciudadanía.

Las películas infantiles monopolizaron la temática de un desfile que brilló con luz propia en medio de millones de leds. Al filo de las seis de la tarde la carroza del Concello, ambientada en Peter Pan, arrancaba junto a la Puerta del Atlántico esta serpiente de fantasía en la que seguirían el mundo de Bambi para Melchor, O Bosque Animado para Gaspar y Alicia en el País de las Maravillas para Baltasar. También los centros comerciales de la ciudad como Alcampo con Aladín, El Corte Inglés con los Minions y Gadis con Nemo y sus anémonas. No faltaron a la fiesta Cenicienta y Maléfica, Blancanieves y los siete enanitos o La Bella y La Bestia en lo que al mundo Disney se refiere, empresas como Abanca y Fe Seguros o los tres camiones de bomberos llenos de los integrantes del cuerpo acompañados por familiares y amigos, cerrando estos últimos como es tradición una serpiente que tardó más de sesenta minutos en ponerse en marcha por completo desde el punto de encuentro.

Un torrente mágico de ilusión inunda Vigo

El grupo Dance Academy fue el más aplaudido por sus bailes. / Ricardo Grobas

Como viene siendo habitual, entre cada carroza habría espectáculos de animación temática, siendo los más aplaudidos los de Dance Academy Vigo, que interpretaron los temas de High School Musical. Tampoco faltaron Los Picapiedra, catrinas mexicanas u otros clásicos como los Cazafantasmas.

El grupo Dance Academy fue el más aplaudido por sus bailes.   | // RICARDO GROBAS

Jóvenes participantes en la animación del desfile, por la mañana. / José Lores

A pesar de que el recorrido de más de dos kilómetros por López Mora y Pi y Margall se desarrolló sin mayores problemas, en la rotonda entre Alfonso XII y Falperra se vivieron algunas imágenes de tensión antes de que llegara el desfile. Aunque ya se había avisado que las carrozas debían retirarse por ahí hacia Romil, Cachamuiña y Venezuela para ser desmontadas, decenas de personas fueron ocupando la calle a pesar de las advertencias de los agentes y las quejas de las familias que habían aguardado allí de forma correcta, algunas desde las tres de la tarde.

Con la llegada de los primeros tráilers y la necesidad de maniobrar se sucedieron las carreras ante las vallas que delimitaban los aforos. Desde ese punto y a través del Paseo de Alfonso, los Reyes Magos y la Cartera Real –a la que le entregaron las últimas cartas en la misma carroza– continuaron a pie escoltados por el alcalde, miembros de la corporación municipal y la Policía hacia Elduayen y la Porta do Sol, haciendo su entrada en el árbol de Navidad a las 20:20 horas. En ese paseíllo de 500 metros muchos niños se entusiasmaron tras varias horas de espera aunque no pudieran recibir caramelos. En Elduayen y las plazas peatonales del entorno la aglomeración fue sensiblemente menor debido a que muchos de los pequeños debían irse ya a dormir. Es por ello que entre el enorme público del desfile, con una notable presencia de portugueses –como viene siendo habitual– pero también de italianos o incluso canadienses, no faltó quien reclamó que en 2024 se amplíe la distancia del desfile, que este año superó los tres kilómetros en sus dos formatos.

El rey Gaspar y su carroza, con guiños a la naturaleza.   | //  R. G.

Caballero (c.) hace entrega de la llave mágica de la ciudad en Porta do Sol. / Ricardo Grobas

En el palco de honor ubicado ante la Praza da Princesa, Melchor, Gaspar y Baltasar recibieron la llave mágica de la ciudad que les permitió entrar en todas las casas durante la noche para dejar los regalos.

Mientras Sus Majestades de Oriente se retiraban del kilómetro cero vigués a descansar escoltados por la Policía Nacional, decenas de adultos comenzaron a bailar al son del vals que se estrenó este año como banda sonora de la Navidad viguesa. Es la magia de una noche en la que todo el mundo vuelve a creer en ella.

Jóvenes participantes en laanimación del desfile, por lamañana.   | // R. GROBAS

Sus Majestades tuvieron tiempo de visitar a pacientes del Cunqueiro. / FDV

Drones de la Policía Local

La magnitud del evento exigió no solo la puesta en marcha de un plan de tráfico especial, sino también un despliegue de medios policiales y de vigilancia para evitar incidencias o infracciones. Uno de estos dispositivos de control realizó todo su trabajo desde el aire. Se trata del equipo de drones de la Policía Local –dos dispositivos MAVIC con 35 minutos de autonomía– que inspeccionaron y revisaron desde las alturas que la cabalgata se realizase sin contratiempo alguno.

“Nos permite observar si se está produciendo tapones de tráfico en alguna vía, o si a lo largo del recorrido, algunos padres esquivaban la valla para acercar a sus hijos. Por ejemplo, se produjo algún que otro embudo en López Mora que vimos al instante y se dio aviso a los policías. Son de gran ayuda para el agente de a pie, un complemento o aliado a su trabajo que implantaremos en nuestro día a día”, explicaba el agente responsable de su custodia.

Caballero (c.) hace entrega de lallave mágica de la ciudad enPorta do Sol.   | // JOSÉ LORES

La Policía Local empleó dos drones para vigilar las calles. / Ricardo Grobas

En cuanto a la seguridad, afirma el agente que aunque semeje que vuelan por encima de la gente, “es solo una percepción visual, los llevamos siempre hacia los exteriores o incluso encima de los edificios aunque cuentan con un sistema tipo paracaídas por si hubiera alguna incidencia”.

A pesar de la masiva afluencia de gente, la descentralización del evento hacia zonas más alejadas del Cíes Market de la Alameda y otras arterias comerciales evitó un gran colapso en el tráfico de la ciudad, situándose los atascos posteriores dentro de lo habitual para estos eventos.

Caballero, en el desfile. |

Caballero, en el desfile. / R. G.

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Después de recorrer a sus 76 años varios kilómetros en zig-zag saludando a todo el público presente, el alcalde de la ciudad, Abel Caballero, invitó a los Reyes Magos a quedarse a vivir en Vigo.

El regidor mostró su satisfacción por “la cabalgata más importante de la historia” y recordó a Sus Majestades lo buenos que habían sido los niños, padres y abuelos vigueses durante el último año.