Empezar el 2023 quemando el turrón

Mejorar el nivel de inglés o aprender nuevos idiomas, enamorarse, viajar a un país exótico, encontrar un trabajo mejor... y ponerse en forma. Entre los clásicos propósitos de Año Nuevo pocos pueden materializarse tan rápido como el de apuntarse a un gimnasio, ya que la enorme demanda de estos espacios ha llevado a que abran sus puertas también en días festivos como el 1 de enero.

Fue el caso del gimnasio Meufit ubicado en el Centro Comercial de Vialia. A pesar de no contar con ninguna de las clases de bootcamp, yoga o pilates con monitores, funcionó ayer como cualquier otro domingo. Mientras en Praza da Estación y Urzáiz se veía a los últimos rezagados que volvían de desayunar el tradicional chocolate con churros, otros sudaban las primeras gotas del año en las cintas y bicicletas.

La escena también se vivió el pasado 25 de diciembre, cuando muchos usuarios aprovecharon para “quemar” los excesos de las comidas y cenas navideñas.

Y es que ante el mal tiempo reinante en la salida del 2022 y la entrada del 2023, otras escenas típicas como el primer baño del año en Samil o salir a correr quedaron inevitablemente suspendidas; teniendo que resguardarse en salas como esta.

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También serviría para quitarse el mal sabor de boca de la tarde anterior, cuando la alerta meteorológica obligó a suspender la recuperación de la San Silvestre y miles de vigueses no pudieron despedir el año corriendo por el centro de la ciudad.

En los gimnasios son conscientes del tirón que tienen en estas fechas gracias a estos objetivos anuales –solamente comparable a la vuelta del verano en septiembre– y por eso muchos de ellos han lanzado promociones especiales con precios rebajados en la matrícula para captar nuevos clientes. Sin embargo, también saben que en muchos casos se quedará solamente en eso: en un buen propósito.

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