La Universidad de Vigo diseña un asistente de voz para guiar con éxito las maniobras de reanimación

Investigadores del grupo Remoss e ingenieros informáticos de Oviedo crean un chatbot que permite a personas sin formación realizar la secuencia completa y de forma correcta

Así se salva una vida a kilómetros de distancia y con sello de la UVigo.

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Sandra Penelas

Sandra Penelas

La UVigo ha demostrado que los asistentes de voz tienen un gran potencial a la hora de guiar a personas legas en las maniobras de reanimación cardiorrespiratoria (RCP). Investigadores del grupo Remoss (Rendimiento y Motricidad del Salvamento y Socorrismo) colaboran con ingenieros informáticos de la Universidad de Oviedo y expertos de la Facultad de Enfermería de Santiago (grupo Conursid) en el desarrollo de un chatbot que facilitó que el 91% de los 21 estudiantes y graduados que participaron en un ensayo en el campus de Pontevedra fuesen capaces de realizar toda la secuencia y de forma correcta a pesar de carecer de formación previa. Y uno de cada tres lo hizo además con gran calidad.

Una vez comprobado el funcionamiento de la aplicación, que también está pensada para un uso formativo, el equipo trabaja en una adaptación para personas con síndrome de Down. Y la siguiente fase será integrar el chatbot en dispositivos como los desfibriladores para permitir que interaccionen con la persona que los está utilizando.

Los resultados de la prueba piloto con la versión beta fueron publicados en noviembre en la revista de alto impacto American Journal of Emergency Medicine. “Gracias al chatbot, personas sin conocimientos aprendieron a hacer RCP de manera autónoma. En ningún caso pretendemos sustituir a la asistencia sanitaria profesional, que siempre es imprescindible, sino que la aplicación es un complemento para ayudar tanto a las personas que lo necesitan como a los sanitarios que igual están al teléfono y no pueden ver qué está pasando”, subraya Roberto Barcala, coordinador de Remoss.

Roberto Barcala, en el centro, con otros investigadores de su grupo, Oviedo y Barcelona. |   // CEDIDA

Roberto Barcala, en el centro, con otros investigadores de su grupo, Oviedo y Barcelona. | // CEDIDA / Cedida

Los ingenieros de la Universidad de Oviedo ya cuentan con experiencia en desarrollos tecnológicos basados en inteligencia artificial para el ámbito de la salud y la comunicación con los expertos de la UVigo ha sido “muy fluida”. A partir de una serie de preguntas y respuestas, el chatbot, en este caso instalado en un teléfono móvil, guía a la persona por una serie de pasos, incluyendo llamar al 112.

“En el primer estudio demostramos que se generaba interacción y conocimiento en personas legas. Y ahora ya estamos en una fase más elaborada para poder integrar el chatbot en diferentes dispositivos y que se genere una interacción con la persona que hace la reanimación o la desfibrilación. Se trata de que no solo te diga qué tienes que hacer, sino que también te pueda hacer sugerencias, por ejemplo, para corregir tu postura. Y también responder a tus dudas”, destaca.

“Un desfibrilador da unas indicaciones sencillas que todo el mundo entiende. Pero esta tecnología permitiría ir más allá y que la persona reciba ayuda si tiene dificultad o se atasca porque son situaciones que generan mucho nerviosismo. Ese feedback permite seguir adelante”, añade.

Barcala también insiste en la vertiente educativa: “El chatbot no solo está pensado para integrarlo en dispositivos que se utilizarán en situaciones reales en un futuro no tan lejano, sino también para que la gente sin formación aprenda RCP. Puedes estar en tu casa y pedirle al asistente de voz, que te enseñe los diferente pasos, igual que si le dices que reproduzca un podcast”.

Gafas inteligentes para asistir un parto urgente en la playa

Simulación de un parto en la “playa” de la facultad pontevedresa.

Simulación de un parto en la “playa” de la facultad pontevedresa. / s. penelas

El grupo Remoss lidera otro proyecto basado en la teleasistencia con gafas inteligentes. Es el primero que se desarrolla en España y ya ha demostrado su utilidad para que los socorristas puedan atender partos urgentes en plena playa o los trabajadores de una batea practiquen RCP en caso de que un compañero sufra un paro cardiaco.

“Las gafas te conectan de forma automática con el centro de coordinación donde está el profesional sanitario. Te conviertes en sus ojos y él te va guiando e incluso enviando imágenes que puedes ver en las lentes. Hemos sido los primeros en explorar este tema y la verdad es que es el futuro”, subraya Barcala.

Salvar una vida mediante gafas inteligentes.

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La revista Sensors publica los primeros resultados referentes a una simulación con 38 socorristas que debían asistir un parto de urgencia (simulador materno-fetal) en la playa habilitada en la Facultad de Ciencias de la Educación y del Deporte de Pontevedra. Dieciocho de ellos utilizaron gafas de realidad aumentada y fueron guiados por una matrona, mientras que el resto intentó asistir a la madre sin ayuda. El 35% de los integrantes del primer grupo consiguió completar todo el protocolo, mientras que en el segundo no lo logró ninguno.

“Y también hemos hecho otro estudio con los bateeiros en Rianxo. Les poníamos las gafas y eran capaces de ir haciendo la RCP en la planeadora durante el traslado del afectado al puerto”, comenta. En el proyecto también participan investigadores de las universidades de Barcelona, Granada y UCAM, el CHUS y el IDS de Santiago, el CHUP de Pontevedra, y el Instituto Carlos III.

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