El Gobierno aprueba el nuevo modelo de Registro Civil en Vigo: arranca el 30 de enero

Junto a la plataforma para digitalizar el servicio, cambia la denominación del registro vigués y los del Val Miñor pasan a llamarse “oficinas colaboradoras” | La sede se mudará en abril al Casco Vello

El Registro Civil de Vigo se trasladará al edificio de la calle San Sebastián del Casco Vello.

El Registro Civil de Vigo se trasladará al edificio de la calle San Sebastián del Casco Vello. / FdV

Marta Fontán

Marta Fontán

El 2023 será un año que deparará muchos e importantes cambios para el Registro Civil de Vigo. El primero no tardará demasiado, porque el Ministerio de Justicia acaba de aprobar el nuevo modelo con el que funcionará esta oficina tras una reforma legal que tuvo muchas idas y venidas y que tardó una década en ver la luz. Y es que después de implantarlo en Madrid, Barcelona, Murcia, Tarragona, Bilbao, Cartagena y Molina de Segura, ahora es el turno del partido judicial vigués. Será concretamente el 30 de enero cuando se produzca la “entrada en servicio efectiva” de la aplicación informática DICIREG, plataforma que se constituye como piedra angular para digitalizar el servicio. Además, el hoy conocido como Registro Civil Exclusivo de Vigo cambiará de denominación: pasará a llamarse Oficina General del Registro Civil de Vigo, mientras que los que están en Val Miñor se nombrarán como “oficinas colaboradoras” del Registro Civil de Baiona, Gondomar y Nigrán.

Junto a inscripciones de nacimiento, defunción y matrimonio, el Registro Civil emite los certificados de dichos hitos y de las fes de vida, entre otra documentación. Celebra bodas y se encarga de la tramitación de las mismas, además de llevar nacionalidades o encargarse de un sinfín más de funciones, como cambios de nombre y apellidos o cambios de sexo. Ubicado en el viejo edificio de los juzgados de la calle Lalín, otra de las novedades del año que está a punto de empezar es que también cambiará de ubicación. Mientras todos los juzgados se concentrarán en la Ciudad de la Justicia, el Registro Civil, según confirmaron ayer fuentes de la Xunta, irá al edificio de la calle San Sebastián del Casco Vello donde ahora hay servicios judiciales que también se moverán a la gran torre de Pizarro. La fecha prevista de traslado del Registro Civil es la segunda quincena de abril, una vez acabe la mudanza judicial. En su día, los trabajadores de este servicio se rebelaron contra dicho traslado al Casco Vello, al verlo “inviable” por la falta de espacio en ese inmueble o los “malos accesos”. “Lo idóneo es irnos también a la Ciudad de la Justicia o quedarnos aquí en la calle Lalín”, clamaron, sin que el gobierno autonómico haya finalmente cambiado de planes.

Servicio electrónico

A la espera de ese traslado del Registro Civil, más inminente es la implantación del nuevo modelo de oficina impulsado por el ministerio. La resolución de la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública tiene fecha del 22 de diciembre y ya entró en vigor, dado que se publicó en el BOE este jueves día 29. Tras indicarse que el objetivo es hacer un servicio “público, gratuito, único para toda España y que se configura como electrónico e interoperable” y concretar las siete ciudades españolas en las que ya se implantó, se concreta que, en colaboración con la Xunta, a las 00.00 horas del 30 de enero entrará en servicio DICIREG en Vigo, aplicación informática ideada para tramitar los expedientes por medios electrónicos, de forma que se inscribirán digitalmente todos los hechos relativos al estado civil de las personas que deban acceder al registro, posibilitándose además el acceso telemático por los ciudadanos con identificación electrónica.

Otro punto de la resolución publicada en el BOE, junto al cambio de denominación del servicio, es que el personal que a la fecha de entrada en servicio de la plataforma trabaje en los registros de Vigo y del Val Miñor “continuará desarrollando sus servicios” en dichas oficinas. La reforma supone la desjudicialización del Registro Civil.

Panel en el viejo edificio de la calle Lalín con puntos en rojo indicando los juzgados ya trasladados a la Ciudad de la Justicia.

Panel en el viejo edificio de la calle Lalín con puntos en rojo indicando los juzgados ya trasladados a la Ciudad de la Justicia. / Alba Villar

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<strong>En la Ciudad de la Justicia de Vigo ya están instalados más de una veintena de juzgados</strong>, incluidos los dos de La Gota de Leche, que adelantaron su marcha por las filtraciones de agua que sufrían en esa sede, agravadas por las lluvias de las últimas semanas. Y a medida que la torre de Pizarro gana vida, los edificios de la calle Lalín empiezan a perderla. En el nuevo, el de la Audiencia, el traslado aún no se nota, ya que la mayoría de órganos judiciales que están ahí se irán entre enero, febrero y marzo de 2023. Pero en el viejo edificio sí que es patente la mudanza. Y es que de allí ya se fueron 14 juzgados –de Primera Instancia, de lo Social y el Mercantil–, lo que ha dado lugar a que tres de las plantas del inmueble estén ya vacías, sin actividad. Los bancos impidiendo el paso a los pasillos y las otrora ajetreadas oficinas lo evidencian.

“Ya se nota el bajón de gente”, afirman. A día de hoy en el viejo edificio de la calle Lalín solo quedan cinco juzgados, que se irán la mayoría en enero, además de la Fiscalía, que empezará a mudarse también el próximo mes, y el Registro Civil, que se irá previsiblemente en abril a su nueva sede del Casco Vello. También están todavía las sedes de los colegios de abogados y procuradores. El primero ya tiene un servicio de togas para los letrados en la Ciudad de la Justicia, si bien la oficina principal y la de justicia gratuita continúan por ahora en la calle Lalín.

El hecho de que en este edificio siga el Registro Civil provoca que aún sigan siendo muchos los ciudadanos que van a diario al mismo, pero se notó un claro descenso de afluencia de ciudadanos y de abogados y procuradores, lo que todavía es más notorio en estas fechas tras declararse inhábil a efectos judiciales el período navideño comprendido entre el 24 de diciembre y el 6 de enero. En el viejo edificio de la calle Lalín tampoco hay, además, servicio de información. Un cartel en la pequeña estancia de la planta baja indica que, “para información”, hay que ir al otro edificio, el que está al lado, añadiendo también un número de teléfono.

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