La Navidad tras la puerta de Urgencias

Hace un par de años, empezaban a sonar las campanadas y ellos a tomar las uvas cuando recibieron la llamada del 061 con la alerta de la llegada inminente de un paciente joven con síndrome coronario agudo. Justo aparcó la ambulancia frente al hospital y los profesionales que venían en ella lograron estabilizarlo, permitiendo así que el resto de compañeros que estaban tras las puertas de Urgencias terminaran de celebrar con su otra “familia” la entrada de un año nuevo.

Es una de las anécdotas más recientes que el coordinador de Urgencias del hospital Ribera Povisa, Juan González, y el supervisor de este mismo servicio, Félix Álvarez, recuerdan a la hora de explicar cómo se viven unas fechas tan simbólicas como las Navidades en un centro hospitalario de la ciudad. Y es que los sanitarios, pese a que continúan al pie del cañón también durante las fiestas, consiguen “disfrutar” a su manera de las cenas y comidas de estas fechas, solo que con su “familia laboral”.

Intentamos evitar o posponer ingresos, en la medida de lo posible, para que los pacientes puedan disfrutar de las fiestas con sus familiares

El servicio de Urgencias es uno de los que mayor actividad registra durante esta época, especialmente, porque al margen de la patología habitual de la temporada, aumentan considerablemente los incidentes relacionadas con conflictos familiares, indigestiones, estados de embriaguez o accidentes de tráfico debido a los desplazamientos, además de lesiones por la manipulación de pirotecnia. El doctor González señala que “durante estas fechas la actividad es muy intensa y diferente, porque intentamos evitar o posponer ingresos, siempre y cuando sea posible, para que los pacientes puedan disfrutar de las fiestas con sus familiares”, mientras que a aquellos que deben permanecer hospitalizados se les ofrecen menús especiales adaptados.

Desde el prisma de los profesionales, Félix Álvarez indica que “vivimos estos días con sentimientos encontrados. Al principio, pasar estas noches fuera del núcleo familiar es duro, es cierto, pero desde el punto de vista del compañerismo, tiene una parte tierna pensar que las vas a pasar con las personas con las que compartes tu día a día en el trabajo. Esto sirve para contrarrestar las asistencias de esas jornadas que, en general, suelen ser pacientes más agudos, en estado de embriaguez, por empachos alimentarios y también pacientes críticos por otras patologías”.

Al principio, pasar estas noches fuera del núcleo familiar es duro

Ambos profesionales cuentan que en los días señalados, como en la jornada de ayer o en la cena de la pasada Nochebuena, el equipo de Urgencias se pone de acuerdo para que cada uno aporte un plato y, cuando en el servicio se libera la carga asistencial, “organizamos una cena para festejar juntos las Navidades y disfrutar en grupo”.

Las de este 2022 están siendo las primeras Navidades “más cercanas a la normalidad” tras dos años capeando las distintas olas de COVID que se sucedieron en los meses de diciembre de 2020 y 2021, por lo que en este hospital vigués también esperan que las incidencias que entren por Urgencias sean “más numerosas”. A este respecto, Juan González y Félix Álvarez comentan que “es una época en la que también se refuerza el personal, de forma presencial y también de guardia, lo que supone un apoyo fundamental para cuando aumenta la carga asistencial”. Asimismo, recuerdan que los años anteriores, aunque salvaban las atenciones propias de la temporada debido a las restricciones, estaban en primera línea para hacer frente al coronavirus, lo que supuso establecer dos circuitos asistenciales y duplicar esfuerzos, algo que recuerdan como “emocionalmente duro por la situación y por estar lejos de nuestras familias”.

De cara a las próximas celebraciones fijadas en el calendario, tales como Nochevieja, Año Nuevo y Reyes, tanto el doctor Juan González como Félix Álvarez concluyen recomendando “comer y beber con moderación y también tener especial cuidado con la manipulación de los fuegos de artificio o petardos, porque estas noches deberían ser agradables y no trágicas”.

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